Título
original: The Hurt Locker. Dirección: Kathryn
Bigelow. País: USA. Año: 2008. Duración: 125 min. Género:
Drama, Bélico.
Mark Boal (Guión), Marco Beltrami, Buck Sanders (Música), Barry Ackroyd (Fotografía), Chris Innis, Bob Murawski (Montaje), Kathryn Bigelow, Mark Boal, Nicolas
Chartier, Greg Shapiro. (Producción).
Ganadora de 6 Oscars 2009
(incluido Mejor Película y Mejor Dirección)..
Nominada al Globo de Oro 2009 a Mejor Película, Mejor Dirección y Mejor
Guión. Premio SIGNIS en el Festival de Venecia 2008. 6 Premios BAFTA 2009 (incluyendo
Película, Dirección y Guión).
Estreno en España: 27 enero 2010.
Reparto: Jeremy Renner (sargento
de primera clase William James), Anthony Mackie (sargento JT Sanborn), Brian
Geraghty (especialista Owen Eldridge), Christian Camargo (teniente coronel John
Cambridge), Guy Pearce (sargento mayor Matt Thompson), Ralph Fiennes (jefe de
la unidad de contratistas militares), David Morse (coronel Reed), Evangeline
Lilly (Connie James).
Sinopsis:
En Irak, una unidad de
élite de artificieros norteamericanos actúa en una caótica ciudad donde
cualquier persona puede ser un enemigo y cualquier objeto, una bomba. El jefe
del grupo, el sargento Thompson, muere en el transcurso de una misión y es
sustituido por el impredecible y temerario sargento William James (Jeremy
Renner). Cuando falta poco para que la brigada sea relevada, el imprudente
comportamiento de James hará que dos de sus subordinados, se planteen
seriamente el riesgo que corren.
Principal apóloga de lo
que podría denominarse, con permiso de Beatriz Preciado, una sensibilidad
testo-yonqui en el cine de consumo norteamericano, Kathryn Bigelow recupera en
este avasallador, enérgico proyecto ese gusto por lo abstracto que convirtió su
carta de presentación –“The Loveless” (1982), tan apreciada por el afinado
olfato de Cabrera Infante- en descendiente directa de la mirada fetichista del
germinal “Scorpio rising” (1962) de Kenneth Anger. “En tierra hostil” no es
exactamente una película bélica: si hubiese que adscribirla a un género, sin
duda encajaría mejor en el de la épica profesional, cuyas ficciones se
sustentan en la mera crónica de la ejecución de un trabajo por parte de un
grupo de -competentes y entregados- profesionales. En suma, películas de la
familia de “Los luchadores del infierno” (1968) de Andrew W. McLaglen, “Hatari!”
(1962) de Howard Hawks o “La ley de la fuerza” (1952) de Felix Feist. En este
caso, los profesionales en cuestión son los miembros de una división de
artificieros dedicados a desactivar explosivos en la guerra de Irak,
probablemente la última palabra en profesiones límite. Algunos críticos han
reprochado a la Bigelow la falta de un posicionamiento ideológico con respecto
a la intervención americana en Irak, sin reparar en que tanto la denuncia como
la propaganda no tienen cabida justificable en el riguroso planteamiento de la
cineasta, que privilegia lo sensorial por encima de toda tentación de discurso.
"El ímpetu de la
batalla es una potente y muy a menudo letal adicción, para la guerra es una
droga", dice la cita de Christopher Lynn Hedges, ex corresponsal de guerra
del New York Times y autor del libro “War is a force that give us meaning”
(2002), del que procede la frase, que abre el relato de la Bigelow. Un relato
que, por cierto, se resuelve con un signo de puntuación final algo efectista,
que viene a subrayar que lo que interesa a la cineasta no es precisamente el
contexto, sino las corrientes de adrenalina que circulan por el interior de sus
personajes: en especial, el protagonista, interpretado por Jeremy Renner, un
híbrido de cowboy y novio de la muerte que colecciona piezas de explosivos bajo
la cama y que contempla la confección de una ensalada doméstica con la misma
aprensión de quien está asistiendo a su propia lobotomía. Película tensa,
soberbia y magistral en su manejo de set pieces que se pueden llevar por
delante, en cualquier momento, a los miembros más estelares del reparto, “En
tierra hostil” quizá no sea la película definitiva sobre la guerra de Irak,
pero, de momento, es la que mejor permite sentirla. (Jordi Costa)
Recomendada.
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