Título original: Sniegu juz nigdy nie bedzie. Dirección: Małgorzata Szumowska & Michał Englert. País: Alemania, Polonia. Año: 2020. Duración: 115 min. Género: Comedia dramática.
Guion: Michał Englert, Małgorzata Szumowska. Fotografía: Michał Englert. Montaje: Jaroslaw Kaminski, Agata Cierniak. Música: Chopin, Shostakovich, Rachmaninov, Max Richter. Sonido: Marcin Kasinski MPSE, Kacper Habisiak MPSE, Marcin Jachyra. Producción: Agnieszka Wasiak, Mariusz Włodarski, Małgorzata Szumowska, Michał Englert, Viola Fügen, Michael Weber (Lava Films, Match Factory Productions).
Presentada en la sección oficial del Festival de Venecia 2020.
Estreno en Sevilla: SEFF 2020 (Del 6 al 14 de noviembre de 2020)
Reparto:
Alec Utgoff, Agata Kulesza, Maja Ostaszewska, Weronika Rosati, Katarzyna Figura, Jaroslaw Milner, Andrzej Chyra, Krzysztof Czeczot, Lukasz Simlat.
Sinopsis:
Un masajista llegado del Este entra en la vida de unos ricos que viven en una comunidad cerrada. Su riqueza no impide que los residentes transmitan tristeza. Este misterioso recién llegado parece ser capaz de curar sus almas y cambiar sus vidas.
Comentarios:
La nueva película de la aclamada directora de Amarás al prójimo, Cuerpo (Cialo) y Mug es aún más enigmática y compleja que las anteriores, quizás por influencia de su habitual director de fotografía, que ahora comparte también labores de guionista y dirección. Podríamos considerar esta inclasificable película como un cuento moral sobre la lucha de clases, o quizás un ajuste de cuentas entre aquel telón de acero y la nueva clase acomodada polaca, que habita en barrios residenciales de casas idénticas, algo que recuerda a otra extrañeza estrenada este año, Vivarium. En ese enrarecido e impersonal paisaje se desarrolla la relación entre un joven masajista venido de Ucrania y nacido en plena radioactividad generada por la catástrofe de Chernobyl, y los acomodados vecinos de la extraña comunidad. A esa radiación se refiere la imposibilidad de que en un futuro próximo volvamos a disfrutar de la nieve, aunque aquí parece que el polvo radioactivo inunde sistemáticamente las vacías y enfermas vidas de los residentes del mencionado barrio cuyas mujeres parecen caer rendidas a los encantos varoniles del apuesto masajista, y cuyos esposos se rinden a su poder hipnótico, que les permite vagar por un bosque de esperanza, calma y libertad ajeno a sus míseras y grises vidas. No cabe duda de que por difícil que pueda resultar desentrañar las enigmáticas y enrevesadas claves que propone tan complejo film, merece un aplauso unánime su trabajo artístico, tan elaborado y significativo como la espléndida selección musical que incluye Chopin, Shostakovich, Rachmaninov o el compositor de moda Max Richter, así como unos puntuales pero marcados efectos visuales, todo lo cual consigue dar un acabado formal impecable e igualmente sensual y casi onírico a este sorprendente traba. (Juan José Roldán)
Recomendada.
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