viernes, 3 de julio de 2020

El príncipe (Sebastián Muñoz, 2019)

 
Título original: El príncipe. Dirección: Sebastián Muñoz. País: Chile. Año: 2019. Duración: 96 min. Género: Drama.
Luis Barrales, Sebastián Muñoz (Guión), Enrique Stindt (Fotografía), Ángela Acuña (Música), Danielle Fillios (Montaje), Guido Deniro (Sonido) Carolina Espina (Vestuario), Claudia Gallardo (Dirección artística), El Otro Film (Chile), Niña Niño (Chile), Le Tiro (Argentina), Be Revolution Pictures (Bélgica) (Producción).
Premio Queer Lion en el Festival de Venecia 2019.
Mejor contribución artística (ópera prima) en el Festival de La Habana 2019.
Estreno en España: 10 enero 2020

Reparto: Alfredo Castro ("el Potro"), Juan Carlos Maldonado (Jaime "el Príncipe"), Gastón Pauls ("Che Pibe"), Sebastián Ayala (el abandonado), Lucas Balmaceda (Dany, "el Rucio"), Cesare Serra ("el Gitano"), José Antonio Raffo (el gendarme López), Paola Volpato (Elena), Catalina Martin (Mónica), Jaime Leiva, Nicolás Zárate, Paula Zúñiga.

Sinopsis:
San Bernardo, 1970. En una noche de borrachera Jaime, un veinteañero solitario y narcisista, acuchilla a su mejor amigo en un aparente arrebato pasional. Condenado a prisión conoce a El Potro, un hombre mayor y respetado, a quien se le acerca develando una profunda necesidad de cariño y revelando, a la vez, su feroz deseo de reconocimiento. Juntos establecen una estrecha relación de “amor negro”, como le llaman en la cárcel, lo que le permitirá a Jaime, ahora “El Príncipe”, descubrir los afectos y lealtades, enfrentando al mismo tiempo las luchas de poder tras las rejas.

Comentarios:
A estas alturas de la película y a fuerza de reiteración, el estereotipo carcelario del guapo joven recién llegado a la prisión, a merced de la aristocracia criminal del lugar y sodomizado por el repulsivo jefe del clan provoca infinita pereza. Y sin embargo, el chileno Sebastián Muñoz se las compone para escapar de lo rutinario gracias a una factura técnica y artística cuidadísima, de una bella sordidez, que hace que El príncipe, su primer largometraje en solitario, con peligrosa tendencia a lo soporífero en su fondo, apunte al menos cierto estilo.
Ambientada en 1970, pero con nulo interés en la compleja situación política de Chile por parte de Muñoz, la película se despliega mejor como obra conceptual que como trabajo puramente narrativo. Una idea en la que incide la utilización de la banda sonora, con una música de Ángela Acuña lejos de lo convencional y una tremenda versión de Ansiedad, mítico tema del venezolano José Enrique Sarabia, además de unas exageradísimas interpretaciones que se apartan del naturalismo, entre ellas la de la figura del cine y el teatro chilenos Alfredo Castro, y un interesante empleo de los colores, sobre todo de los juegos cromáticos con los azules.


Sin embargo, contada en varios tiempos a través de diversos flashbacks sin orden (ni demasiado concierto), entre el inicial crimen pasional que lleva al protagonista a la cárcel y la explicación final, El príncipe siempre resulta alicorta en su retrato de una realidad social y carcelaria que se antoja grueso, y de una pasión sentimental complicada de entender. Y aunque en algún instante parezca enfilar hacia aquellos míseros y deslumbrantes dramas del mexicano Arturo Ripstein ambientados en espacios cerrados y metafóricos (El castillo de la pureza, El lugar sin límites…), la sensación nunca acaba de cuajar. (Javier Ocaña)
Recomendada (con reservas).


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