La actriz Irene Escolar cogió el
sobre, empezó a abrirlo… y la red social Periscope, por la que la Academia
retransmitía la lectura del nombre de la película que representará a España en
los Oscar, se colgó. En la oficina de la productora de “Loreak”, en Pasai San
Pedro (Gipuzkoa), sus creadores se pusieron muy nerviosos, aunque no se
consideraban favoritos. Finalmente por Twitter se enteraron de que este drama
de Jon Garaño y Jose Mari Goenaga, hablado en euskera, entraba en la carrera a
los Oscar. Quedaban eliminadas “Magical girl”, de Carlos Vermut, y “Felices 140”,
de Gracia Querejeta.
Gregorio Belinchón nos sigue
comentando que es la primera vez que una película íntegramente en un idioma
cooficial que no sea el castellano representa a España ante la Academia de
Hollywood. “Pa negre”, de Agustí Villaronga, tenía la mayor parte de sus
diálogos en catalán, pero respetaba la idiosincrasia de la época, la posguerra
en la Cataluña rural, con la policía hablando en castellano. No pasó el corte.
En “Secretos del corazón”, de Montxo Armendáriz, que llegó hasta la ceremonia
de 1998, se oían algunas palabras en euskera. Puede que esa singularidad sea su
mejor arma. “En Estados Unidos les gusta destacar cosas distintas, y nosotros
tenemos ahí una baza”, asegura Xabier Berzosa, productor de Loreak. “Hay que
involucrar a las instituciones, porque es una campaña cara, larga, y no se me
ocurre mejor carta de promoción del idioma y de la Capitalidad Cultural de San
Sebastián 2016. Es la perfecta presentación de la campaña de política
lingüística del Gobierno vasco y de publicidad turística”. Sobre pasos previos,
Berzosa ríe feliz: “Habíamos hablado informalmente sobre la campaña, pero me
daba mal fario avanzar en ello. Ahora correremos con todas nuestras fuerzas
porque tiene mil ventajas y algún inconveniente”. Entre ellos, que deben parar
la incipiente producción de su nueva película.
Fotograma de "Loreak" |
Este año el Oscar a película de
habla no inglesa va a ser una batalla encarnizada entre filmes muy de autor.
Estarán “La asesina”, de Hou Hsiao-Hsien (Taiwán); “Hijo de Saúl”, de László
Nemes (Hungría); “Arabian nights (segunda parte)”, de Miguel Gomes (Portugal); “El
clan”, de Pablo Trapero (Argentina); “El club”, de Pablo Larraín (Chile), o “Una
paloma se posó…”, de Roy Andersson (Suecia). Pero también las propuestas están
llenas de singularidades: la guatemalteca “Ixcanul” está hablada en maya; la
francesa “Mustang”, en turco; Italia presenta “Non essera cattivo”, del
fallecido Claudio Caligari; por China participa el francés Jean Jacques Annaud
con “El último lobo”… Y lo más extraño: el Instituto del Cine Cubano decidió no
enviar filme a los Oscar —sí a los Goya y a los Ariel mexicanos— justo en pleno
deshielo diplomático... mientras que la representante de Irlanda, “Viva”, está
rodada en Cuba, con actores cubanos y en español.
“Loreak” sigue sin distribuidor
estadounidense. “Ha gustado en pases de mercado en diversos certámenes, pero
nos faltaba un gancho como elemento de venta. El Zinemaldia no nos lo dio
porque fuera no tuvo repercusión, pero ahora ya lo tenemos”, cuenta el productor.
“Loreak” se ha proyectado en EE.UU. en los festivales de Palms Springs (ganó
mejor filme latino), Miami, Cleveland, Seattle, Washington o Santa Bárbara.
Mientras, sus directores se
preparan también. “No somos una propuesta radical ni de superautor”, afirma
Goenaga. “Y estos últimos años han apostado por autores”. Pero en la pasada
edición entró la georgiana “Mandarinas”, “con cierto aire formal a Loreak”. Y
apunta: “Estamos muy agradecidos a la Academia española por reconocer el cine
vasco. Entonamos el mea culpa, porque pensamos que no lo harían”.
Próxima parada: la
llamada lista corta, con nueve preseleccionados, a mitad de diciembre. Y
después, el 14 de enero, las candidaturas, y el 28 de febrero, la ceremonia.
Goenaga confiesa: “Sí, ya me he imaginado con el premio gordo”.
Yo apostaba por Magical Girl pero esta me ha gustado. Al principio un poco lenta pero toca varios temas muy interesantes. Vamos a desearle suerte.
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