Título
original: A Chiara. Dirección: Jonas
Carpignano. País: Italia. Año: 2021. Duración: 121 min. Género:
Drama.
Guión: Jonas Carpignano. Fotografía: Tim Curtin. Música: Benh Zeitlin, Dan Romer. Producción: Stayblack, Haut et Court,
RAI Cinema, arte, Eurimages.
Premio a la Mejor
Dirección y Mención Especial al Reparto en el Festival de Cine Europeo de
Sevilla (SEFF 2021).
Fecha del estreno: 1 Abril 2022 (España)
Reparto: Swamy Rotolo, Carmela
Fumo, Claudio Rotolo, Rosa Caccamo, Grecia Rotolo, Salvatore Rotolo, Vincenzo
Rotolo, Silvana Palumbo, Giacinto Fumo, Concetta Grillo, Antonio Rotolo Uno,
Giuseppina Palumbo, Giorgia Rotolo, Antonina Fumo, Carmelo Rotolo.
Sinopsis:
La familia Guerrasio y
sus amigos se reúnen para celebrar el dieciocho cumpleaños de la hija mayor de
Claudio y Carmela. Existe una sana rivalidad entre la cumpleañera y su hermana
Chiara, de 16 años, mientras compiten en la pista de baile. Es una ocasión
feliz y la familia está unida y en plena forma. Sin embargo, todo cambia al día
siguiente cuando Claudio desaparece. Chiara comienza a investigar: a medida que
se acerca a la verdad se ve obligada a decidir qué tipo de futuro quiere para
ella.
Comentarios:
En el primer acto de El
padrino, el de la boda, Michael Corleone cuenta a Kay, su entonces novia,
una historia real acerca de lo que supuso para él saber que su padre había
enviado a Luca Brasi a hacerle a un empecinado productor musical “una oferta
que no pudo rechazar”. En Universidad, el quinto episodio de la primera
temporada de Los Soprano, uno de los más memorables, Meadow viaja en
coche junto a su padre para ver centros donde estudiar al año siguiente, y en
un momento de cierta complicidad entre padre e hija le espeta a bocajarro:
“¿Eres de la Mafia?”. “¿Quién te ha contado eso?”, le responde un sorprendido
Tony. A lo que Meadow, siempre inteligente, culmina con sencillez: “Papá, he
vivido siempre en casa”.
En el terreno de la
ficción mafiosa, ese momento en que los hijos de los gánsteres asumen al fin a
qué se dedican sus padres conforma uno de los más poderosos subtextos de las
historias. Para Chiara, película italiana dirigida por Jonas Carpignano,
premio de la Quincena de Realizadores de Cannes, se acerca de nuevo a ese
instante, pero no de un modo colateral sino esta vez central. El día que supe
que mi padre era un criminal podría haber sido su título o subtítulo.
Como El padrino, Para
Chiara arranca quizá no por casualidad con una celebración familiar. Mucho
menos glamurosa, más cercana al chandalismo contemporáneo de Gomorra que
a los trajes de corte italiano de la película de Coppola, pero fiesta al fin.
Allí, como Vito Corleone y Connie, padre e hija bailan en un instante de bella
y sincera comunión que esconde el más sórdido de los secretos. Un rato después
se inicia el viaje al fin de la noche de esa adolescente de 15 años, que comienza
a caerse del guindo. Carpignano, también guionista, articula una puesta en
escena de cine social a la europea, muy de los hermanos Dardenne, con la cámara
en el cogote de la chica y pleno movimiento, mientras la violencia de mayor o
menor grado se dispara a su alrededor. Salvo en un par de secuencias en las que
la cámara lenta subraya con énfasis la relevancia de ciertas acciones, el
director establece un tono de evidente nervio para marcar la situación: risas
desencajadas, móviles, redes sociales, falta de control de la voz y los gritos,
pura pubertad.
Con poco diálogo y un
guion muy básico, de mínimas ramificaciones y un engranaje férreo aunque poco
ambicioso, Para Chiara corre el peligro en su núcleo central de
convertirse en una obra de cierto ensimismamiento en su propia sistemática,
jugándose todo al terreno de lo sensorial, al escrupuloso punto de vista, a la
fina línea que separa el documental de la ficción y a la autenticidad de los
intérpretes no profesionales, pues a las conversaciones parece faltarles una
pizca de hondura. Sin embargo, tras la entrada en el relato de los servicios
sociales y los programas de acogimiento, la película recupera con fuerza el
interés, como una suerte de Los 400 golpes en versión ‘Ndrangheta
calabresa.
La hija del hampa, como
antes Meadow Soprano, como aun antes Michael Corleone, debe decidir si quiere
entrar o decide salir. Si ofrecerle un gran regate al destino tras hacer, de
nuevo, la gran pregunta: “¿Quién es papá?”. La poderosa elipsis final, de tres
años, hasta su cumpleaños, ya con 18, tiene la respuesta. Y esta se enmarca en,
quizá, la palabra clave de la película: la supervivencia, y cómo debe
entenderse a ambos lados del tablero. (Javier Ocaña)
Recomendada (con reservas).
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