Título original: Salaam Bombay! Dirección: Mira Nair. País: India. Año: 1988. Duración: 114
min. Género: Drama.
Sooni Taraporevala (Guión), L. Subramaniam (Música), Sandi Sissel (Fotografía), Barry Alexander Brown (Montaje), Mira Nair (Producción).
Nominada al Oscar 1988 a
Mejor Película de habla no inglesa. Nominada al Globo de Oro 1988 a Mejor
Película de habla no inglesa. Premio del Público y Cámara de Oro (Ópera Prima)
en el Festival de Cannes 1988.
Estreno: Mayo de 1988 en el
Festival de Cannes (Francia).
Reparto: Shafiq Syed (Krishna/Chaipau),
Hansa Vithal (Manju), Chanda Sharma (Sola Saal), Raghuvir Yadav (Chillum), Anita
Kanwar (Rekha), Nana Patekar (Baba), Irrfan Khan (Escritor de cartas), Raju
Barnad (Keera), Chandrashekhar Naidu (Chungal), Sarfuddin Quarrassi (Koyla), Mohanraj
Babu (Salim), Sanjana Kapoor (Reportero).
Sinopsis:
Krishna es un niño de las
calles de Bombay. A pesar de su temprana edad ya tiene que sobrevivir de
cualquier modo, en medio de una galería de personajes de la calle, entre los
que encuentra lealtad, traición, amor y todas las experiencias que conforman la
vida misma.
Comentarios:
“Salaam Bombay!”,
película que basa su ficción en la realidad que protagonizan los niños que
sobreviven en las calles de Bombay, es el primer largometraje de Mira Nair,
triunfador en el Festival de Cannes de 1988, donde obtuvo la Cámara de Oro
–galardón reservado para las óperas primas– y nominada al Óscar al mejor filme
de habla no inglesa. Mira Nair, que inició su carrera artística como actriz de
teatro en la India, es un caso atípico en dicha cinematografía –la mayor
productora de películas del mundo–, ya que la cineasta india, tras estudiar en
Harvard, se formó como realizadora en Estados Unidos, en el campo del
documental. La película, rodada en las calles de Bombay y en uno de sus
burdeles, está interpretada por un grupo de niños rescatados de los reformatorios
y calles de la citada ciudad, entre los que destaca su protagonista, Shafiq
Syed. Más que remitirnos al cine indio clásico, este título, de duro y sincero
tratamiento, de paisaje urbano y tono documentalista en su ficción, nos remite
a la corriente neorrealista, pero con una enorme diferencia. Aquí, los avatares
de los jóvenes protagonistas no están propiciados por una situación anómala,
como ocurría en la posguerra que reflejaba el cine italiano, sino que discurren
inmersos en una fatal cotidianidad tercermundista, sin espacio ni tiempo para
la queja. La cruel realidad presentada en “Salaam Bombay!”, busca su intensidad
por acumulación. Y es así como encuentra coherencia su discurso narrativo, que
evita sensiblerías y rehúye el error de incluir solución en su punto final,
donde la última mirada del protagonista infantil marca su apoteosis dramática
al transmitir toda la emotividad contenida en esta meritoria y recomendable
película. (Angel Luis Inurria)
Recomendada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario