El periodista y filólogo
David Felipe Arranz ha reunido un centenar de películas sobre el quehacer
informativo en “Las cien mejores películas sobre periodismo” (Cacitel), en el
que asegura que el cinematógrafo ha sido uno de los grandes aliados de la
profesión periodística y que la gran mayoría de los filmes se basan en hechos
reales.
El libro se presentó en
la Fundación Diario Madrid en una mesa moderada por Mar Abad y en la que han
participado los periodistas Antonio San José, Marisol Galdón y Juan Carlos
Laviana. Todos coincidieron en el momento de cambio y reinvención por el que
atraviesa la profesión y en el fiel retrato que de los periodistas ha realizado
el cine. Laviana señaló que la apasionante vida profesional de Luis María Anson
bien merecería una película. Antonio San José coincidió en que el de la
Transición Española fue un tiempo a nivel periodístico que podría dar un juego
enorme a nivel cinematográfico. Arranz, por su parte, propuso un filme sobre
los periodistas que estuvieron en el Hemiciclo el 23-F y los momentos que
vivieron.
Arranz, profesor de
periodismo en la Universidad Carlos III de Madrid, recoge títulos que ensalzan
paradigmas periodísticos, como “El cuarto poder” (1952), de Richard Brooks, “Todos
los hombres del presidente” (1976), de Alan J. Pakula, o “El año que vivimos
peligrosamente” (1983), de Peter Weir, y otros que critican la mala praxis de
la prensa sensacionalista, como “El gran carnaval” (1951), de Billy Wilder, o “Nightcrawler”
(2014), de Dan Gilroy. Una de las conclusiones del ensayo es que la mayor parte
del cine sobre periodismo, que el autor considera un subgénero, está basado en
hechos reales.
Periodistas como Edward
R. Murrow, Mike Wallace, David Frost, “Weegee”, Paul Julius Reuter, Walter
Howey, Ernie Pyle, Charles Einstein, John Reed, Bob Woodward, Carl Bernstein,
Walter Winchell, Hunter S. Thompson, Veronica Guerin o Judith Miller han
inspirado grandes películas, así como sus odiseas personales y el constante
ejercicio de la investigación, a veces a través de la heterodoxia, pero siempre
con el contrapoder como horizonte.
Fotograma de "Los archivos del Pentágono" |
Además, Arranz analiza
los hitos de la profesión en cada película, como el caso de la editora de The
Washington Post, Kay Graham, enfrentada al presidente Lyndon B. Johnson por la
guerra de Vietnam en “Los archivos del pentágono” (2017), de Steven Spielberg;
los avances laborales conseguidos por la periodista Adela Rogers St. Johns en “La
que apostó su amor” (1935), en la que es interpretada por Bette Davis con el
nombre de Ellen Garfield; algunas luchas titánicas contra las élites del poder,
como la mantenida por el programa “60 minutos” de Mike Wallace y Lowell Bergman
emitido en la CBS contra la tabacalera Brown & Williamson y filmada por
Michael Mann en “El dilema” (1999), o contra la xenofobia y el Apartheid, como “Grita
libertad” (1987), de Richard Attenborough, que recoge la historia real del
periodista Donald Woods, que tuvo que escapar de Sudáfrica disfrazado de
sacerdote anglicano, en la Nochevieja de 1977.
Acaso sea el cine quien
mejor haya comprendido el oficio del periodista, toda su trascendencia y el
papel que juega en la configuración de una opinión pública sana y libre. En
este libro, su autor ha querido recoger todo el cine sobre periodismo, a
excepción del correspondiente a las cinematografías española e iberoamericana,
que será objeto de otra posterior publicación, y analizar en profundidad una
propuesta de canon, las cien mejores, con sus milagrosas victorias y sus
sombrías e injustas derrotas a manos del Poder, casi siempre basadas o
inspiradas en casos reales.
Fotogramas de "Ciudadano Kane", "Network. Un mundo implacable" y "Nightcrawler" |
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