domingo, 5 de septiembre de 2021

Siervos (Ivan Ostrochovský, 2020)

 

Título original: Sluzobnici. Dirección: Ivan Ostrochovský. País: Eslovaquia. Año: 2020. Duración: 80 min. Género: Drama.  

Guión: Rebecca Lenkiewicz, Marek Lescák, Ivan Ostrochovský. Fotografía: Juraj Chlpík. Música: Cristian Lolea, Miroslav Toth. Montaje: Jan Daňhel, Martin Malo, Maroš Šlapeta. Sonido: Miroslav Tóth, Michal Novinski, Tobiáš Potočný. Producción: Ivan Ostrochovský, Albert Malinovský, Katarína Tomková, Albert Malinovský.

Mejor Dirección en la Seminci 2020. Sección EFA Festival de Cine Europe de Sevilla (SEFF 2020).

Fecha del estreno: 28 Mayo 2021 (España)

 

Reparto: Vlad Ivanov, Martin Sulík, Milan Mikulcík, Zvonko Lakcevic, Samuel Skyva, Vladimír Strnisko, Samuel Polakovic, Vladimír Zboron, Vladimír Obsil, Tomas Turek.

 

Sinopsis:

La Iglesia Católica atraviesa un momento complicado en Checoslovaquia a principios de los años 80. El régimen comunista amenaza con destruir la institución y la somete a un estricto control, por lo que se ve obligada a aceptar ciertas restricciones relacionadas con la libertad de creencias y de expresión. El clérigo está dividido entre la "iglesia de las catacumbas", que mantiene el contacto con el Vaticano y con la prensa occidental, y la "jerarquía eclesiástica", que coopera con las fuerzas del poder y está representada por sacerdotes pertenecientes a la asociación "Pacem in Terris", cuya vida se extendió en el país desde 1971 hasta 1989. Este es el contexto en el que los jóvenes seminaristas Michal y Juraj tienen que decidir si mantenerse fieles a su vocación e idealismo o arrodillarse ante las presiones de la policía secreta.

 

Comentarios:

Han querido ser siervos de Dios, pero lo son sobre todo del Estado. En los años ochenta, en la Checoslovaquia controlada por la Unión Soviética, los seminarios estaban vigilados por comisarios políticos comunistas. Una represión que mantenía a los mandos de la Iglesia entre una espada y una pared no demasiado acordes con su labor de concordia: debían colaborar con el Estado a cambio del mantenimiento de su actividad. Mientras, los jóvenes seminaristas tenían que lidiar con una doble opresión: una, en cierto modo deliberada; la otra, absolutamente impuesta.

Un periodo que relata con poderoso aspecto visual la producción eslovaca Siervos, tercer largometraje de Ivan Ostrochovsky, en el que destacan su formidable trabajo fotográfico con el blanco y negro, obra de Juraj Chlpik, y una puesta en escena donde los brillantes encuadres, sin gratuidades, ayudan a la narración con belleza y expresividad dramática.

“Trabajo para ustedes”, les dice el funcionario del Gobierno, interpretado por el gran actor rumano Vlad Ivanov (La Gomera). Pero la prohibición de lecturas y las violaciones de los secretos de confesión dan paso a las desapariciones y a los crímenes de Estado. Un clima de terror en el que no solo la fotografía reluce como elemento formal. También un diseño sonoro disfrazado de fantasmal banda sonora que acaba acogiendo a una obra escueta, vigorosa y compleja, ganadora del premio a la mejor dirección en la pasada Seminci de Valladolid. (Javier Ocaña)

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