Título original: Un moment d'égarement. Dirección: Jean-François Richet. País: Francia. Año: 2015. Duración: 105 min. Género: Comedia. Guión: Lisa Azuelos, Claude Berri, Jean-François Richet. Producción: Thomas Langmann. Fotografía: Robert Gantz y Pascal Marti. Música: Philippe Rombi. Montaje: Hervé Schneid. Vestuario: Marité Coutard. Estreno en España: 11 Septiembre 2015.
Intérpretes: Vincent Cassel (Laurent), François Cluzet (Antoine), Alice Isaaz (Marie), Lola Le Lann (Louna), Philippe Nahon.
Sinopsis:
Antoine y Laurent, dos divorciados parisinos de cuarenta y tantos,
deciden pasar las vacaciones en Córcega junto a sus respectivas hijas
adolescentes. Lo que parecía una semana perfecta, se complica cuando Louna se
enamora de Laurent y provoca todo tipo de enredos para intentar seducirle.
Fotograma de "Una semana en Córcega" |
Comentarios:
En nuestro país, es extraña la producción francesa que no se estrene,
quizás por la cercanía, cada semana asistimos a nuevos estrenos franceses en la
cartelera. Desgraciadamente esto mismo no ocurre con las producciones de otros
países. Lo malo de esta circunstancia es que nos llega, sin ningún tipo de
filtro, tanto peliculones como verdaderos engendros vomitivos. La comedia gala
que presentamos hoy es algo simplona, remake de un film de mismo título
original dirigido en 1977 por Claude Berri, y que a su vez tuvo otra versión
norteamericana en 1984, dirigida por Stanley Donen y ambientada en Río de
Janeiro, con Michael Caine y Demi Moore.
Tal como sostiene Javier Ocaña, las películas con largos procesos de
producción, con cambios de guionistas o con acumulación de reescrituras a cargo
de manos diferentes no pocas veces llevan a una superposición de visiones que
acaban perjudicando a algo intangible pero a veces importante en una obra: la
identidad.
Una semana en Córcega, séptimo largometraje de Jean-François Richet,
parte de una idea y una primera versión del libreto de Claude Berri (fallecido
en 2009, a los 74 años), reelaborada más tarde por el propio Richet y por Lisa
Azuelos. Y sin embargo, a simple vista, los cines de Berri, director de El
manantial de las colinas, La venganza de Manon y Germinal, de fuerte carga
literaria y fuerte peso en la Historia; Azuelos, especialista francesa en el
universo femenino y adolescente con películas como Reencontrar el amor y LOL, y
Richet, integrante con Asalto al distrito 13 y Mesrine de la penúltima ola
francesa del cine de acción y criminal, no pueden estar más distantes. Tanto en
estilo como en prioridades de fondo.
El
resultado es una película, protagonizada por dos maduros hombres y dos chicas
adolescentes, padres e hijas, respectivamente, de vacaciones en la isla del
título, en la que no parece difícil vislumbrar lo que ha aportado cada
escritor, pero en la que los cambios de tono y de esencia distorsionan más que
funden. Cuando Una semana en Córcega se centra en el enfrentamiento entre dos
formas de educar, la tradicional, con la cuerda agarrada, y "la
guay", como se dice textualmente, con libertad de movimientos, el relato
se eleva. Sobre todo porque la mezcla de dulzura adolescente, caradura juvenil
e ignorancia romántica en el retrato de la chica enamorada del maduro papá de
su amiga está muy bien forjada. Sin embargo, cuando se empeñan en el enredo,
casi en el vodevil, hasta François Cluzet comienza a sobreactuar, quizá mareado
porque las secuencias parecen de películas distintas.
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