miércoles, 25 de agosto de 2021

Pequeño país (Eric Barbier, 2020)

 

Título original: Petit pays. Dirección: Eric Barbier. País: Francia. Año: 2020. Duración: 112 min. Género: Drama.

Guión: Eric Barbier (basado en una novela de Gaël Faye). Fotografía: Antoine Sanier. Música: Renaud Barbier. Montaje: Jennifer Augé.  Producción: Eric Jehelmann, Philippe Rousselet, Jérôme Salle.

Nominada en los Premios César 2020 a Mejor Guión adaptado.

Fecha del estreno: 21 Mayo 2021 (España).

 

Reparto: Jean-Paul Rouve, Djibril Vancoppenolle, Dayla De Medina, Isabelle Kabano, Veronika Varga, Jonas D'Adesky.

 

Sinopsis:

Gabriel tiene 10 años y vive en un cómodo vecindario de expatriados en Burundi, su "pequeño país". Gabriel es un niño normal, feliz y despreocupado, que vive aventuras cotidianas con sus amigos y su hermana pequeña. De repente, en 1993, las tensiones en el país vecino, Ruanda, estallaron, poniendo en peligro tanto a su familia como a su inocencia.

 

Comentarios:

La fundacional en tantos aspectos Alemania, año cero (Roberto Rossellini, 1948) puso las bases de lo que significa la guerra en la aún incipiente personalidad de los chavales que tienen la desgracia de vivirla: la tragedia les sobrevuela, les obliga a crecer a pasos agigantados, pero hay también una cierta despreocupación y nunca dejan de ser lo que son: niños.

El francés Éric Barbier, virando desde el rubiales de la película de Rossellini en el Berlín derruido de la Segunda Guerra Mundial hasta el hijo de matrimonio interracial de Pequeño país, pone a su protagonista en tesituras en cierto modo semejantes: la imposible comprensión del desastre de una tierra, Burundi, y del vecino genocidio de los tutsis a manos de los hutus en Ruanda, con implicaciones tanto en su nación como en su propia familia, pues es hijo de francés y de ruandesa de raza tutsi.

La gran diferencia entre Rossellini y Barbier, aparte de su incomparable calidad, es que mientras el primero siempre estaba guiado por la congoja y el drama, a pecho descubierto, el segundo mantiene en su relato unas ganas de agradar dentro de la barbarie que, aunque deliberada, no acaba de cuajar en una primera parte un tanto condescendiente con sus estallidos de alegría, pese a un subtexto interesantísimo: la calamidad que realmente afecta al crío protagonista y a su hermana es la del fin del matrimonio de sus padres.

Eso sí, en la segunda mitad de la historia, basada en la novela autobiográfica de Gaël Faye, desarrollada entre los años 1992 y 1994, Barbier impone la crudeza, como no podía ser de otro modo, con secuencias violentísimas aunque filmadas con cierto pudor, asentándose en el fuera de campo y, de nuevo lejos de Rossellini, en la esperanza y la pedagogía. (Javier Ocaña)

Recomendada.




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