Título
original: Hannah Arendt. Dirección: Margarethe
von Trotta. País: Alemania. Año: 2012. Duración: 113 min. Género:
Drama.
Margarethe von Trotta,
Pam Katz (Guión), André Mergenthaler
(Música), Caroline Champetier (Fotografía), Bettina Böhler (Montaje), Anja Fromm (Dirección artística), Bettina Brokemper
y Johannes Rexin (Producción).
Mejor Actriz (Barbara
Sukowa) en los Premios del Cine Alemán 2012. Espiga de Plata en la Seminci de
Valladolid 2012.
Estreno en España: 21 Junio 2013.
Reparto: Barbara
Sukowa (Hannah Arendt), Friederike Becht (Hannah joven), Janet McTeer (Mary
McCarthy), Klaus Pohl (Martin Heidegger), Nicholas Woodeson (William Shawn), Axel
Milberg (Heinrich Blücher), Julia Jentsch (Lotte Köhler), Ulrich Noethen (Hans
Jonas), Michael Degen (Kurt Blumenfeld), Victoria Trauttsmansdorf (Charlotte
Beradt), Harvey Friedman (Thomas Miller), Megan Gay (Francis Wells), Claire
Johnson (Sra. Serkin), Gilbert Johnston (Profesor Kahn), Tom Leik (Jonathan
Schell).
Sinopsis:
Biografía de la filósofa
judío-alemana Hannah Arendt, discípula de Heidegger, que trabajó como
periodista en el juicio a Adolf Eichmann, el nazi que organizó el genocidio del
pueblo judío durante la II Guerra Mundial, conocida por "la solución final".
Comentarios:
Solo una persona tan
segura de sí misma es capaz de dudar como lo hizo Hannah Arendt. La duda lleva
al pensamiento y este, a las conclusiones, por muy polémicas que puedan llegar
a ser. Adolf Eichmann, en cambio, incapaz de pensar y solo de obrar, un
mediocre que nunca dudó, seguramente debido a su inseguridad, llegó a cometer
actos terribles. Arendt, filósofa y politóloga judía, y Eichmann, responsable
directo de la solución final de los judíos desde su cargo en la logística de
los transportes hacia los campos de concentración durante la II Guerra Mundial,
quedaron unidos para siempre por el extraordinario ensayo Eichmann en Jerusalén, escrito por la primera durante el juicio en
Israel del segundo, en el año 1961. Un periodo al que ahora se acerca la
interesantísima Hannah Arendt,
película de la veterana Margarethe Von Trotta que aborda todas las esquinas de
la polémica.
“Para los judíos, el
papel que desempeñaron sus dirigentes en la destrucción de su propio pueblo
constituye, sin duda alguna, uno de los más tenebrosos capítulos de la
tenebrosa historia de los padecimientos de los judíos en Europa”, escribió
Arendt en el ensayo. La colaboración con los verdugos, he ahí la bomba que
dinamitó el trabajo de Hannah y, como consecuencia, también su vida. Una
existencia ya marcada por su amor juvenil con el hombre que la enseñó a pensar,
Martin Heidegger, mito de la filosofía caído del púlpito tras su adhesión al
Partido Nazi, relación que también aborda la película a través de flashbacks.
Son las contradicciones del ser humano, de la vida, así de perra, así de cruel.
Von Trotta, lejos de la hagiografía, también se hace eco de las acusaciones de
ciertos círculos judíos contra la teoría, y coloca reiteradamente a su criatura
en una posición que usa como imagen clave de la película, y que incluso le
sirve como plano final: Hannah recostada en un sofá, dormitando, cigarro
perpetuo entre los dedos, cenicero a un lado. ¿Qué muestra? Alguien que piensa,
alguien que duda.
“Donde todos son culpables,
nadie lo es. Las confesiones de una culpa colectiva son la mejor salvaguardia
contra el descubrimiento de los culpables”, escribió en Sobre la violencia. En estos tiempos de cerrazón, de palabras
vanas, de corrección política y de reiteración de esquemas faltos de
personalidad, experimentar en el cine las vivencias de alguien como ella es un
agradecido volcán de sabiduría.
Se podría decir que Hannah Arendt es la película ideal para
cualquier estudiante de Filosofía, de Derecho, de Ciencias Políticas, de
Sociología, de Periodismo. ¿Solo estudiantes? No, también para los
profesionales que aún tengan la capacidad de dudar, cada vez menos, de hacerse
preguntas. Pensar, no como Eichmann, para intentar llegar a certezas. (Javier
Ocaña)
Recomendada.
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