Título original: Journal 64. Dirección: Christoffer Boe. País: Dinamarca. Año: 2018. Duración: 100
min. Género: Thriller.
Janus Billeskov Jansen,
My Thordal (Montaje), Jacob Møller (Fotografía), Bo Hr. Hansen, Nicolaj
Arcel, Mikkel Nørgaard, Jussi Adler Olsen (Guión),
Anthony Lledo, Mikkel Maltha (Música),
Louise Vesth, Fabian Gasmia (Producción),
Seth Turner (Dirección Artística).
Presentada en la Sección Oficial
del Festival de Sitges 2018.
Estreno en Sevilla: 14 Diciembre 2018.
Reparto:
Nikolaj Lie Kaas (Carl
Mørck), Fares Fares (Assad), Nicolas Bro (Brandt), Fanny Bornedal (Nete),
Anders Hove, Elliott Crosset Hove, Johanne Louise Schmidt (Rose).
Sinopsis:
Dos obreros hacen un
alarmante descubrimiento en un antiguo apartamento de Copenhague: escondidos
tras una pared falsa se hallan tres cadáveres momificados, sentados alrededor
de una mesa con un cuarto asiento libre. El caso lo investigan el Detective Carl
Mørck y su asistente Assad. Su objetivo será descubrir quiénes son las momias y
para quién estaba destinado el cuarto asiento. Carl y Assad empezarán una
carrera a contrarreloj para frenar nuevos asesinatos y ataques.
Fotograma de "Expediente 64 (Los casos del Departamento Q)" |
Comentarios:
En España no se llegó a
estrenar comercialmente, pero algunos de los que la agarramos en algún festival
nunca olvidaremos (y ahora guardamos una copia en casa como oro en paño) la
magia, la estética y el estilo narrativo de la danesa “Reconstruction”, Cámara
de Oro la mejor primera película en el Festival de Cannes del año 2003. Desde
entonces, la carrera de Christoffer Boe, el autor de aquella obra inolvidable,
fue decayendo en trascendencia y reconocimiento con sucesivos trabajos cada vez
menos creativos, hasta llegar a “Expediente 64: los casos del departamento Q”,
cuarta entrega de una serie de producciones danesas basadas en novelas negras
de Jussi Adler-Olsen. Un trabajo de encargo que, en principio, y antes de su
visión, no hablaba demasiado bien de su posible recuperación como el autor de
importancia en el cine europeo que se vislumbró con aquel debut.
Sin embargo, vista la
película, Boe ha sido capaz de insuflar de estilo propio y de su característica
potencia visual a un producto manufacturado en serie que, en comparación con
las anteriores películas de la saga, asciende un buen escalón. Y no solo por la
labor de Boe, ya que el relato de Adler-Olsen, pese a sus excesivas
truculencias finales, contiene esta vez suficientes aspectos de interés
alrededor de las presuntamente paradisiacas sociedades escandinavas.
Con elementos y
personajes característicos del thriller conspiranoico de los años setenta, y
ese esencial matiz de la novela negra nórdica (que ya aparecía, por ejemplo, en
la primera entrega de Millennium), capaz de llevar a la reflexión sobre los
vestigios más sangrantes de la historia de países como Suecia, Dinamarca y
Noruega, particularmente el nazismo, en sus impolutas sociedades actuales, “Expediente
64” se hace fuerte a partir de su crueldad visual y de la complejidad de los
paralelismos dramáticos.
Y aunque quizá sea
excesivo que todos los personajes, incluyendo a los dos policías protagonistas
de la serie, tengan en su historial personal dramas relacionados con la trama
principal (abortos, esterilizaciones y tratamientos de fertilidad), la película
está contada con solidez y abunda en un secreto a voces: las grietas
totalitarias en la otrora perfecta sociedad del bienestar del Norte de Europa,
sus oscuras desviaciones, y el miedo de cierta gente del primer mundo a que su
universo de homogeneidad cultural, social y económica se vea trastocado por
elementos “moralmente indeseables”. (Javier Ocaña)
Recomendada.
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