¿Quién no se
acuerda de George Sanders? Alto, elegante, de boca sensual. Sanders fue el
villano por excelencia en numerosas películas, desde el chantajista de “Rebeca”
al pirata de “El cisne negro”, sin olvidar personajes tan inquietantes como el
“chejoviano” juez de “Extraña confesión”, o el ladrón Vidocq convertido en policía de “Escándalo en
París”, hasta llegar a la creación más
perfecta de su carrera, el cínico crítico teatral DeWitt de “Eva al desnudo” que, en una escena
magistral, desenmascaraba a la ambiciosa Anne Baxter. Premiado con el
Oscar como actor de reparto por su
magnífica interpretación en esta película, la carrera del actor entró en
declive durante los años cincuenta.
Muy pocos hubieran
reconocido al actor en el caballero envejecido y de paso vacilante que se
alojaba en el Gran Hotel Rey D. Jaime de Castelldefels (Barcelona) donde murió
el 25 de abril de 1972 tomando una sobredosis de Nembutal. Había nacido en San
Petersburgo el 3 de julio de 1906, de padres británicos; en 1917 volvieron al
Reino Unido donde cursó estudios junto a su hermano Tom Comway, también actor.
Aquel 25 de abril
de 1972 el botones del hotel llamó a la puerta de su habitación porque no
contestaba al teléfono. Al abrir la puerta lo encontraron en el suelo desnudo y
muerto. Dejó una nota para que avisaran a su hermana y otra en la que decía:
“Querido mundo: He vivido demasiado tiempo, prolongarlo sería un aburrimiento.
Os dejo con vuestros conflictos, vuestra basura y vuestra dulce cloaca.”
Hombre inteligente,
demasiado inteligente para la profesión que seguía y para el mundo que
frecuentaba, Sanders quiso distraer su aburrimiento casándose cuatro
veces, escribiendo una novela, Crimen en las manos, y cultivando un
dandismo sistemático. Y quiso despedirse del mundo con un suicidio poco
estético pero llevado a cabo con una displicencia de gran señor, signo último
de la profunda ironía que había caracterizado toda su vida.
Sus esposas
fueron Susan Larson (1940-1949), Zsa Zsa
Gabor (1949-1954), Benita Home (1959-1967) y Magda Gabor (1970, el matrimonio
no duro ni un año). Benita Home murió, de las otras tres se separó.
¿Qué impulsó a
George Sanders a quitarse la vida ingiriendo una gran cantidad de barbitúricos
en una ciudad que sólo los españoles y no todos saben situar en el mapa? Se
dice que la decepción de haber vendido
su amada casa de Mallorca instigado por una mujer, de lo que se arrepintió. En
aquella localidad catalana buscaba otra casa; le vieron deambular por la
playa durante varios días casi siempre
borracho y solo.
La mayor parte de
sus papeles fueron de actor de reparto pero sus
interpretaciones siempre fueron magníficas. Su compatriota
Alfred Hitchcock contó con él para el papel de cínico chantajista en Rebeca
1940. Una magnífica escena donde pone de
relieve su cinismo es cuando sube al coche y le propone al Señor de Winter
entregarle una carta de Rebeca a cambio de dinero al tiempo que coge de la
cesta del picnic un muslo de pollo y
cuando termina de comérselo se pregunta qué hacer con el hueso.
En 1943 rodó La
luna y seis peniques, en la que se metía en la piel del pintor Paul Gauguin
por cuyo papel fue nominado al Oscar. Dirigida por Albert Lewin, basada en una novela de William
Somerset Mougham y con música de Dimitri Tiomkin.
Con el director
Douglas Sirk fue el protagonista de dos películas. Extraña confesión en 1944
ambientada en Rusia tras la revolución bolchevique de 1917. Casualmente el año
que él y su familia abandonaron Rusia donde había nacido.
La otra película
que rodó bajo la dirección de Douglas Sirk fue Escándalo en París,
autobiografía del legendario ladrón del siglo XVIII Vidocq.
Y por fin, en 1950
la película con la que consiguió el Oscar: Eva al desnudo. Dirigido por Josef
L. Mankiewicz (uno de los directores de nuestro álbum 2014/15), tal vez su
actuación más conocida, en el papel del frío crítico teatral Addison DeWitt, que
tenía como amante a la señorita Casswell, una joven Marilyn Monroe. La película
tuvo catorce nominaciones de la Academia y la crítica la consideró la película
más inteligente, más devastadora, más adulta y más culta jamás rodada sobre
algo relacionado con el escenario teatral de Nueva York.
Para terminar con
este breve repaso por la vida, la muerte
y la carrera de George Sanders otra gran película Te querré siempre, dirigida
por Roberto Rossellini en 1954.
Una de las más
altas muestras del neorrealismo italiano, una de las mejores obras de su autor.
En la trama parece no acontecer nada y, sin embargo ocurre un terremoto en el
alma de los personajes. Era la tercera película que rodaba Rossellini con su
esposa, Ingrid Bergman.
Ana Márquez
Estupendo artículo, Ana. ¡Emhorabuena! Me fascina este actor del cine clásico. Yo, siempre lo recordaré como el amado bribón y "sin vergüenza" de la Sra. Muir, obra maestra del genial Josef L. Mankiewicz. Saludos.
ResponderEliminarEs verdad, otra película de nuestro álbum El fantasma y la Sra, Muir.
EliminarNo sé quien eres.???? Muchas gracias .
"Extraña confesion" es una muy interesante pelicula basada en una novela muy buena de Chejov del mismo titulo originalmente llamada "Un drama de caza" Muy recomendables tanto la novela como la pelicula (XLMP)
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