miércoles, 29 de enero de 2020
El lago del ganso salvaje (Diao Yinan, 2019)
Título original: Nan Fang Che Zhan De Ju
Hui. Dirección: Diao Yinan. País: China. Año: 2019. Duración: 117
min. Género: Thriller, Cine Negro.
Kong Jinlei, Matthieu
Laclau (Montaje), Dong Jingsong (Fotografía), Diao Yinan (Guión), B6 (Música), Green Ray Films, Memento, Shen Yang (Producción), Li Li (Producción
ejecutiva), Zhang Yang (Sonido),
Li Hua (Maquillaje), Liu Quiang (Vestuario), Liu Qiang (Dirección Artística).
Sección Oficial del
Festival de Cannes 2019.
Estreno en Sevilla: 24 Enero 2020
Reparto:
Gwei Lun-Mei (Liu Aiai),
Hu Ge (Ahou Zenong), Liao Fan (Capitán Liu), Regina Wan, Zeng Meihuizi (Ping
Ping), Huang Jue (Yan Ge), Qi Dao, Wan Quian (Yang Shujun), Qui Dao (Hua Hua),
Chen Yongzhong (Cliente).
Zhou Zenong es un
gángster que, recién salido de la cárcel, se convierte en fugitivo tras una
reunión de bandas que acaba con la muerte de un policía. Tratando de esconderse
mientras se recupera de sus heridas, Zhou se encuentra con Liu Aiai, una
prostituta que puede haber sido enviada para ayudarle, o bien para entregarlo
al capitán de la policía a cambio de una cuantiosa suma. Perseguido por las
bandas y por un dispositivo policial que parece abarcar toda la ciudad, Zhou
deberá enfrentarse a los límites de lo que está dispuesto a sacrificar tanto
por esta extraña como para la familia que dejó atrás
Comentarios:
La China contemporánea
tiene quien la filme. Y de qué modo. Cada uno de ellos con el drama por
bandera, aunque todos sumergiéndose en el thriller social en alguna de sus
películas, Jia Zhang-ke, Wang Bing, Wang Xiaoshuai, Feng Xiaogang y Diao Yinan,
entre otros, se han adentrado en los bajos fondos y las contradicciones
políticas y sociales de un país en la encrucijada en interesantísimas obras
recientes como “La ceniza es el blanco más puro”, “Bitter money”, “Hasta
siempre, hijo mío”, “Yo no soy Madame Bovary” y “Black coal”. Un panorama entre
la decrepitud y el hastío, de desoladoras imágenes filmadas con belleza y
elegancia, en el que reincide el último de ellos con “El lago del ganso salvaje”,
cinco años después de su triunfo en el Festival de Berlín con “Black coal”.
Las peleas sucias y secas
del cine de Diao Yinan, ásperas y sin la espectacularidad habitual de la
mayoría de los montajes del cine de hoy, con planos alargados en el tiempo
donde la rudeza de la acción se hace aún más real, vuelven en su nuevo trabajo,
en el que las bandas mafiosas, a la manera de los clásicos del cine americano,
se reparten calles y zonas de Hangzhou, ciudad de nueve millones de habitantes,
aunque no tanto para vender drogas, que también, sino sobre todo para mangar
motocicletas, especialidad para la que incluso dan cursillos prácticos a los
novatos en los clanes.
De estructura un tanto
endiablada, “El lago del ganso salvaje” narra en el hilo conductor (en el
presente) de su primera hora de metraje el encuentro nocturno entre una
prostituta y un gánster que ha matado a un policía por error. La lluvia
constante y los continuos flashbacks explicativos de lo ocurrido hasta ese
momento hacen pensar inevitablemente en “Rashomon”, a pesar de que no sean
distintos puntos de vista sobre el mismo asunto sino diversificaciones de las
tramas. Sin embargo, llegado el núcleo central, la narración deja el pasado
para ir avanzando en la pesadilla nocturna de huida del hombre y la mujer,
mientras el director traza un panorama yermo de una ciudad que se antoja horrenda
y a la vez fascinante.
El cine atmosférico de
Diao, la nieve en “Black coal”, la lluvia y la niebla en ésta, se complementa
esta vez con los neones y las luces de la noche, de colores contrastados muy al
estilo oriental, y explosiona en la maravillosa secuencia de la feria, de baile
godardiano con zapatillas de fosforescencia en las suelas, y el Rasputin de
Boney M. de fondo. Un instante de tensa tranquilidad en una obra de cine negro
donde el retrato social del país se antoja feroz, deslumbrante, mísero y casi
romántico. (Javier Ocaña)
Recomendada.
martes, 28 de enero de 2020
domingo, 26 de enero de 2020
Jojo Rabbit (Taika Waititi, 2019)
Título original: Jojo Rabbit. Dirección: Taika Waititi. País: USA. Año: 2019. Duración: 108 min. Género: Comedia Dramática.
Guión: Taika Waititi (basado en una novela de Christine Leunens). Fotografía: Mihai Malaimare Jr. Música: Michael Giacchino, Des Hamilton. Montaje: Tom Eagles. Vestuario: Mayes C. Rubeo. Maquillaje y Peluquería: Dannelle Satherly. Producción ejecutiva: Kevan Van Thompson. Producción: Carthew Neal, Taika Waititi, Chelsea Winstanley.
Oscar 2019 al Mejor Guión adaptado. BAFTA 2019 al Mejor Guión adaptado. Nominada a Mejor Película (Comedia) en los Globos de Oro 2019. Premio a la Mejor Película en el Festival de Toronto 2019.
Fecha del estreno: 17 Enero 2020 (España)
Reparto:
Roman Griffin Davis
(Jojo), Thomasin McKenzie (Elsa), Taika Waititi (Adolf), Rebel Wilson (Fraulein
Rahm), Stephen Merchant (Deertz), Alfie Allen (Finkel), Sam Rockwell (Capitán
Klenzendorf), Scarlett Johansson (Rosie).
Sinopsis:
Jojo "Rabbit" Betzler
es un solitario niño alemán perteneciente a las Juventudes Hitlerianas que ve
su mundo puesto patas arriba cuando descubre que su joven madre Rosie esconde
en su ático a una niña judía. Con la única ayuda de su mejor amigo imaginario,
un niño un poco idiota, Jojo deberá enfrentarse a su ciego nacionalismo.
Comentarios:
La puntual y sanísima
tradición de la risa alrededor del nazismo, de su poderosa y ridícula
parafernalia, nacida incluso con Adolf Hitler en vida, con “Ser o no ser”, de
Ernst Lubitsch (“¡Heil, yo mismo!”), con “El gran dictador”, de Charles Chaplin
(“Demokratia schtunk!”), tiene un nuevo capítulo con “Jojo Rabbit”, película
del talentoso neozelandés Taika Waititi, basada en la novela de Christine
Leunens “El cielo enjaulado”.
Aparente comedia negra,
por su temática, en realidad de tono tirando a blanco pues la carcajada cruel
aparece en menor medida que la pantomima y que incluso el melodrama, “Jojo
Rabbit” acaba siendo una estupenda película para toda la familia, con todo lo
que ello conlleva: sus virtudes populares y sus inevitables defectos melosos e
intrascendentes. Waititi, desmitificador del universo vampírico en la
tronchante “Lo que hacemos en las sombras” (2014), apólogo de la fortaleza lúdica
y de la frescura superheroica en “Thor: Ragnarok” (2017), ha compuesto una
sátira sobre la necesidad de los afectos en la edad infantil a partir de una
situación fabulosa y arriesgadísima: un crío de la Alemania nazi que tiene en
Hitler a su amigo imaginario, lo que da pie a los mejores momentos de la
película, junto a las brillantes secuencias de arranque en el campamento de las
juventudes hitlerianas y a la preciosa amistad con el niño gordo.
Waititi, también
intérprete del dictador, reúne en su brillante gestualidad física y en su
tonalidad de voz el peligroso absurdo, el patetismo y la inevitable comicidad
de un personaje trágico para la historia. Y, como director, parece haberse
inspirado en el cine de Wes Anderson, tanto en el uso del color como en la
frontalidad de los planos, conformando así un cuento procaz sobre la facilidad
de matar y, ay, lo más discreto de la película, una fábula moral sobre la
amistad entre diferentes, el crío nazi y el arquetipo judío de Ana Frank, que
en algún momento recuerda demasiado a “El niño con el pijama de rayas”.
Mejor cuanto más
despiadada y sinvergüenza, “Jojo Rabbit”, candidata a seis premios Oscar, será
recordada en mayor medida por sus chistes insolentes y por sus deslumbrantes
montajes musicales que por su aliento humanista, más tristón que emotivo. Pero
eso, en una obra sobre un tema tan comprometido, supone un doble mérito. (Javier
Ocaña)
Recomendada.
viernes, 24 de enero de 2020
El reflejo de Sibyl (Justine Triet, 2019)
Título original: Sibyl. Dirección: Justine Triet. País: Francia. Año: 2019. Duración: 100
min. Género: Drama.
Guion:
Justine Triet, Arthur Harari. Fotografía: Simon Beaufils. Montaje: Laurent Sénéchal. Sonido: Julien Sicart, Ingrid Simon. Producción: David Thion, Philippe
Martin. Compañía Productora: Les
Films Pelléas.
Presentada en la sección oficial
del Festival de Cannes 2019 y en el Festival de Cine Europeo de Sevilla 2019.
Estreno en Sevilla: 10
Enero 2020
Reparto:
Virginie Efira, Adèle
Exarchopoulos, Gaspard Ulliel, Sandra Hüller, Laure Calamy, Niels Schneider.
Sinopsis:
Sibyl es una terapeuta
que decide volver a dedicarse a la que es su verdadera pasión: la escritura.
Para poder hacerlo deja de ver a todos sus pacientes, lo que le permite poder
centrarse en las historias que quiere escribir. Sin embargo, su tranquilidad se
ve trastocada con la llamada de Margot, una joven actriz de vida tumultuosa que
suplica verla. La escritora acepta, sin sospechar que las revelaciones de su
nueva paciente están a punto de cambiar su vida para siempre.
Comentarios:
Con tres películas en su
haber como directora, Justine Triet es una desconocida en nuestro país. Ahora
repite con la bella Virginie Efira (Un amor imposible) tras “Los casos de
Victoria”, en un nuevo retrato de mujer moderna y empoderada que busca el amor
y la felicidad debiendo superar para ello traumas y trastornos de diversa
índole. Ahora para colmo es una psicóloga que abandona sus pacientes para
dedicarse a la literatura, hasta que descubre en una de ellas la fuente de
inspiración perfecta. Un argumento que parece derivar en comedia, y algo de
humor queda en el resultado, pero que adopta más bien las hechuras de un
thriller romántico y dramático en el que ficción y realidad se confunden hasta
el punto de hacerse difícil de seguir, provocando con ello la confusión y el
desinterés. Lo peor sin embargo reside en comprobar una vez más cómo muchas
veces es la propia mujer su peor enemiga, de forma que Triet somete a sus personajes
femeninos a histerias de todo tipo, dependencias del hombre, por quien sufre y
padece, y traiciones entre ellas, cuando no las consuela con alcohol y otras
dependencias. Lástima porque por otro lado queda la intención de comparar a
quien realiza un film con un psicoanalista, y ahí la función resulta más
simpática y convincente. Contar con algunos de los rostros más atractivos del
cine francés actual, como la mencionada Virginie Efira, Adéle Exarchopoulos (La
vida de Adèle), Gaspard Ulliel (Solo el fin del mundo) o Paul Hamy (El
ornitólogo), así como la protagonista de Toni Erdmann, Sandra Hüller, no hace
que este trabajo remonte demasiado el vuelo en sus tristes y a nuestro juicio
equivocados planteamientos. (Juan José Roldán)
No
Recomendada.
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