sábado, 21 de noviembre de 2020

In Memoriam de Fernando Ezequiel Pino Solanas. Repasando su filmografía




Hace unos días nos ha dejado el insigne cineasta argentino Fernando Ezequiel Pino Solanas (Olivos, Buenos Aires, Argentina, 1936 – París, Francia, 2020). Residía en París en cumplimiento de sus funciones como embajador de Argentina ante la UNESCO. Pino Solanas, además de director de cine, fue un político comprometido con los países del Sur, expoliados por el feroz y compulsivo neocolonialismo.


        Pino Solanas es uno de los padres del Nuevo Cine Latinoamericano. En 1962 realizó su primer cortometraje de ficción Seguir Andando. En 1968, durante la dictadura de Juan Carlos Onganía (1966-1970), dirigió clandestinamente su primer largometraje La Hora de los Hornos, un clásico del cine documental latinoamericano, una trilogía sobre el neocolonialismo y la violencia dictatorial en la Argentina. Con este documental se inaugura lo que se ha denominado film-acto, o sea, un cine que lleve al público a la acción, que remueva a la platea, que genere consciencia, compromiso, y haga manifestarse a los espectadores. Esta película cosechó múltiples premios internacionales y se difundió en más de 70 países.




En 1969 Solanas junto con el cineasta Octavio Getino (León, España, 1935-Buenos Aires, Argentina, 2012), crearon el grupo de Cine Liberación como un tipo de cine de resistencia frente a las dictaduras de Juan Carlos Onganía, ya referida,  y la de  Alejandro Agustín Lanusse (1971-1973). También a este Cine se le denominó Tercer Cine o cine del Tercer Mundo que buscó hacer del cine un arte comprometido como así declaró el propio Pino Solanas : “La lucha antiimperialista de los pueblos del Tercer Mundo, y de sus equivalentes en el seno de las metrópolis, constituye hoy por hoy el eje de la revolución mundial. Tercer Cine es para nosotros aquel que reconoce en esa lucha la más gigantesca manifestación cultural, científica y artística de nuestro tiempo, la gran posibilidad de construir desde cada pueblo una personalidad liberada: la descolonización de la cultura. El cine debe contribuir, mediante el conocimiento liberador, a la formación de una conciencia revolucionaria”.



El compromiso con el ala izquierdista del peronismo llevó a Pino Solanas y a Octavio Getino  a realizar una extensa entrevista a Juan Domingo Perón cuando este residía en Madrid, fruto de la misma fue el documental Perón: Actualización política y doctrinaria para la toma del poder (1971) que se convirtió en uno de los emblemas de la militancia juvenil peronista de izquierdas (montoneros) y que preparó el retorno de Perón a la Argentina, como  así sucedió más tarde, en 1973. Ese documental fue retomado y completado por Pino Solanas 45 años después, dando lugar a la película El legado estratégico de Perón (2016) que “Por primera vez, se utilizan fragmentos de grabaciones inéditas de las conversaciones informales que Solanas y Getino mantuvieron con el General. Estas son reveladoras de la humanidad y sentido del humor del viejo líder. A través de caminatas y charlas, el film descubre un Perón secreto, informal, cotidiano y rescata las ideas centrales de su proyecto estratégico: democracia social y participativa, defensa de la naturaleza y unidad nacional para emanciparnos del neo colonialismo” (Filmaffinity).




Pino Solanas fue amenazado en 1975 por la “Triple A” (Alianza Argentina Anticomunista), en ese mismo año concluyó su primer largometraje de ficción Los Hijos de Fierro, identificando a Martín Fierro con Perón. La película fue censurada por la última dictadura militar (1976-1983) demorando su estreno hasta 1984, nueve años después. El film cosechó muchos elogios por considerarse el último estreno del Grupo Cine Liberación, además de apostar por un cine político de gran valor estético, visualmente impactante, inmerso en una narrativa atípica, con un lenguaje muy vinculado a la cultura popular argentina.




Ante las amenazas recibidas, Pino Solanas tuvo que exiliarse primero en España y después en Francia donde realizó el documental La mirada de los otros. Sobre el exilio argentino en el exterior filmó en 1985 la película Tangos. El exilio de Gardel, galardonada en los Festivales de Venecia, La Habana, además del  Premio César a la mejor banda sonora original y Cóndor de Plata. En 1988 realizó Sur por la que recibió en Cannes los premios al mejor director y del público (ex aequo). Ambas películas muestran las heridas causadas por la Dictadura Militar o el eufemísticamente denominado “Proceso de Reorganización Nacional” (1976-1983): Tangos es un musical que refleja la lucha por la supervivencia de un grupo de argentinos exiliados en París y la nostalgia de la lejanía expresada a través de la música. Sur nos lleva a la Argentina del fin de la Dictadura, el retorno, el reencuentro, el cambio de las personas y del país tras el “paréntesis” dictatorial, y la esperanza de volver a empezar una vez recuperada la libertad.




Después del exilio europeo, ya retornado a la Argentina, Pino Solanas realizó en 1992 El Viaje que es la historia de Martín, un joven que, en conflicto con su madre y el esposo de ésta, decide recorrer América Latina, desde Ushuaia a México, en busca del padre ausente, convirtiéndose dicho viaje en un periplo interior, encaminado a la búsqueda de los orígenes, de la identidad personal y al “descubrimiento” de la compleja realidad geográfica, social y política de un Continente (América Latina), lleno de profundos contrastes e injusticias. El Viaje es una magnífica crítica a la globalización neoliberal, auspiciada por la Escuela de Chicago  y santificada en el Consenso de Washington, que contó entre uno de sus principales objetivos la sustitución del Estado en aras de la privatización y de la ley de los mercados financieros por encima de los Derechos Humanos.




En 1998 aparece La Nube, premiada en los festivales de Venecia y La Habana, nos cuenta la historia de unos actores que llevan sin trabajo más de 4 años pues en Buenos Aires no ha cesado la lluvia en todo ese tiempo, y deben cerrar su teatro por ausencia de público, pero a pesar de los problemas cotidianos, de la falta de trabajo, ellos luchan por mantener la dignidad, la esperanza y, quizá, la resignación ante un mundo injusto, lleno de falsas promesas y de un eterno “vuelva usted mañana”. Este film dos décadas después nos hace reflexionar en los nuevos pobres, en las personas que han perdido su empleo durante la pandemia actual y en la ineficacia del sistema, de un mundo al revés. Al respecto, Pino Solanas declaraba en una entrevista concedida al  periódico La Nación el 4 de abril de 1998  “La nube" es de nuevo mi país, ahora desde la emoción y el humor. Querría que la película le sirviera al espectador para otra reflexión, al ver que todo anda caóticamente para atrás o para adelante, sin lógica, creyendo que es una broma, pero no, es el país donde vivimos. En "La nube", las historias terminan abiertas, como para que cada uno se lleve la película a casa.




El siglo XXI marca una etapa en la que predomina el cine documental. Para Pino Solanas el cine ha sido y es un “arma cargada de futuro” como de la poesía refiriera Gabriel Celaya. Toda su obra cinematográfica ha estado al servicio de esos “Nadie” a los que alude Eduardo Galeano, dándoles voz en Memoria del saqueo  (2004), premiada en el Berlín, en donde además Solanas obtuvo el Oso de Oro a toda su trayectoria profesional y artística. La Dignidad de los Nadie (2005) cosechó premios en los festivales de Venecia, Valladolid, Montreal y La Habana.




Memoria del saqueo denuncia la política económica de la Dictadura Militar que se caracterizó por  el ultraliberalismo, la corrupción política, la desenfrenada especulación financiera, las privatizaciones, la exorbitante deuda externa y el expolio de los bienes públicos. Todo ello fue provocado por la Comisión Trilateral que, fundada por iniciativa del magnate David Rockefeller en 1973, financió los golpismos militares en América Latina (Chile, Argentina, Brasil, Uruguay), dictaduras que propiciaron la venta de estos países y de sus recursos a las multinacionales (transnacionales) generando la exclusión y el genocidio social de los mismos con el beneplácito, por omisión,  de los Organismos Internacionales. Así pues, la política económica iniciada en la dictadura no se detuvo y llegó a su apogeo en la democracia de la mano de Carlos Saúl Menen cuyo funesto mandato durante una década (1989-1999) se caracterizó por un agresivo neoliberalismo que condujo a la Argentina al abismo. Pino Solanas en Memoria del saqueo denuncia exhaustivamente los entresijos del poder.


La Dignidad de los Nadie a través de conmovedores testimonios denuncia las consecuencias de la globalización como el desempleo, el hambre y la falta de credibilidad en las instituciones, pero hay un canto a la esperanza fundamentado en la unión y la resistencia de los nadie, en las pequeñas acciones, en lo cotidiano. La dignidad de los Nadie  apela a la toma  de conciencia y a la transformación de la sociedad desde actitudes y acciones, coherentes y solidarias, como la mejor forma de resistencia al sistema.


La ausencia de oportunidades y los grandes contrastes de su país como la riqueza potencial, fuga del capital humano y  extrema pobreza encuentran su expresión en películas como La Argentina latente (2007). Un año después filma  La próxima estación que trata del desmantelamiento de los medios de transporte, sobre todo del ferrocarril, en la Argentina de la década de los noventa. La privatización del transporte significó el deterioro, decadencia y desaparición del mismo. En un principio se hicieron  promesas  de que la privatización traería beneficios en la mejora y modernización de las infraestructuras, pero todo quedó en “agua de borraja”. Los trenes interurbanos desaparecieron y fueron sustituidos por obsoletos ómnibus (autobuses). Todo ello provocó el aislamiento de pequeñas poblaciones rurales  que se vieron obligadas a emigrar a las capitales engrosando las “villas-miseria”.




En 2009 aparece la película Tierra sublevada. Oro impuro documental sobre la depredación y el saqueo de los recursos minerales (metales e hidrocarburos) y sobre la resistencia popular contra la creciente contaminación. Incluye un recorrido por algunas de las explotaciones mineras a cielo abierto que las compañías explotadoras transnacionales han instalado en los Andes, en el noroeste y el este  de la Argentina. Y en 2010 se filma la segunda parte de Tierra Sublevada. Oro Negro acerca de la privatización del petróleo (YPF Yacimientos Petrolíferos Fiscales) vendido por Carlos Menen a España a precio de saldo, y después en la era de los Kirchner prorrogados y vendidos a otros postores como China.



La penúltima obra fílmica de Pino Solanas Viaje a los pueblos fumigados (2018) mereció la calurosa ovación del público en el 68º Festival de Berlín. El cineasta plantea a través de 10 capítulos un viaje por 7 provincias argentinas,  al “desierto verde” de las plantaciones de soja, recogiendo testimonios de todas aquellas personas que han sufrido en su salud los efectos de una agricultura insostenible, fundamentada en las semillas transgénicas y en los agroquímicos (agro-tóxicos). Esta agricultura agresiva e intensiva ha duplicado los casos de cáncer, leucemia, hipertiroidismo y malformaciones en los fetos. A través de tan didáctica película, Pino Solanas plantea  el siguiente debate: “Preocúpese por lo que come, preocúpese por saber cómo se fabrica lo que come”.




    Recapitulando acerca de la extensa obra artística de Pino Solanas nos sumamos a las reflexiones de Página 12:

Nada del país le fue ajeno a Solanas, que dejó pendiente un documental sobre la pesca y la plataforma oceánica argentina y terminado Tres en la deriva del caos, un diálogo íntimo y socrático con dos de sus muchos y grandes amigos del mundo del arte, el pintor Luis Felipe “Yuyo” Noé y el dramaturgo “Tato” Pavlovsky. “Al cine argentino le falta contacto con lo real”, reflexionaba en los últimos años. Para compensar esa falta, Solanas decidió –con esa noble ambición y esa prepotencia de trabajo que lo caracterizaban- ocuparse él mismo todos los aspectos de la compleja realidad argentina, a la que abrazó como nadie”.


A través de las páginas de este blog de la "Asociación Linterna Mágica” agradecemos a Pino Solanas lo mucho que nos ha enseñado su cine. Un cine que nos ha permitido viajar a lugares recónditos y olvidados de América Latina, un arte al servicio de los más desfavorecidos, un arte comprometido y creativo,  una cine con un fin abierto  que nos invita a la reflexión, a la toma de conciencia, al debate y, sobre todo al compromiso de construir un mundo más habitable, humano, solidario y digno, cuyos protagonistas seamos los Nadie.



María Dolores Pérez Murillo




3 comentarios:

  1. Hermoso artículo el de María Dolores. El recorrido vital de Pino Solanas sorprende desde el principio al fin. Una vida comprometida en la lucha contra el neocolonialismo expuesta de manera magistral por la Profesora Pérez Murillo. Desde Argentina agradecidos por tan valioso aporte.

    ResponderEliminar
  2. Interesante y hermoso recorrido por la obra comprometida y vital de Pino Solana. María Dolores Pérez Murillo nos redescubre el magnífico aporte de la obra de este cineasta en la denuncia y la toma de conciencia frente a la injusticia.

    ResponderEliminar
  3. Un luchador por mantener ideales y dejarlos permanentes para las juventudes futuras.

    ResponderEliminar