Título original: Les misérables. Dirección: Ladj Ly. País: Francia. Año: 2019. Duración: 102
min. Género: Drama, Thriller.
Flora Volpelière (Montaje), Julien Poupard (Fotografía), Ladj Ly, Giordano
Gederlini, Alexis Manenti (Guión),
Pink Noise (Música), Toufik Ayadi,
Christophe Barral (Producción),
Arnaud Lavaleix, Matthieu Autin, Jerôme Gonthier, Marco Casanova (Sonido), Marine Galliano (Vestuario).
Premio del Jurado del Festival
de Cannes 2019.
Estreno en Sevilla: 22 Noviembre 2019
Reparto:
Damien Bonnard
(Stéphane/Greaser), Alexis Manenti (Chris), Djebril Zonga (Gwada), Issa Perica
(Issa), Al-Hassan Ly (Buzz), Steve Tientcheu (El Alcalde), Almamy Kanoute
(Salah), Nizar Ben Fatma (Cheapskate), Raymond Lopez (Zorro), Luciano Lopez
(Luciano), Jaihson Lopez (Jaihson), Jeanne Balibar (Jefe de policía), Omar
Soumare (Macha), Sana Joachaim (Bintou), Lucas Omiri (Slim).
Sinopsis:
Stéphane acaba de unirse
a la Brigada de Lucha contra la Delincuencia de Montfermeil, un suburbio al
este de París. Allí conoce a sus nuevos compañeros, Chris y Gwada, dos agentes
experimentados en las enormes tensiones que existen entre los distintos grupos
organizados por el control del barrio.
Comentarios:
En la novela de Víctor
Hugo "Los miserables", Montfermeil es el lugar donde el protagonista,
Jean Valjean, encuentra por primera vez a Cosette, la niña explotada a la que
toma bajo su protección como si fuera su propia hija. En 2019, es un
superpoblado municipio francés, en la región de Île-de-France, a pocos
kilómetros del centro de París. Tantos años después, los miserables que la
habitan ahora son muy similares a los de entonces. Sus heridas son, desde
luego, muy parecidas. Y la característica suburbial del territorio no ha
cambiado. Ladj Ly, de padres malienses e instalado en Francia, lo muestra con
suma contundencia en esta película que sigue los pasos de tres policías que
viven su particular guerra cotidiana.
Montfermeil vive
turbiamente, en una mezcolanza de ciudadanos, jóvenes callejeros, grupos de
delincuentes, un latente integrismo islámico… El ruido y la furia. Y la euforia
por celebrar el triunfo en el Mundial de fútbol que hace que una oleada de
jóvenes se lance a las calles. Están unidos por el balón, con un cierto
sentimiento de pertenencia a una patria que dista mucho de reconocerlos. Porque
todos estos jóvenes también están asociados en la miseria y la marginación. Y
estas no viven solo durante el entusiasmo de un día. Terminada la fiesta, han
de volver a su lugar, es decir, a la 'banlieue'. Y los habitantes de
Montfermeil y los policías que lo patrullan solo necesitan de una excusa para
chocar.
Ladj Ly se revela como un
narrador impecable, no tanto como un cineasta reflexivo. Las imágenes de
"Los miserables" arden en la pantalla gracias a un montaje frenético
y a una puesta en escena tan exaltada como furibunda. Cuando la violencia
estalla (y desde el principio somos conscientes de que lo hará), Ly se hace
fuerte en los códigos del thriller urbano y los alborota con saña. Su cámara
persigue las imágenes más impactantes y desprende una inusitada potencia
gracias a unos travellings vertiginosos, a un uso ejemplar del movimiento dentro
del plano y a la utilización de pequeños zooms que aportan no solo un aire de
reportaje al relato, sino también la electricidad de la inmediatez, de la
captura frenética. El nervio visual de Ly, más llamativo aún por tratarse de un
debutante, desvela que su mirada es la de un cineasta de fuste.
No anda lejos de la
maestría un guion que maneja gran cantidad de personajes que nacen de la
veracidad, del trazo sencillo, apresados con la certidumbre de quien se siente
cerca de sus postulados vitales, de quien conoce su realidad. Y no está al
alcance de cualquiera la carga de profundidad que acumulan unos diálogos
envueltos en autenticidad.
Cierto es que, por otro
lado, Ladj Ly apunta a muchos frentes y no hace blanco en todos ellos. A su
inmersión social le sobra capacidad corrosiva, pero le falta poso. En su
retrato se echa de menos la meditación sobre los cimientos de una sociedad
insolidaria, enfangada en la enfermedad del odio, en el pavor ante el
diferente. El drama social que viven las 'banlieues' tiene muchos pliegues y
"Los miserables" horada solo en algunos. No obstante, entre el
tremendismo de sus imágenes, Ly se esfuerza en no caer en lo maniqueo. En su
universo urbano, los policías no son unos sujetos sedientos de sangre (entre
ellos, queda claro que hay disparidad de pareceres y comportamientos). Tampoco
son un magma uniforme los menesterosos habitantes de Montfermeil. Pero en la
excitación de su retrato, la película quizá encuentra una excusa para no
sumergirse en causas, principios y preguntas.
En cualquier caso, “Los
miserables” es un notable ejemplo de cine comprometido, de cine aguerrido, que
encuentra en el combate un arma para recrear la realidad desde la mirada
incómoda de quien no contemporiza, de quien no se amolda a ritmos visuales convencionales
ni a proposiciones acomodadas. Y el hecho de que, en pleno 2019, un cineasta se
acuerde de la novela de Víctor Hugo (y no para convertirla en un aparatoso
musical), ha de ser visto, por fuerza, con tanta simpatía como interés. (Miguel
Ángel Palomo)
Recomendada.
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