El naufragio del
galeón Nuestra Señora del Juncal en
1631 como consecuencia de un huracán es una historia fascinante, tanto por la
peripecia individual de los 39 marineros que se salvaron del hundimiento y que
fueron procesados por ser sospechosos de amotinamiento, como por el cambio que
marcó en la carrera de Indias en el contexto de la Guerra de los Treinta Años y
que confirmaron las crecientes dificultades para el comercio ultramarino entre
la metrópoli y Nueva España en las siguiente décadas por la amenaza de los
holandeses.
Ambas historias, la
que se escribe con mayúscula y la que se cuenta con minúscula, convergen en la
exposición ‘La Flota de Nueva España y la búsqueda del galeón Nuestra Señora
del Juncal’, en el Archivo General de Indias de Sevilla.
La muestra presenta
con todo detalle el hundimiento de este galeón mercante convertido en buque de
guerra y Nave Capitana de la Flota de Indias por las circunstancias históricas,
desde su construcción en un astillero de Hondarribia hasta su hundimiento en el
Golfo de México, mostrando aspectos como la geopolítica del siglo XVII y la
rutas del comercio de ultramar de la Corona española, pero también las
investigaciones de los gobiernos de México y España emprendidas desde los años
90 para su localización.
Un viaje a través de
ochenta piezas provenientes de dieciocho instituciones diferentes que arranca
con un retrato de Felipe IV del taller de Velázquez proveniente del Museo del
Prado y que culmina con una recreación virtual con todo lujo de detalles de
cómo puede estar actualmente el pecio, punto final de un recorrido que integran
obras de arte, audiovisuales que recogen las diferentes rutas comerciales entre
España y América, la recreación de la bodega del buque, una maqueta en madera a
escala 1:32 del galeón realizada ex profeso para la exposición y en la que se
basa la recreación virtual del pecio, mapas, grabados e, incluso, juegos
interactivos para cargar de mercancías el navío.
Entre las pinturas, destacan
los cuatro préstamos procedentes del Museo del Prado, entre ellos, una vista de
Sevilla en el siglo XVI de autor anónimo. Además, se muestran planos y estampas
del Archivo de Indias, como una del Puerto de Veracruz basada en una pintura de
Adrian Boot de 1620. También sobresale en el recorrido un cañón rescatado del
pecio del Nuestra Señora de Atocha, que formaba parte de la flota de Nueva
España y que fue forjado en la Fábrica de Artillería de Sevilla, similar los
que llevaba el Juncal.
Todas estas piezas se
estructuran en un recorrido delimitado en seis capítulos en los que se suceden
la explicación del contexto histórico en el que se produjo el naufragio, las
rutas comerciales entre España y los territorios de ultramar, la construcción
en Hondarribia del Nuestra Señora del Juncal, la peripecia que lo convirtió en
navío de guerra y su viaje final. El recorrido se completa con la investigación
científica entre México y España para su localización.
Porque otro de los
ejes de la exposición es mostrar el entendimiento y la colaboración llevada a
cabo por los gobiernos de México y España para localizar el galeón hundido, así
como las investigaciones para delimitar la zona, a menos de cien metros de
profundidad, donde pudo hundirse con un cargamento en el que había gran
cantidad de plata en monedas y lingotes, así como productos de alto valor en el
mercado europeo como grana, añil, seda y chocolate.
La visita a la
exposición “La Flota de Nueva España: la búsqueda del galeón Nuestra Señora del
Juncal”, ha sido guiada por nuestra compañera María Dolores Pérez Murillo. No solo ha ilustrado la exposición con
sus conocimientos y ha contextualizado su contenido, sino que nos ha explicado
diversos aspectos interesantes sobre la historia del Archivo de Indias. Todo
nuestro agradecimiento para ella.
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