jueves, 19 de agosto de 2021

First Cow (Kelly Reichardt, 2019)

 

Título original: First Cow. Dirección: Kelly Reichardt. País: USA. Año: 2019. Duración: 121 min. Género: Drama, Western.  

Guión: Jonathan Raymond, Kelly Reichardt (basado en una novela de Jonathan Raymond). Fotografía: Christopher Blauvelt. Música: William Tyler. Montaje: Kelly Reichardt. Producción: Eli Bush, Neil Kopp, Louise Lovegrove, Scott Rudin, Vincent Savino, Anish Savjani.

Sección Oficial del Festival de Berlín 2020. Mejor película del Círculo de Críticos de Nueva York 2020. Mejor película (Sección "Albar") en el Festival de Gijón 2020.

Fecha del estreno: 21 Mayo 2021 (España)

 

Reparto: John Magaro, Orion Lee, Toby Jones, Ewen Bremner, Scott Shepherd, Gary Farmer, Lily Gladstone, Alia Shawkat, John Keating, Dylan Smith, Jared Kasowski, Rene Auberjonois, Todd A. Robinson, T. Dan Hopkins, Ted Rooney, Patrick D. Green, Clayton Nemrow, Jeb Berrier.

 

Sinopsis:

Narra la historia de un cocinero contratado por una expedición de cazadores de pieles, en el estado de Oregón, en la década de 1820. También la de un misterioso inmigrante chino que huye de unos hombres que le persiguen, y de la creciente amistad entre ambos en un territorio hostil.

 

Comentarios:

La última película de Kelly Reichardt, figura crucial del cine independiente estadounidense que de manera inexplicable hasta ahora no ha tenido eco en las pantallas españolas, es un wéstern fuera de norma que arranca en un tiempo cercano al presente, cuando una mujer que podría salir de otra de las grandes películas de la cineasta (Wendy y Lucy, 2008) pasea sola por el campo con su perro. Gracias al animal, la solitaria chica descubre un enterramiento humano y en ese momento de extraña conexión y calma la película retrocede casi dos siglos, a principios del siglo XIX, para contarnos la historia de esos huesos.

Basada en la primera novela de su guionista habitual, Jon Raymond, la séptima película de Reichardt es una luminosa historia de amistad entre dos hombres y también una oscura fábula sobre el origen de los negocios y el mercado en la ruda conquista del Oeste. John Magaro y Orion Lee interpretan a los dos personajes principales, un cocinero ensimismado que malgasta su talento culinario alimentando a tramperos y un inmigrante asiático con visión de futuro que sueña con abrir un hotel en San Francisco y dejar así atrás la mala vida de los primeros asentamientos de Oregón.

Como en su segundo y milagroso largometraje, Old Joy (2006), Reichardt indaga en la masculinidad contemporánea a través de la amistad entre hombres que se alejan de viejos y oxidados esquemas para mostrar su cara más sensible, tipos que cosen y cocinan, que presumen sin ruido de botas nuevas y, sobre todo, que se sienten felices a la intemperie, fantaseando con una vida mejor uno junto al otro frente a una hoguera. Pero si en Old Joy lo importante era el camino, en First Cow se cruza un dulce veneno: un buen negocio de bollos de miel y leche.

La vaca del título, o mejor dicho la leche de la vaca del título, se interpondrá entre los sueños de civilización de estos dos emprendedores y el propietario del animal, un comerciante de pieles llegado de Inglaterra (magnífico e inquietante Toby Jones) que, casado con una distinguida mujer nativa (la actriz india Lily Gladstone repite con Reichardt después de Certain Women, 2016), se ha convertido en el principal explotador de la zona. Con su habitual minimalismo y aliento poético, heredera directa de un linaje que va de Robert Altman a Jim Jarmusch, Reichardt se aleja de los paisajes desérticos de su anterior y más abstracto wéstern, Meek’s Cutoff (2010), para reconstruir la incursión del hombre blanco en unos parajes frondosos con una asombrosa sencillez y veracidad, y no solo por la exquisita documentación etnográfica. Su manera de observar la naturaleza, de admirarla y abrazarla, y eso incluye a la omnipresente vaca o a un altivo búho que todo lo observa desde una rama, son señas de identidad de un cine que se pregunta por las raíces de un territorio y su conquista, por la brutal violencia y codicia de quienes impusieron sus leyes, y por la huella en el presente de una epopeya que dos siglos después aguarda la reformulación de su mitología bajo tierra. (Elsa Fernández-Santos)

Recomendada.




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