Título original: Europa, Europa. Dirección: Agnieszka Holland. País: Alemania. Año: 1990. Duración: 115
min. Género: Drama.
Agnieszka Holland basado
en la autobiografíade Solomon Perel (Guión),
Zbigniew Preisner (Música), Jacek
Petrycki (Fotografía), Isabelle
Lorente (Montaje), Artur Brauner,
Margaret Ménégoz (Producción).
Nominada al Oscar 1991 al
Mejor Guión Adaptado. Globo de Oro 1991 a la Mejor Película Extranjera.
Estreno: 14 de noviembre de 1990,
en Francia.
Reparto: Marco Hofschneider (Solomon
Perel de joven), Julie Delpy (Leni), René Hofschneider (Isaak), Piotr Kozlowski
(David), André Wilms (Soldado Robert Kellerman), Ashley Wanninger (Gred), Halina
Labonarska (Madre de Leni), Klaus Abramowsky (Padre de Solomon), Michèle
Gleizer (Madre de Solomon), Marta Sandrowicz (Bertha), Nathalie Schmidt (Basia),
Delphine Forest (Inna), Martin Maria Blau
(Ulmayer), Andrzej Mastalerz (Zenek).
Sinopsis:
Al estallar la Segunda
Guerra Mundial, Solomon Perel, un joven judío polaco, fue internado en un
orfanato soviético. Más tarde fue reclutado por los alemanes, que desconocían
su identidad, y se convirtió, involuntariamente, en un héroe del ejército nazi.
Comentarios:
Muy reconocida por sus
muy politizadas contribuciones a la nueva ola del cine polaco, Agnieszka
Holland es considerada como una de las más prominentes cineastas polacas.
Holland se graduó en la Academia de Cine y Televisión de Praga (FAMU) en 1971 y
empezó su carrera como asistente de dirección de directores polacos como
Krzysztof Zanussi y Andrzej Wajda.
Tras rodar en inglés la
irregular “Conspiración para matar a un cura” (1988), Agnieszka Holland inició
su etapa más reconocida embarcándose en esta co-producción europea (Alemania,
Francia y Polonia), basada en una historia real, en la que se exorcizan por
enésima vez los viejos fantasmas morales del holocausto nazi y la Segunda
Guerra Mundial. Y es que Holland (directora y guionista), basándose en las
memorias del superviviente Solomon Perel, arremete contra los dos
totalitarismos reinantes en la Europa de ese momento (estalinismo y nazismo)
por medio del relato de la extraordinaria vida cotidiana del protagonista, sin grandes
batallas ni gestas heroicas; con una conmovedora historia llena de casualidades
y pequeñas coincidencias que arremete contra los dogmatismos y la uniformidad
que imponían desde diversos bandos.
Se trata de un sincero y
conmovedor relato de las vicisitudes por las que tuvo que pasar Salomon Perel;
un judío residente en Alemania que por sorpresa, se ve envuelto en una vorágine
de violencia y disturbios, de carácter antisemítica, que estalla en el país
"gracias" a las ideas nacionalsocialistas infundadas por el régimen
de Hitler. Ante la creciente amenaza para su seguridad y por una desgracia
puntual que ocurre en dichos disturbios, la familia de Salomon huye a Polonia,
pero tras la invasión del país por las tropas alemanas, se ve de nuevo obligado
a huir con su hermano Isaac a territorio Ruso.
Y es ahí donde empieza la
historia de su odisea; un camino tortuoso y lleno de casualidades que por
caprichos del destino, obligará a nuestro protagonista a "cambiar"
constantemente de bando, de uniforme, así como de ideas políticas.
Salomon tiene que tragar
con todo lo que venga por sobrevivir; y para ello tiene que inventarse una vida
y ocultar su condición judía; así que se inventa la vida de Jupp; y mientras
actúa como Jupp se topa inesperadamente con la amistad, y con la fama, y con la
aceptación social, y con el amor... ¿pero hasta cuando tendrá que ser Jupp?, y
¿Hasta qué punto podrá seguir actuando como Jupp y no derrumbarse al descubrir
lo que están haciendo con los suyos?...
Si no se nos dijese que
la historia que se nos cuenta es real, y que Salomon existe de verdad, sería
difícil dar crédito a un relato tan lleno de "pequeños milagros",
pero supongo que este es uno de esos casos en los que se puede usar la tan
trillada frase de "la realidad siempre supera a la ficción"; lo mejor
de todo, es que en ningún momento se cae en juicios moralistas ni tiende a
discursos facilones, sino que se limita a narrarnos con una conmovedora
humildad y con un tono sincero la constante lucha de un hombre que lo único que
pretende es sobrevivir.
Sin duda “Europa, Europa”
es un estupendo relato y retrato del viejo continente en los tiempos de la II
Guerra Mundial, con un discurso complejo bien desarrollado y expuesto. Pero es
que Agnieszka Holland también convierte el film en una lección de cine clásico,
con una cuidada ambientación, una inmaculada fotografía de Jacek Petrycki, la
emotiva banda sonora de Zbigniew Preisner (habitual de Krzysztof Kieslowski),
bellos encuadres, elaborados movimientos de cámara y, en general, una puesta en
escena impecable. El periplo físico y existencial del protagonista por Alemania
y la Unión Soviética (por el temido ‘Frente Ruso’) sirve a Holland para tratar
una serie de temas que exploran la condición humana (la religión, la familia,
la homosexualidad, la raza, la juventud, las nacionalidades, el comunismo, etc.),
conformando la educación vital de Solomon Perel.
Recomendada.
Excelente película. Gracias por recordarla en estos momentos donde uno ve las orijas al lobo.
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