domingo, 28 de agosto de 2022

Ariaferma (Leonardo di Costanzo, 2021)


Título original: Ariaferma. Dirección: Leonardo di Costanzo. País: Italia. Año: 2021. Duración: 117 min. Género: Drama.

Guión: Leonardo di Costanzo, Bruno Oliviero, Valia Santella. Fotografía: Luca Bigazzi. Música: Pasquale Scialo. Producción: Carlo Cresto-Dina.

Sección Oficial (fuera de competición) del Festival de Venecia 2021. Premio David di Donatello al Mejor Guión y Mejor Actor (Silvio Orlando).

Fecha del estreno: 8 Abril 2022 (España)

 

Reparto: Toni Servillo, Silvio Orlando, Fabrizio Ferracane, Salvatore Striano, Roberto De Francesco, Antonio Buil, Giovanni Vastarella, Leonardo Capuano.

 

Sinopsis:

Una antigua prisión del siglo XIX, ubicada en una zona inaccesible e indeterminada del territorio italiano, está siendo abandonada. Por problemas burocráticos, los traslados están bloqueados, y quedan alrededor de una docena de presos, con pocos agentes, esperando nuevos destinos. En esa atmósfera extraña, poco a poco, las reglas parecen tener cada vez menos sentido, los protocolos se relajan y se vislumbran nuevas formas de relación entre los hombres que allí quedan.  

 

Comentarios: 

No hay apenas referencias en nuestra cartelera del cine anterior del director italiano Leonardo di Constanzo, pero sí, y muchas, de los dos protagonistas de su película, Toni Servillo y Silvio Orlando, dos actores (muy de Sorrentino ambos) de esos que le sugieren a la cámara hasta las notas a pie de página del guion. La historia ocurre en una vieja prisión que va a ser desmantelada y entre unos cuantos guardianes y los pocos presos que aún quedan por trasladar; es decir, un solo escenario, apenas unos días y unos cuantos personajes…, casi tiene el alma de una función de teatro. Servillo es el encargado de los funcionarios y Orlando es el líder entre los reclusos, lo que le permite a cada uno de ellos transmitir la mirada, el punto de vista, a ambos lados de los barrotes.

El director construye su puesta en escena con materiales muy cinematográficos, como la atmósfera, la rutina carcelaria, las sombras prisioneras o la tensión que se masca, y le añade sensaciones que salpican desde la pantalla, como el encierro compartido, las sutiles relaciones de poder, una cierta y general mirada compasiva y una rara y humanitaria comprensión de ida y vuelta. Hay varias tramas que se entrelazan en el argumento, desde los conflictos por la falta de personal y servicios hasta la más íntima que fuerza la aparición de un recluso joven (Giovanni Vastarella) y emocionalmente frágil que indirectamente ocasional el acercamiento entre los dos protagonistas y algunos momentos y conversaciones que le dan una segunda lectura, y hasta una segunda intriga, al argumento.

Puestos a ponerle un inconveniente a 'Ariaferma', que está sutilmente construida y tiene buenas interpretaciones (entre ellas la del aragonés Antonio Buil), este sería la falta de colmillo ante unas situaciones que el cine siempre nos presentó afiladas y punzantes. Una falta, digamos, de nervio y nervios. (Oti Rodríguez Marchante)

Recomendada.




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