sábado, 22 de diciembre de 2018

Un asunto de familia (Hirokazu Koreeda, 2018)


Título original: Manbiki kazoku. Dirección: Hirokazu Koreeda. País: Japón. Año: 2018. Duración: 121 min. Género: Drama.
Hirokazu Kore-eda (Montaje), Ryuto Kondo (Fotografía), Hirokazu Koreeda (Guión), Haruomi Hosono (Música), Kaoru Matsuzaki, Akihiko Yose, Hijiri Taguchi (Producción), Kazuhiko Tomita (Sonido), Keiko Mitsumatsu (Dirección Artística).
Palma de Oro en el Festival de Cannes 2018. Nominada a Mejor Película de habla no inglesa en los Globos de Oro 2018.   
Estreno en Sevilla: 21 Diciembre 2018.

Reparto:
Lily Franky (Osamu Shibata), Sakura Ando (Nobuyo Shibata), Mayu Matsuoka (Aki Shibata), Kirin Kiki (Hatsue Shibata), Kairi Jyo (Shota Shibata), Miyu Sasaki (Jurihojo).

Sinopsis:
Después de uno de sus habituales hurtos, Osamu y su hijo encuentran a una niña en la calle, aterida de frío. Al principio, la mujer de Osamu no quiere que se quede con ellos, pero acaba apiadándose de ella. A pesar de sobrevivir con dificultades gracias a pequeños robos, la familia es feliz, hasta que un incidente imprevisto revela un secreto que pone a prueba los lazos que les unen.

Fotograma de "Un asunto de familia"

Comentarios:
Repiten con sospechosa frecuencia los personajes de “Un asunto de familia” que hace mucho frío en el exterior, está helando, va a nevar. No conozco Japón, su invierno, sus condiciones meteorológicas, pero tengo claro que lo que inspira pavor a este grupo de gente, como a los desvalidos de cualquier parte del universo, es el frío que atormenta a la mente y al alma, el saberse a la intemperie psíquica, acorralado por la soledad, la ausencia de amor y de compañía gratificante, esas cositas que alimentan al ser humano, le hacen vivir o sobrevivir con dignidad. Casi toda la obra de este director llamado Hirokazu Koreeda, tan compleja como sensible, se centra en la necesidad de formar parte de una familia, de convertir el refugio más depauperado en algo que pueda parecer un hogar, otorgarse calor mutuo, velar por el de al lado. Y si la familia biológica navega en el territorio del desastre, pues se intenta formar otra con los de distinta sangre y los eternos perdedores pueden llegar a sentirse ganadores. Aunque todo sea provisional y amenacen la tragedia y el desamparo total.
Consciente de que los guiones de este hombre siempre se retuercen y ofrecen giros y sorpresas, el de “Un asunto de familia” depara una revelación notable hacia la mitad de su metraje. Tranquilos, mi aversión hacia los que repiten en plan lorazo esa fatigosa modernez de que no les hagan spoiler (y eso supongo que incluye amenazas de encarcelar a la persona que describa el argumento de películas tan anónimas como “Casablanca” o “Lo que el viento se llevó”) tampoco es suficiente para que les desvele el misterio que rodea a esta familia tan extraña. La forman una anciana resabiada y filosófica, una pareja de cuarentones en posesión de mucha calle, una joven que descubre las ventajas económicas de exhibir su anatomía ante los mirones de un sex shop, y dos niños especializados en robar cosas básicas en supermercados y tiendas. No son ángeles, se buscan la vida como pueden. El recinto en el que cohabitan es minúsculo, cuesta mantenerlo y para lograr alimento cada uno aporta aquello de lo que es capaz. Se cuidan, se miman, se protegen, parecen felices de estar juntos. Su conducta pública es turbia, pero transparente el amor que se profesan.
Koreeda vuelve a demostrar que es un retratista veraz y sutil de personajes siempre a punto de deriva a los que no juzga. Se limita a comprenderlos, a no hacer trampas con sus sentimientos, a no manipular al receptor con sensiblerías, efectismos o desenlaces convencionales que eludan la tristeza, el fracaso o la desolación. Y lo hace a su ritmo, el que necesita la historia, un estilo que los devoradores de taquillazos y del aluvión de imágenes mecánicas y vacías encontrarían dormitivo. Yo lo encuentro atractivo, me mantiene dentro de la historia, me preocupa el complicado presente y el negro futuro de unas personas que han tratado de construir un parapeto común contra la desdicha. Y no acostumbro a sentirme nada fascinado con la mayoría del cine oriental que me veo obligado a visionar. Pero reconozco el talento (el que me interesa a mí) en la cinematografía de cualquier país. Por ejemplo, en la obra del iraní Asghar Farhadi o del japonés Hirokazu Koreeda. (Carlos Boyero)
Recomendada.

Feliz Navidad

Carol, de Todd Haynes (2015)


Linterna Mágica desea a todos sus socios y amigos una Feliz Navidad y un año 2019 repleto de ilusión. Lo hacemos con música, con la canción Nella Fantasía, la música es de Ennio Morricone (El oboe de Gabriel, compuesto para “La Misión”) y letra de Chiara Ferraú, interpretada por la soprano surcoreana Sumi Jo.





viernes, 21 de diciembre de 2018

La música en el Cine: John Carpenter

¡ÚLTIMO PROGRAMA DE LA 2ª TEMPORADA!

Programa nº 025 de "La música en el Cine".
21 de diciembre de 2018.  Radio Tomares (92.0 FM)

"La música en el Cine" es un programa de Linterna Mágica en Radio Tomares

jueves, 20 de diciembre de 2018

Mujercitas. La revisión de un clásico



El 30 de setiembre se cumplieron 150 años de la publicación de “Mujercitas”, uno de los libros que inauguró la novela realista norteamericana y que en ese país es considerado un clásico imprescindible.

Realmente, Louise May Alcott no quería escribir esta obra, solo accedió a ello porque le permitía publicar los relatos que realmente quería editar y ganar bastante dinero. Cuando el editor Thomas Niles le propuso escribir una novela para “chicas” Alcott,que llevaba bastante tiempo escribiendo novelas de tipo gótico y erótico bajo seudónimo de A.M. Barnard, solo pudo decir que “lo intentaría”.


Originariamente la obra se publicó en dos partes. La primera se tituló “Mujercitas. Meg, Jo, Beth y Amy, la historia de sus vidas. Un libro para chicas” y termina con la boda de Meg. El libro se hizo famoso rápidamente y catapultó a Alcott al estrellato al mismo tiempo que le dio seguridad económica. La segunda parte se publicó al año siguiente, con el título de “Buenas esposas”. La autora también escribió dos secuelas más, “Hombrecitos” y “Los muchachos de Jo”, con mucha menos difusión.

“Mujercitas” recoge muchas de las vivencias de su autora. Su familia, como la de las protagonistas, también era pobre y contraria a la esclavitud y sus hermanas y su madre también le sirvieron de modelo para los personajes femeninos de la obra. Ella, por su parte, era sufragista; no se casó, aunque tuvo varios amantes; y se encargó de mantener a su familia con su trabajo.

Cabe preguntarse como una novela que ha sido etiquetada en muchas ocasiones de insustancial, sentimental y “para chicas”, en la que no ocurren grandes acontecimientos sigue vendiéndose y generando tanto interés. Desde nuestro punto de vista son varios los factores que contribuyen a ello.

En primer lugar, hemos de decir que esta novela nos habla de muchas cosas: de la guerra, de la pobreza, de los lazos familiares, del amor… Pero para mí, una de las claves está en que “Mujercitas” nos narra, desde la cotidianidad, la evolución de la vida de las hermanas March desde sus sueños de juventud hasta la maduración, con cuatro finales distintos, pero libres. Además, las hermanas March parecen vivir en un hogar idílico, pero no son perfectas, entre ellas hay envidias, celos, discusiones, a veces son vagas…


Por otro lado, tenemos que destacar el personaje de Jo, la escritora quinceañera que todas las lectoras querían ser y que es, sin duda, el alter ego de Louise May Alcott, un personaje femenino inteligente, fuerte y decidido. Jo quiere ser artista y escribe relatos góticos con los que logra ganar dinero para su familia; quiere ser un chico; desprecia la coquetería; se desprende de su pelo, su cualidad más femenina; no quiere ser madre ni esposa; quiere ser buena hija pero no siempre lo consigue; quiere estudiar y viajar; se emancipa y se va a vivir lejos de su casa; es independiente y rebelde… Hoy pueden parecernos conductas normales, pero si situamos la obra en su contexto temporal y social, el personaje de Jo era revolucionario.


Fue una pena que desde 1880 la obra perdiese gran parte de su espíritu revolucionario, reivindicativo y avanzado, ya que se “suavizaron” o eliminaron los pasajes que según los editores eran “poco adecuados” o “impropios” de la sociedad de su época. Además, cuando se publicó la primera parte de “Mujercitas”, a Alcott le llegaron montones de cartas de lectoras pidiéndole que Jo se casase con Laurie. Muchos incluso se enfadaron con ella por no darles su final soñado. Esto la entristeció mucho, pero ella se negó a acabar su obra con un convencional “final feliz”. En su rebeldía, “casó” a Laurie con Amy, la hermana más pequeña, y emparejo a Jo con el profesor Bauer, mayor que ella, pobre y con el que mantenía una relación más igualitaria.


La novela ha sido adaptada en muchas ocasiones. Hay series, musicales, obras de teatro e incluso una ópera basada en ella. En el cine, la primera adaptación se realizó en 1.917 y la última, hasta el momento, en 1.994, aunque la más recordada es la dirigida por Mervyn LeRoi en 1.949. Y son muchas las actrices que han interpretado a las mujeres de la familia March: Katherine Hepburg, Joan Benet, June Allyson, Mary Astor, Jane Leigh, Elizabeth Taylor, Winona Rider, Susan Sarandon, Kirsten Dunst…


El año pasado se estrenó una miniserie de la BBC y se prepara una nueva versión cinematográfica para el próximo año dirigida por Greta Gerwig, que cuenta en su reparto con Saoirse Ronan, Emma Watson, Florence Pugh, Eliza Scanlen, Laura Dern y Meryl Streep. Esperemos que está nueva adaptación de nos devuelva en su totalidad el espíritu original de “Mujercitas”.


Mª del Carmen Santiago Rivas




lunes, 17 de diciembre de 2018

Expediente 64 (Los casos del Departamento Q) (Christoffer Boe, 2018)


Título original: Journal 64. Dirección: Christoffer Boe. País: Dinamarca. Año: 2018. Duración: 100 min. Género: Thriller.
Janus Billeskov Jansen, My Thordal (Montaje), Jacob Møller (Fotografía), Bo Hr. Hansen, Nicolaj Arcel, Mikkel Nørgaard, Jussi Adler Olsen (Guión), Anthony Lledo, Mikkel Maltha (Música), Louise Vesth, Fabian Gasmia (Producción), Seth Turner (Dirección Artística).
Presentada en la Sección Oficial del Festival de Sitges 2018.   
Estreno en Sevilla: 14 Diciembre 2018.

Reparto:
Nikolaj Lie Kaas (Carl Mørck), Fares Fares (Assad), Nicolas Bro (Brandt), Fanny Bornedal (Nete), Anders Hove, Elliott Crosset Hove, Johanne Louise Schmidt (Rose).

Sinopsis:
Dos obreros hacen un alarmante descubrimiento en un antiguo apartamento de Copenhague: escondidos tras una pared falsa se hallan tres cadáveres momificados, sentados alrededor de una mesa con un cuarto asiento libre. El caso lo investigan el Detective Carl Mørck y su asistente Assad. Su objetivo será descubrir quiénes son las momias y para quién estaba destinado el cuarto asiento. Carl y Assad empezarán una carrera a contrarreloj para frenar nuevos asesinatos y ataques.

Fotograma de "Expediente 64 (Los casos del Departamento Q)"

Comentarios:
En España no se llegó a estrenar comercialmente, pero algunos de los que la agarramos en algún festival nunca olvidaremos (y ahora guardamos una copia en casa como oro en paño) la magia, la estética y el estilo narrativo de la danesa “Reconstruction”, Cámara de Oro la mejor primera película en el Festival de Cannes del año 2003. Desde entonces, la carrera de Christoffer Boe, el autor de aquella obra inolvidable, fue decayendo en trascendencia y reconocimiento con sucesivos trabajos cada vez menos creativos, hasta llegar a “Expediente 64: los casos del departamento Q”, cuarta entrega de una serie de producciones danesas basadas en novelas negras de Jussi Adler-Olsen. Un trabajo de encargo que, en principio, y antes de su visión, no hablaba demasiado bien de su posible recuperación como el autor de importancia en el cine europeo que se vislumbró con aquel debut.
Sin embargo, vista la película, Boe ha sido capaz de insuflar de estilo propio y de su característica potencia visual a un producto manufacturado en serie que, en comparación con las anteriores películas de la saga, asciende un buen escalón. Y no solo por la labor de Boe, ya que el relato de Adler-Olsen, pese a sus excesivas truculencias finales, contiene esta vez suficientes aspectos de interés alrededor de las presuntamente paradisiacas sociedades escandinavas.
Con elementos y personajes característicos del thriller conspiranoico de los años setenta, y ese esencial matiz de la novela negra nórdica (que ya aparecía, por ejemplo, en la primera entrega de Millennium), capaz de llevar a la reflexión sobre los vestigios más sangrantes de la historia de países como Suecia, Dinamarca y Noruega, particularmente el nazismo, en sus impolutas sociedades actuales, “Expediente 64” se hace fuerte a partir de su crueldad visual y de la complejidad de los paralelismos dramáticos.
Y aunque quizá sea excesivo que todos los personajes, incluyendo a los dos policías protagonistas de la serie, tengan en su historial personal dramas relacionados con la trama principal (abortos, esterilizaciones y tratamientos de fertilidad), la película está contada con solidez y abunda en un secreto a voces: las grietas totalitarias en la otrora perfecta sociedad del bienestar del Norte de Europa, sus oscuras desviaciones, y el miedo de cierta gente del primer mundo a que su universo de homogeneidad cultural, social y económica se vea trastocado por elementos “moralmente indeseables”. (Javier Ocaña)
Recomendada.


domingo, 16 de diciembre de 2018

Apuntes para una película de atracos (León Siminiani, 2018)

Título original: Apuntes para una película de atracos. Dirección: León Siminiani. País: España. Año: 2018. Duración: 85 min. Género: Documental.   

Guión: León Siminiani. Fotografía: Juan Barrero, Giuseppe Truppi. Montaje: Cristóbal Fernández. Producción ejecutiva: María Zamora. Producción: Stefan Schmitz, Maria Zamora (Pandora Cinema).

Nominada a Mejor Documental en los Premios Goya 2018. Mejor Documental en los Premios Feroz 2018. Nominado a Mejor Documental en los Premios Forqué 2018.

Estreno en España: 14 Diciembre 2018 (Sevilla)

 

Sinopsis:

Elías es un director de cine que soñaba con hacer una película de atracos. Durante el verano de 2013 lee una noticia sobre la detención de 'El Robin Hood de Vallecas', el líder de 'la banda de las alcantarillas'. Siente entonces que ha encontrado la oportunidad para cumplir su sueño. Le manda una carta a la cárcel donde cumple condena. Contra todo pronóstico, Elías recibe respuesta tres semanas después. 'El Robin Hood' acepta que vaya a la cárcel a visitarle.

 

Comentarios:

La frase que abre el monólogo interior de Henry Hill en Uno de los nuestros (1990) —“Desde que tengo uso de razón, siempre quise ser un gángster”— resuena en el “hasta donde me alcanza la memoria, siempre quise hacer una película de atracos” que prende el discurso del segundo largometraje de Elías León Siminiani, tras ese diario personal transformado en confesional comedia romántica que fue Mapa (2012). Entre las dos frases se extiende la distancia vital que separa al joven que observa, desde la ventana de su domicilio familiar, la aureola de poder que distingue a los tiburones del barrio del cinéfilo que, en los códigos de un subgénero de lo policiaco, detecta no solo un juego de geometría visual, sino, también, los ecos de una vida posible, una vida al otro lado.

El título, que sella una cierta vocación de provisionalidad y discurso abierto —de proceso en construcción, en suma—, viene cargado del eco pasoliniano de los trabajos —Appunti per un film sull’India (1968), Appunti per un’Orestiada africana, Appunti per un romanzo sull’immondizia (ambos de 1970)— que el autor de Mamma Roma (1962) concibió casi como borradores de películas inexistentes. En Apuntes para una película de atracos, Siminiani, como en Mapa, sigue hablando de sí mismo, pero está vez lo hace colocando a un Otro concreto como reflejo especular.

También construye el discurso a la vista, desvelando su proceso de construcción, aunque ahora el cuerpo del relato está abierto a la intervención externa, tanto la de Ainhoa, pareja sentimental del cineasta, como la del Flako, el Robin Hood de Vallecas, el interlocutor que se convertirá en guía de este viaje a una vida posible, al otro lado de la ley y, también, bajo el asfalto de la ciudad visible.

Las películas de Siminiani se niegan a ser una sola cosa: aquí, la figura del Flako sirve para ofrecer una lección didáctica sobre la técnica del butrón que tuvo en Albert Spaggiari a su gran ideólogo, pero también para reflexionar sobre las ideas de transmisión y paternidad, mientras el cineasta pone a prueba su propia, dialogante ética de la representación. (Jordi Costa)

Recomendada.