Güeros, de Alonso Ruizpalacios

Título original: Güeros. Dirección: Alonso Ruizpalacios. País: México. Año: 2014. Duración: 108 min. Género: Comedia, Drama, Road-Movie. Producción: Ramiro Ruiz Ruiz Funes. Guión: Alonso Ruizpalacios, Gibrán Portela. Fotografía: Damian García. Montaje: Yibrán Assuad, Ana García. Sonido: Zulu, Gabriel Reyna, Kiyoshi Osawa. Música: Tomas Barreiro. Dirección de arte: Sandra Cabriada. Estreno en España: 8 Mayo 2015.

Intérpretes: Tenoch Huerta, Sebastián Aguirre, Ilse Salas, Leonardo Ortizgris, Raúl Briones, Laura Almela, Adrian Ladron, Camila Lora, Alfonso Charpener, Marcelo Tobar.

Sinopsis:

La película nos narra el encuentro entre Sombra y su hermano menor, Tomás, quien lo visita en la Ciudad de México tras algunos sucesos desafortunados en casa de su madre. La llegada del joven Tomás imprime energía a la monótona vida de Sombra y su amigo Santos, la cual parece estar en pausa tras la huelga de la UNAM. Juntos, deciden emprender un viaje para encontrar a un legendario músico que escuchaban de niños, y cuyo paradero es desconocido desde mucho tiempo atrás. Esta búsqueda, atravesando las fronteras invisibles de la Ciudad de México, los llevará a descubrir que no pueden huir de sí mismos.

Fotograma de "Güeros"

Comentarios:

Ganadora en el Festival de Berlín (2014) a la Mejor Ópera prima, el mexicano Alonso Ruizpalacios nos presente su primera obra filmada en blanco y negro y con un formato inusual (aspecto 4:3). La película también consiguió el premio a Mejor Película Latinoamericana en el Festival de San Sebastián 2014 y un premio semejante al de Berlín en el Festival de Cine de La Habana.

Precedida de todos estos laureles, nos llega esta estimulante película donde se nos ofrece unas figuras marginales de una generación perdida, huelguistas de una huelga (que no esquiroles) embarcados en un viaje redentor al rescate de dos complementarios ideales románticos: la locutora de una radio libre, temporalmente abducida por el embrujo de un vehemente macho alfa de la revolución en curso, y una legendaria estrella del rock en el umbral de una muerte por cirrosis (Epigmenio Cruz).

Ruizpalacios consigue afirmar una mirada compleja y sensible sobre el limbo de desarraigo e inmadurez que habitan sus personajes. Y lo hace partiendo de la convicción de que el estilo es contenido: aquí cada plano y cada movimiento de cámara tienen la fuerza de una frase literaria transubstanciada en imagen. 

Jordi Costa apunta que entre otras muchas cosas, Güeros logra describir un ataque de pánico a través de una solución visual tan eficaz como hermosa y aparentemente sencilla, juega a romper su cuarta pared a través de un personaje ocasional, culmina en un monólogo que escala cumbres de emoción para chocar con su anticlímax y revela en Ruizpalacios a un legítimo poeta: es decir, alguien con la serena madurez de quien se sienta a ver pasar los trenes… para sacar conclusiones universales.