Título
original: El silencio. Temporada:
1. Episodios: 6. Año: 2023. País:
España. Género: Thriller. Estreno: 19 Mayo 2023 (Netflix).
Creación: Aitor
Gabilondo. Dirección:
Gabe Ibáñez, Esteban Crespo. Guión:
Aitor Gabilondo. Fotografía: Octavio
Arias, Curro Ferreira. Música: Zacarías
M. de la Riva. Montaje: Miguel Doblado, Guillermo Cobo, Sebastián
González, Jorge Arrieta. Producción:
Alea Media. Distribuidora: Netflix.
Reparto: Arón Piper (Sergio Ciscar
Polo), Almudena Amor (Ana Dussuel), Cristina Kovani (Marta Ortega Saiz), Aitor
Luna (Cabrera), Manu Ríos (Eneko), Aria Bedmar (Greta), Ramiro Blas (Natanael
Torroja), Mikel Losada (Mikel).
Sinopsis:
Sergio Ciscar es puesto
en libertad 6 años después de haber asesinado a sus padres, cuando aún era
menor de edad. Durante ese tiempo, Sergio no ha dicho una sola palabra ni ha
colaborado con la justicia, por lo que tanto las motivaciones del crimen como
sus actuales intenciones son un misterio. Ana Dussuel, una joven psiquiatra y
su equipo serán los encargados de determinar su potencial peligro para la
sociedad observándolo en secreto día y noche, como a un animal.
Comentarios:
El silencio es la historia de Sergio Ciscar (Arón Piper), un joven que fue acusado de asesinar a sus padres a sangre fría cuando era menor de edad. Tras cumplir una condena de seis años en la que apenas ha pronunciado palabra, vuelve a la sociedad, sin saber que la psiquiatra Ana Dussuel (Almudena Amor) y su equipo lo vigilarán día y noche para analizar su comportamiento y comprobar si es verdaderamente una amenaza pública.
Aitor Gabilondo ha creado un relato interesante, aunque algo descafeinado en cuanto a los personajes y las subtramas.
El silencio transcurre en una Bilbao algo oscura, pero atractiva en cuanto a su arquitectura (podría decirse que en la línea de su propio protagonista). El inicio de la serie es todo lo que se podría esperar del género de suspense, con una destacada presentación de los hechos y de los personajes y pinceladas de la tensión que acompañará al relato en el resto de capítulos.
Sin embargo, cuando una lee la premisa de la serie, lo que espera es que el silencio del protagonista dote de un misterio mayor a la historia: un relato donde los gestos, las miradas y esa falta de palabras enganchen al espectador frente a la pequeña pantalla. No obstante, esta experiencia, aunque sí se llega a vivir al comienzo de la ficción, pierde fuerza a medida que pasan los episodios. La historia no consigue exprimir al máximo la vía del silencio: el personaje principal no es que haya decidido no volver a hablar, sino que es selectivo al hacerlo. Por tanto, deja así a medio explorar un detalle que podría diferenciar la producción notablemente de otras del mismo género.
Eso
sí, al César lo que es del César, ya que, indudablemente, quien se lleva la
nota más alta es Arón Piper. El actor, ya asentado en la plataforma, deja ver
en El silencio que no hace falta tener un diálogo denso y
prolongado para desarrollar una actuación destacable. De hecho, esta miniserie
podría considerarse el mejor trabajo del intérprete hasta la fecha. El
español-alemán supera con creces a sus compañeros de elenco, pues algunos no
terminan de convencer. De hecho, el thriller psicológico está formado por
demasiados personajes que se acaban desdibujando y, lejos de aportar «chicha» a
la historia, parecen incluso un grupo de espectadores más, confusos por los
hechos que están presenciando.
Por
otra parte, la historia juega con los cliffhanger,
las traiciones cruciales y demás ingredientes del suspense, indispensables para
enganchar al menos un rato. Con este thriller, Aitor Gabilondo vuelve a crear
un relato sobre las luces y sombras de cualquier ser humano y la
responsabilidad del contexto en los contrastes de la propia identidad. Eso sí,
el sello indiscutible de Netflix se aprecia en las tramas juveniles que se
entremezclan con la historia principal, las cuales no ligan con el relato en
primer plano. De hecho, a El
silencio le pasa un poco esto: tramas
secundarias con distinto ritmo que sacan al espectador de la historia en
momentos puntuales.
La
hibristofilia es una parafilia por la que algunas personas sienten deseo sexual
por delincuentes. Esta erotopatía ha estado muy presente tanto en casos reales
de crímenes como en relatos de la ficción. El silencio
construye su historia, sus personajes y su propio atractivo alrededor de esta
singular filia.
Al
visionar los seis episodios que forman la nueva miniserie de Netflix se siente
que esa parafilia oscura tiene intenciones de traspasar la pequeña pantalla (al
menos en una dosis más sana), humanizando desde el principio a su protagonista,
atractivo y joven, que se encuentra observado y sin mucho margen de movimiento
tras haber cumplido una pena por asesinato. Y precisamente en esta intención es
donde se encuentra otro de los puntos flacos de la producción: la hibristofilia
invade la historia, pero quizás no tanto al espectador. Con lo que sí se
consigue empatizar es con la dificultad que tiene ‘un delincuente’ en la
reinserción y, sobre todo, en confiar en aquellos que le tienden la mano.
Dejando
a un lado todo aquello que tambalea, El
silencio es una buena apuesta patria
formada por un elenco variado de actores tanto conocidos como emergentes al que
Arón Piper pone la guinda y dota de una gran proyección internacional. En
conjunto, la nueva serie de Gabilondo hace justicia a su género, y ocupará un
puesto como serie nacional entretenida y con una muy buena duración. Una
historia casi perfecta para el formato de miniserie, que va atando cabos a
medida que avanza y que juega al despiste hasta desembocar en un final, cuando
menos, intrigante. (Lucía Ortega)
Recomendada (con reservas).
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