Los administradores y autores del blog de Linterna Mágica nos vamos de vacaciones. Os deseamos un maravilloso verano y os citamos de nuevo a principio de septiembre para continuar hablando de cine a pesar de todos los pesares que sufrimos en este país.
Título original: El mundo es nuestro. Dirección:
Alfonso Sánchez. País: España. Año: 2012. Duración: 87 min. Género: Comedia.
Guión: Alfonso Sánchez. Producción: Alfonso Sánchez y Álvaro
Alonso. Música: Maravilla Gipsy Band.
Fotografía: Daniel Mauri. Montaje: Carlos Crespo. Dirección Artística: Mar García. Vestuario: Consuelo Bahamonde. Estreno
en España: 22 Junio 2012.
Intérpretes:
Alfonso Sánchez (el “Cabesa”), Alberto López (el Culebra), Alfonso Valenzuela
(Ricardo), Joserra Leza (Don Manuel), María Cabrera (Sabina), Daniel Morilla
(Fran), Olga Martínez (Olga), Francisco Torres (Paco), Pepe Rodríguez (Fermín),
Mari Paz Sayago (reportera), Antonio Dechent (Delegado del Gobierno).
Sinopsis:
El “Cabesa” y el
Culebra, dos raterillos sevillanos de poca monta, deciden dar un gran golpe:
atracar una sucursal bancaria y huir a Brasil. Pero lo que se suponía un
trabajo sencillo se complica debido a la irrupción repentina de Fermín, un
empresario cincuentón cargado de explosivos, que exige la presencia de la televisión
para denunciar su precaria situación económica. Así pues, un simple atraco se
convierte en un secuestro en toda regla con rehenes y explosivos de por medio.
Alberto López y Alfonso Sánchez
Calificación: 6, Aceptable.
Lo mejor de la película: Las referencias
a la situación económica actual y a asuntos locales (especialmente sobre la Semana Santa) provocan la
carcajada: la película entretiene y divierte. Un detalle impagable: la reportera a pie de calle. Los personajes protagonistas que triunfaron en internet dan su salto a la gran pantalla gracias al crowdfunding o financiación en masa. Se convierte así en el primer largometraje español financiado en parte por este método.
Lo peor de la película: El tema y las
situaciones planteadas están ya bastante trillados en el cine. La novedad está
en enclavarlos en Sevilla, salpicándolos de guiños al espectador local, pero
precisamente este localismo es lo que puede dificultar su éxito fuera de
nuestro entorno. La interpretación de los actores es desigual: algunos secundarios dan un desagradable tono de
sainete a la película.
Título original: Carmina o revienta. Dirección y guion: Paco León. País: España. Año: 2012. Género: Comedia dramática. Producción
ejecutiva: Álvaro
Alonso y Paco León. Música: Pony Bravo. Fotografía: Juan González Guerrero. Montaje: Ana Álvarez Ossorio-Guerrero. Dirección artística:
Antonio Estrada. Vestuario: Esther Vaquero. Estreno en España: 5 Julio 2012.
Intérpretes: Carmina Barrios (Carmina), María León (María), Paco
Casaus (Antonio), Ana Mª García (Ani), Raimundo Carrasco, Fran Torres, Miguel
Alcíbar, José Mari Bizcocho.
Sinopsis:
Carmina, una señora de 58 años, inventa una
manera de recuperar los 80 jamones que le han robado, para que su familia pueda
seguir adelante. Mientras espera el desenlace del plan, reflexiona sobre su
vida, obra y milagros.
Carmina Barrios
Calificación: 7, Buena.
Lo mejor de la película: Fantástico debut de Paco León, que le coge el
pulso a este falso documental que te hace empatizar con su protagonista. Grandes
dosis de humor con un trasfondo dramático. Un canto de esperanza a todos aquellos
que ahora tienen una situación económicamente mal. De todo se puede salir, sólo
hace falta echarse adelante, coger impulso, caminar antes que reventar. Enhorabuena
a Paco León y, sobe todo, a su estupenda madre, Carmina, que estásoberbia.
Lo peor de la película: Algunos estómagos no podrán soportar un
vocabulario tan deslenguado, pero es auténtico, como la vida misma.
El actor Ernest Borgnine, ganador de un Oscar
y un Globo de Oro por su papel en la película “Marty” (1955), murió a
los 95 años. Borgnine murió de insuficiencia renal en el hospital Cedars-Sinai
Medical Center de Los Angeles, en California, acompañado de su esposa e hijos,
según recoge el diario Washington Post. El actor, de origen italiano, era
conocido por sus personajes de “malo” y pasará en la historia del cine por ser
quien golpea a Frank Sinatra en “De aquí a la eternidad”' y encarnar
a uno de los matones que amenaza a Spencer Tracy en “Conspiración del silencio”.
En Estados Unidos los amantes de la televisión le recordarán como el oficial de
la Marina Quinton McHale en la serie “McHale Navy”.
Borgnine en "Marty"
Nacido el 24 de enero de 1917 en Hamden
(Connecticut) Borgine era hijo de inmigrantes italianos. A los 18 años,
mientras decidía su futuro, se alistó en la Marina, aunque lo dejó y volvió en
1941 para servir en la Segunda Guerra Mundial hasta 1945. Tras tomar unas
clases de actuación en la Randall School of Drama en Hartford entró en la
compañía de teatro de Robert Porterfield, donde estuvo cuatro años. Su gran
salto lo dio en 1949 cuando debutó en Broadway haciendo un papel de enfermero
en “Harvey”,
después del cual vino su primera película como Bill Street en “The
Whistle at Eaton Falls”(1951).
Su carrera despegó en 1953 cuando fue elegido
para el papel del sargento 'Fatso' Judson en “De aquí a la eternidad
(1953)”, que le ayudó a conseguir numerosos papeles de secundario en dramas y
películas del Oeste. En 1955 recibió un Oscar por el papel de Marty Piletti en
la película ”Marty”, en la que encarnaba a un carnicero tímido y sensible.
Borgnine se impuso a actores de peso como Spencer Tracy, Frank Sinatra, James
Dean y James Cagney.
Borgnine en "De aquí a la eternidad"
Posteriormente vinieron otros títulos como “Estación
Polar Zebra” (1968) y “El emperador del norte” (1973) y
numerosos papeles en televisión como “McHale's
Navy” (1962), “Airwolf” (1984) y
en 1995 formó parte de algunos capítulos de “The Single Guy”. En sus más de seis décadas dedicado al séptimo
arte ha participado en más de 100 películas y ha doblado la voz de películas
animadas como "Todos los perros van al cielo 2" (1996).
Borgnine estaba casado con Tova Borgnine, con
quien contrajo matrimonio en 1973, aunque a lo largo de su vida se casó en
otras cuatro ocasiones. Su primera esposa fue Rhoda Kemins entre 1949 y 1958,
con quien tuvo un hijo; posteriormente se casó con Katy Jurado, entre 1959 y
1963; un año más tarde con Ethel Merman y en 1965 con Donna Rancourt, con quien
tuvo tres hijos.
Borgnine posando con su Oscar y su Globo de Oro
En este nuevo siglo, Bornine no se jubiló:
fue finalista a un Globo de Oro por el telefilme “Un abuelo por Navidad” y
a un tercer Emmy por su aparición en “Urgencias” (2009); y escribió su
autobiografía, “Ernie”, que le empujó a recorrer EE UU de nuevo en su
promoción. En 2010 actuó en un taquillazo, “Red”, con Bruce Willis,
John Malkovich, Morgan Freeman o Helen Mirren.
Inmenso, en el rostro de Borgnine no había
huella de cansancio, solo de su edad.
Hoy le recordamos de nuevo en “De
aquí a la eternidad”, peleándose con Frank Sinatra e interviniendo para
mediar la pelea el gran Burt Lancaster. Descansa en paz, Ernie.
En plena efervescencia de los filmes de corte
histórico, North fue contratado para escribir la banda sonora de Cleopatra
(1963), dirigida porJoseph
L. Mankiewicz, una de sus
creaciones más insignes. Si bien trabajó con música que evocaba la época, primó
un tratamiento contemporáneo que aplicó especialmente en lo romántico, para
hacer que película y personajes fueran más accesibles al público.Sin embargo, no eludió
la temática legendaria, centrada en imponentes fanfarrias y predominio del
metal.
Este tipo de cine no era la especialidad de
North, quien salvo Espartaco (1960), sólo había participado en filmes de
presupuestos muy modestos (de la mano de directores como John Huston, Elia
Kazan o Martin Ritt), pero aun así supo estar a la altura de las
circunstancias: su música no fue grandilocuente pero sirvió para engrandecer el
filme; fue cauto en lo dramático, pero expresó la felicidad y las desdichas de
la reina del Nilo. En su viaje a Egipto llegó al epicentro de los sentimientos
humanos.
Alex North siempre ha sido uno de los grandes
compositores del siglo XX. Nació en Chester, Pensylvania (EE UU), el 4 de
diciembre de 1910, y murió en Los Ángeles (EE UU), el 8 de septiembre de 1991.
Su primera partitura para el cine fue Un
tranvía llamado deseo (1951), que ayudó a que el jazz se asentara en el
cine.
Su mayor revés profesional se lo llevó en
1968. Stanley Kubrick le había encargado la música de 2001, una odisea en el espacio. North creó para él una partitura
que el propio autor consideraba como lo mejor que había hecho hasta entonces.
Pero Kubrick decidió finalmente utilizar música clásica en el film y ni
siquiera tuvo el detalle de avisar al compositor, que descubrió lo que pasaba
en la misma sala de cine durante el estreno de la película.
Fue candidato al Óscar en 14 ocasiones pero nunca
lo consiguió. Sin embargo la Academia de Hollywood reparó en parte esa
injusticia concediéndole en 1986 un Óscar honorífico por toda su carrera, el
primero que se otorgaba hasta entonces a un músico de cine.
Su filmografía es digna de ser interpretada
en salas de concierto, y Cleopatra no es, ni mucho menos, una excepción.
Es un score ecléctico y lleno de armonía, predominando las melodías de tono
sereno que describen con pulcra exactitud el devenir de unos personajes y de
unas situaciones casi siempre bordeando lo dramático.
Os proponemos escuchar el tema que lleva por título
Cleopatra de esta fantástica Banda
Sonora.
El culto a una obra legendaria del cine
podría traspasar en breve la barrera del mero romanticismo y convertirse en una
cantidad obscena de dólares. Se trata de uno de los cuatro póster que aún
existen de “Metrópolis”, el clásico
del director alemán Fritz Lang de 1927 y que saldrá a subasta en unos días, de
acuerdo a The Hollywood Reporter.
Es, además de una gran oportunidad para
coleccionistas, un proceso de bancarrota que ha obligado a su dueño, Kenneth
Schacter, a deshacerse del póster que adquirió por 650.000 dólares en marzo de
2005 y que ahora podría alcanzar el millón de dólares, un nuevo récord para un
cartel cinematográfico.
La obra formaría parte de un paquete en el
que se incluirían un póster de “King Kong” de 1933, que competiría en precio
con el de la cinta de Lang, y un afiche de “El hombre invisible”, también de
1933 y que en total supondría una venta de hasta cinco millones de dólares.
El cartel de “Metrópolis” fue diseñado en su
momento por el pintor Heinz Schulz-Neudamm por encargo del propio Lang,
obsesionado con la cinta basada en la novela de su mujer Thea von Harbou y que
supuso una revolución para la época.
Ese mismo año “Wings” (Alas), fue la primera y única cinta muda en alzarse con el Óscar
a la Mejor Película. Mucho tiempo después, en 2012, “The Artist” se ha
convertido en la segunda película muda en lograr semejante honor. 1927 fue por
tanto un punto de inflexión entre el cine silente y el cine con sonido sincronizado.
Lang irrumpió en escena con una distopía urbana
futurista ambientada en el año 2000. Con el paso del tiempo “Metrópolis” se
convirtió en una obra cumbre del expresionismo alemán y en una revolución para
el séptimo arte con un gueto subterráneo de fondo donde residían los obreros
del siglo recién estrenado.
Empujados por un robot, la clase obrera se
acaba por rebelar contra la clase intelectual, en un largometraje de 210
minutos de duración en su versión alemana y protagonizada por Brigitte Helm,
Gustav Frohlich y Alfred Abel. Toda una joya del cine universal, cuyo póster se
subastará en breve , pudiéndose convertir en el poster de un millón de dólares.
Título original: Elles. Dirección: Malgoska Szumowska. Países: Francia, Polonia y Alemania. Año: 2011. Duración: 99 min. Género: Drama. Guión: Tine Byrckel y Malgoska Szumowska. Producción: Marianne Slot. Música: Pawel Mykietyn. Fotografía: Michael Englert. Montaje: Françoise Tourmen y Jacek Drosio. Dirección artística:
Pauline Bourdon. Vestuario: Katarzyna Lewinska. Estreno en Francia: 1 Febrero 2012. Estreno en España: 22 Junio 2012.
Intérpretes: Juliette Binoche (Anne), Anaïs Demoustier (Charlotte), Joanna Kulig
(Alicja), Louis-Do de Lencquesaing (Patrick), François Civil (Florent).
Sinopsis:
Anne, una mujer adinerada, madre de dos
hijos, afincada en París y periodista de investigación para la revista Elle,
está escribiendo un artículo sobre la prostitución estudiantil. Sus encuentros
con dos universitarias ferozmente independientes, Alicja y Charlotte, le
producen un profundo desasosiego, obligándole a poner en duda sus convicciones
más arraigadas acerca del dinero, la familia y el sexo.
Joanna Kulig
Calificación: 6, Aceptable.
Lo mejor de la película: El planteamiento inicial de un tema tan
interesante como la prostitución estudiantil estudiada por una periodista. Las jóvenes
actrices Anaïs Demoustier y Joanna Kulig están muy bien. La soberbia Binoche,
siempre fantástica.
Lo peor de la película: La polaca Szumowska plantea una metáfora entre la situación de las dos jóvenes
entrevistadas por Anne, universitarias que se costean los estudios a través de
la prostitución, y la vida lujosa y vacía al mismo tiempo de la propia Anne, con
una familia con la que apenas se comunica. El problema es que la metáfora no se hace
creíble. Nadie puede entender que el aburrimiento de Anne le lleve a desear la
situación de sus entrevistadas. Por otro lado, un poco menos de cámara en mano,
estaría mejor.
Cuando en los años 30 los
maquilladores de Hollywood se reunieron para designar a “la mujer perfecta”,
eligieron la mandíbula de Joan Crawford, la frente de Greta Garbo, los ojos de
Claudette Colbert, la boca de Lupe Vélez y la nariz de Constance Bennett, para
formar el retrato-robot correspondiente.
Nacida en Texas,
ilegítima, el verdadero nombre de Joan Crawford era Lucille Fay LeSueur. Desde
los 9 años trabajó duramente para huir de la miseria en la que se veía inmersa.
Su inquebrantable energía y la autodisciplina que se impuso le permitieron rápidos
progresos, y pronto se convirtió en la “tercera de la izquierda de la última
fila” de coristas de un conocido espectáculo neoyorquino, del que saltó al
cine.
Estrella exclusiva de la
Metro durante diecisiete años, su inicial imagen de ingenua y flapper fue evolucionando
hasta convertirse en un velado reflejo de su propia personalidad,
temperamental, dominante, autoritaria e indestructible.
El único Óscar de su
carrera lo recibiría en 1946 por Mildred Pierce (Alma en suplicio), cuando la
estrella ya había abandonado el estudio que la lanzó a finales del período mudo
y reanudaba como independiente su carrera, que se prolongaría hasta 1970 con
más de ochenta títulos.
Si el éxito la acompañó en
todas sus empresas, no ocurrió otro tanto con su vida privada. Sus tres
primeros matrimonios, con los actores Douglas Fairbanks, Jr, Franchot Tone y
Philip Terry, naufragaron estruendosamente. Solo el cuarto marido, Alfred
Steele, presidente de Pepsi-Cola, pareció llevarse bien con ella. Pero su súbita
muerte, en 1959, dejó sola a la estrella con sus cuatro hijos adoptivos, que
pronto abandonarían el hogar huyendo de la férrea disciplina y el cruel
autoritarismo que se les imponía.
Como dijo machistamente la
revista Life, que en 1937 la había
proclamada “Primera Reina del Cine”, “es
un axioma de Hollywood que las películas favoritas son normalmente hechas por
mujeres. El público de Joan Crawford es predominantemente femenino,
predominantemente ignorante. Antigua dependiente ella misma, fue elevada al
estrellato como el sueño de todas las dependientes”.
Hoy la recordamos en una
de sus primeras apariciones en el cine, de la mano de director Tod Browning,
interpretando el personaje de Nanon, en la película “Garras Humanas” (1927). En
la secuencia que veremos Nanon es el blanco de un lanzador de cuchillos manco,
Alonzo, interpretado por Lon Chaney. La Crawford esta jovencísima,
prácticamente irreconocible.