Mucha gente la recordará
por Sacerdote (1994), pero los
cinéfilos preferirán su apuesta por el terror en Ravenous (1999). La directora británica de cine y televisión
Antonia Bird falleció el pasado 24 de octubre a los 62 años víctima de un
cáncer. Aparte de los mencionados, su firma está detrás de títulos como Amor loco (1995) o El rostro (1997), y de un buen puñado de telefilmes y series para
televisión como Gente de barrio, La
célula de Hamburgo, Cracker y The
village. Ahora estaba embarcada en la preproducción de la película Cross my mind, un drama erótico con
Olivia Williams. En muchos de sus trabajos participó el actor Robert Carlyle, a
quien conoció en su primera película para televisión, en concreto para la BBC, Safe (1993), y quien tuiteó: “Hoy es un día muy triste. RIP Antonia Bird.
Hasta siempre, mi bella amiga”.
Londinense, hija de un
actor y de una productora teatral, Bird empezó muy joven en el teatro, con 17
años, donde hizo de todo: actriz, directora, escenógrafa… y luchó por mantener
los ideales del teatro más politizado de los años setenta. Pasó por escenarios
de Leicester, y en los londinenses Royal Court y el National Theatre, antes de
saltar a la tele. Por cierto, nunca volvió al teatro, porque decía que prefería
usar la cámara: “Con ella puedo capturar la luz en los ojos de los
intérpretes”. En 1985, los productores de Gente
de barrio (East Enders), una de las series más famosas de Reino Unido, la
contrataron para dirigir 17 capítulos, y de ahí pasó a ser la responsable del
lanzamiento de otra serie, Casualty.
Pero con el trabajo que se hizo verdaderamente popular fue con Safe, telefilme centrado en un grupo de
adolescentes sin hogar —uno de ellos, Robert Carlyle—, que le reportó un premio
BAFTA y otro del festival de Edimburgo. Con su debut en la gran pantalla, la
controvertida Sacerdote,
protagonizada por un cura católico y gay, obtuvo premios en los certámenes de
Berlín, Edimburgo y Toronto (el del público).
Tras su frustrante paso
por Hollywood con Amor loco, volvió a
Reino Unido a filmar El rostro, un
thriller en donde mezcló robos de bancos y desilusiones políticas. En 1999 rodó
la hipnótica e infravalorada Ravenous,
que tras un arranque de western, se desarrolla en un fuerte militar
estadounidense, se convierte en una historia de canibalismo: Bird sustituyó al
director original, Milcho Manchevski, e hizo suyo ese filme de terror.
De vuelta a Reino Unido,
Antonia Bird quiso ganar control creativo y con Carlyle, el escritor Irvine
Welsh y el documentalista Mark Cousins montó la productora 4Way Pictures.
Con Care, un telefilme de abusos en orfanatos, y con Off by heart, un documental sobre un
concurso nacional de poesía para escolares, ganó sendos BAFTA.
Enhorabuena por el articulo!
ResponderEliminarNo la conocía. Me ha gustado mucho lo que has escrito sobre ella. Una vida muy interesante.
ResponderEliminarUna lástima, la recordaba por Ravenous como pone en el artículo, una mezcla distinta, donde junta el western con el canibalismo.
ResponderEliminarD.E.P.