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domingo, 24 de noviembre de 2019

Los miserables (Ladj Ly, 2019)


Título original: Les misérables. Dirección: Ladj Ly. País: Francia. Año: 2019. Duración: 102 min. Género: Drama, Thriller.  
Flora Volpelière (Montaje), Julien Poupard (Fotografía), Ladj Ly, Giordano Gederlini, Alexis Manenti (Guión), Pink Noise (Música), Toufik Ayadi, Christophe Barral (Producción), Arnaud Lavaleix, Matthieu Autin, Jerôme Gonthier, Marco Casanova (Sonido), Marine Galliano (Vestuario).
Premio del Jurado del Festival de Cannes 2019.
Estreno en Sevilla: 22 Noviembre 2019

Reparto:
Damien Bonnard (Stéphane/Greaser), Alexis Manenti (Chris), Djebril Zonga (Gwada), Issa Perica (Issa), Al-Hassan Ly (Buzz), Steve Tientcheu (El Alcalde), Almamy Kanoute (Salah), Nizar Ben Fatma (Cheapskate), Raymond Lopez (Zorro), Luciano Lopez (Luciano), Jaihson Lopez (Jaihson), Jeanne Balibar (Jefe de policía), Omar Soumare (Macha), Sana Joachaim (Bintou), Lucas Omiri (Slim).

Sinopsis:
Stéphane acaba de unirse a la Brigada de Lucha contra la Delincuencia de Montfermeil, un suburbio al este de París. Allí conoce a sus nuevos compañeros, Chris y Gwada, dos agentes experimentados en las enormes tensiones que existen entre los distintos grupos organizados por el control del barrio.

Comentarios:
En la novela de Víctor Hugo "Los miserables", Montfermeil es el lugar donde el protagonista, Jean Valjean, encuentra por primera vez a Cosette, la niña explotada a la que toma bajo su protección como si fuera su propia hija. En 2019, es un superpoblado municipio francés, en la región de Île-de-France, a pocos kilómetros del centro de París. Tantos años después, los miserables que la habitan ahora son muy similares a los de entonces. Sus heridas son, desde luego, muy parecidas. Y la característica suburbial del territorio no ha cambiado. Ladj Ly, de padres malienses e instalado en Francia, lo muestra con suma contundencia en esta película que sigue los pasos de tres policías que viven su particular guerra cotidiana.
Montfermeil vive turbiamente, en una mezcolanza de ciudadanos, jóvenes callejeros, grupos de delincuentes, un latente integrismo islámico… El ruido y la furia. Y la euforia por celebrar el triunfo en el Mundial de fútbol que hace que una oleada de jóvenes se lance a las calles. Están unidos por el balón, con un cierto sentimiento de pertenencia a una patria que dista mucho de reconocerlos. Porque todos estos jóvenes también están asociados en la miseria y la marginación. Y estas no viven solo durante el entusiasmo de un día. Terminada la fiesta, han de volver a su lugar, es decir, a la 'banlieue'. Y los habitantes de Montfermeil y los policías que lo patrullan solo necesitan de una excusa para chocar.
Ladj Ly se revela como un narrador impecable, no tanto como un cineasta reflexivo. Las imágenes de "Los miserables" arden en la pantalla gracias a un montaje frenético y a una puesta en escena tan exaltada como furibunda. Cuando la violencia estalla (y desde el principio somos conscientes de que lo hará), Ly se hace fuerte en los códigos del thriller urbano y los alborota con saña. Su cámara persigue las imágenes más impactantes y desprende una inusitada potencia gracias a unos travellings vertiginosos, a un uso ejemplar del movimiento dentro del plano y a la utilización de pequeños zooms que aportan no solo un aire de reportaje al relato, sino también la electricidad de la inmediatez, de la captura frenética. El nervio visual de Ly, más llamativo aún por tratarse de un debutante, desvela que su mirada es la de un cineasta de fuste.
No anda lejos de la maestría un guion que maneja gran cantidad de personajes que nacen de la veracidad, del trazo sencillo, apresados con la certidumbre de quien se siente cerca de sus postulados vitales, de quien conoce su realidad. Y no está al alcance de cualquiera la carga de profundidad que acumulan unos diálogos envueltos en autenticidad.
Cierto es que, por otro lado, Ladj Ly apunta a muchos frentes y no hace blanco en todos ellos. A su inmersión social le sobra capacidad corrosiva, pero le falta poso. En su retrato se echa de menos la meditación sobre los cimientos de una sociedad insolidaria, enfangada en la enfermedad del odio, en el pavor ante el diferente. El drama social que viven las 'banlieues' tiene muchos pliegues y "Los miserables" horada solo en algunos. No obstante, entre el tremendismo de sus imágenes, Ly se esfuerza en no caer en lo maniqueo. En su universo urbano, los policías no son unos sujetos sedientos de sangre (entre ellos, queda claro que hay disparidad de pareceres y comportamientos). Tampoco son un magma uniforme los menesterosos habitantes de Montfermeil. Pero en la excitación de su retrato, la película quizá encuentra una excusa para no sumergirse en causas, principios y preguntas.
En cualquier caso, “Los miserables” es un notable ejemplo de cine comprometido, de cine aguerrido, que encuentra en el combate un arma para recrear la realidad desde la mirada incómoda de quien no contemporiza, de quien no se amolda a ritmos visuales convencionales ni a proposiciones acomodadas. Y el hecho de que, en pleno 2019, un cineasta se acuerde de la novela de Víctor Hugo (y no para convertirla en un aparatoso musical), ha de ser visto, por fuerza, con tanta simpatía como interés. (Miguel Ángel Palomo)
Recomendada.


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