Nació el 23 de
marzo de 1944 en Londres, a
los 17 años ingresó en la Royal Academy of Music y allí se centró, sobre
todo, en el piano, el clavicordio y la historia de la música. Estudio tambien
en el King’s College donde se especializo en el Barroco Inglés de los siglos
XVI y XVII. Durante unos años se concentro en la musicología y empezó a colaborar como
crítico musical en varias publicaciones inglesas. Se le cita como la primera
persona que en 1969 aplico el término “Minimalismo”, ya utilizado en otras
formas de arte, a una obra musical. Parte de la fama de Nyman comenzó con esa
crítica y con el libro que como musicólogo publicó en el año 1974, en el que
expandió su definición de minimalismo en la música Experimental Music: Cage
and Beyond (Música Experimental:
John Cage y sus seguidores).
En 1976, a los 32 años Nyman decide dedicarse por completo a
la composición, entrando en el mundo cinematográfico de la mano de su amigo y
director de cine Peter Greenaway con el que tuvo una colaboración puntual en
1967, pero no fue hasta 1976 cuando comenzaron su fructífera colaboración. En ese año filman un
mediometraje “Goole by Numbers”, y posteriormente un corto de 4 minutos
basado en una de las piezas compuestas por Nyman en 1976 “1-100”. En 1978 hacen dos mediometrajes “Vertical
Features Remake” y “A Walk Through H: The Reincarnation of an Ornithologist”.
En 1980 filman “The Falls”, una película disecciona a 92 personas
que han sobrevivido a un evento violento. Pero no fue hasta 1982 cuando Nyman hace su primera gran banda sonora tambien con
Peter Greenaway para la película El contrato del dibujante, una música inspirada en Purcell, con la que, debido a su gran conocimiento de
la música barroca, consigue convertirla en la parte más importante del filme.
Ambos artistas continúan trabajando juntos realizando varios cortometrajes durante los
años 83, 84 y 85 y en 1988 realizan el segundo largometraje juntos “Conspiración de Mujeres” (Drowning by Numbers),
en la que Nyman hizo algo
bastante original, crear una banda sonora completa a partir de una serie de
variaciones sobre un único tema, en este caso el movimiento lento de la
Sinfonía Concertante para violín viola y orquesta KV.364 de Mozart.
Durante esos años Nyman seguía con su faceta de compositor y
en 1987 estreno una ópera de cámara The Man Who Mistook His Wife For A Hat.
En 1989 compuso “Memorial”, a partir de uno de los pasajes del “King
Arthur” de Purcell, para recordar a los fallecidos italianos en la Final de la
Copa de Europa que se disputó en el estadio de Heysel, de Bruselas. Esta pieza
vuelve a utilizarla en la siguiente película de Greenaway el año 1989, “El
cocinero, el ladrón, su mujer y su amante”.
Tambien en ese año y para conmemorar el 200 aniversario de la Revolución
Francesa hacen juntos un mediometraje llamado “Death in the Seine”.
Después de todos esos años componiendo solo bandas sonoras
para películas de Greenaway comienza su colaboración con otros directores como
Laconte y en 1989 compone la música para la película francesa El marido de
la peluquera y en 1991 tras la realización de la película Prospero books
finaliza la relación entre Nyman y Greenaway, que ya venía enfriándose desde años atras.
En 1993 hace la banda sonora de “The Piano” que ha
resultado ser su obra más comercial y premiada y que es una versión de una
canción popular escocesa. La película obtuvo muchos premios, no así la música,
y eso que en pocas películas una banda sonora goza de tanto protagonismo como
en ésta, es más, sin ella podríamos decir que no existiría la película, ya que
la protagonista, muda, se expresa a través de las melodías que ella misma
produce, sus sentimientos de alegría, angustia o amor se reflejan siempre a
través de la música de su piano, este es su verdadera voz. Michael Nyman hizo
un estudio psicológico del personaje y a partir de él compuso las diferentes
piezas que la mujer interpreta.
Tras esta película que le llevo a la fama mundial, edito
varios discos, músico una ópera ballet “Noises sounds and sweet airs”,
realizo un proyecto insólito, como fue la banda sonora de una película japonesa
de dibujos animados, en la que ya cambio un poco su estilo comenzando con unas
características más líricas y entro en el mundo de la moda componiendo en 1994
la música para el desfile del diseñador de moda Yohji Yamamoto.
Además de continuar con la composición de otros temas
musicales, sigue realizando bandas sonoras, pero ya de una forma más
esporádica. En 1997 hace la música para la película Gattaca, en la que
percibimos un cambio de estilo, habiendo casi desaparecido los ritmos
repetitivos, pero ya las composiciones de bandas sonoras
las va realizando de forma más esporádica, siendo la última en el año 2012. En
una entrevista ha asegurado que las
bandas sonoras de hoy en
día «no reflejan la calidad del
compositor» y ha explicado que no ha escrito ninguna desde hace varios años
«porque nadie quiere que se parezcan a
Nyman ni él quiere que suenen como las demás» y respecto a una
futura colaboración con directores de cine, Nyman ha dicho «estar muy abierto» a ello», aunque ha señalado que
muchos cineastas «creen que estoy muy
ocupado o que voy a pedir mucho dinero por hacerlo», cuando, según dice, «no es la realidad».
Desde el año 1976 tiene una banda musical llamada Michael
Nyman Band, actualmente formada por un cuarteto de cuerda amplificado y
diversos instrumentos de viento, dirigidos todos ellos desde el piano. Con esta
banda Nyman desde 2009 pone música a películas mudas como como 'Manhatta”, de Paul Strand, “El acorazado Potemkin”, de Eisestein, “A propósito de Niza” de Jean Vigo y los
filmes de Dziga Vertov, entre ellos “El
Hombre y su cámara". En sus propias palabras "Componer música para películas sin sonido tiene varias ventajas;
una es que el director normalmente está muerto y no juega ningún papel en la
música, lo cual te da mucha libertad. Con el cine insonoro, desaparece la
obligación de ajustar tu obra a la ceguera musical de directores vivos. Un
director te obliga a parar en los lugares que él te dicta y a componer bajo sus
instrucciones. Con las películas mudas, todas las decisiones son mías".
Amén de esta mayor flexibilidad compositora, Nyman aprecia que "la música no compite con los diálogos
en el cine mudo, lo que permite componer piezas largas sin interferencias de
las demandas narrativas o del diálogo". "Eso no se puede hacer en las películas actuales, donde la música
choca de forma constante con otros elementos sonoros”.
De su trabajo con el cine mudo y de su gran afición a la
fotografía (ha hecho varias exposiciones fotográficas) surgió la idea para la
realización del documental "Nyman
with a movie camera", película del año 2010, de 64 minutos concebida y dirigida por él, en la que nos presenta una
reconstrucción, fotograma a fotograma, del original de Dziga Vertov "Man
with a movie camera", reemplazando las tomas originales con material
filmado por el propio Nyman durante las últimas dos décadas, es una
aproximación moderna al cine experimental basado en el collage cinematográfico.
En el año 2014 estrena otros de sus proyectos
musico-cinematográficos, en los que mezcla imágenes y música, su espectáculo 'War Work: 8 songs with film” es una combinación de música e
imágenes dedicada a la Primera Guerra Mundial y que puso en marcha con motivo
del centenario del inicio del conflicto, para lo que Nyman ha llevado a cabo un
meticuloso proceso de documentación para seleccionar las imágenes de archivo empleadas
en el montaje cinematográfico y para la música se ha inspirado en compositores
de los siglos XVIII y XIX: Beethoven, Rossini, Schubert y Chopin, entre otros.
En su faceta de cineasta continúa realizando películas cortas más
personales, como No Bull un estudio
sobre la violencia innecesaria de las corridas de toros, The Art of Fugue en la que examina modelos
y fotógrafos durante un evento de un club en una plaza mexicana, Teatro Cine Opera es un estudio de un antiguo
gran teatro colapsado y un trabajo más reciente es El Ritmo del Sismo, el ritmo del terremoto en el que dos skippers
profesionales tocan en sitios de un terremoto en México.
Sus composiciones podemos escucharlas tambien en el cine
documental, entre los que destacan Man on Wire, historia del
funambulista Philippe Petit en el trayecto que realizó en 1974
entre la Torres gemelas de Nueva York, Petit solicito expresamente que
la música para el documental fuese compuesta por Nyman. Tambien en La maleta
mexicana un documental sobre la maleta que contiene unos 4000 negativos de
fotografías de Gerda
Taro y Robert Capa y que apareció en la década de los noventa.
Las características de su obra musical no resultan fáciles
de describir, ya que es tremendamente abundante y variada, pero su obra en
general y particularmente en las bandas sonoras es perfectamente reconocible e
identificable como suya. Lo más destacable es la influencia de otras músicas
fundamentalmente de la música barroca inglesa, ya que Purcell, Dowland y Von
Biber se encuentran entre su músicos preferidos e inspiradores, más en sus
primeras etapas, pero tambien en su música más actual, aunque tambien se
inspira y realiza variaciones de obras de otros compositores clásicos, como
Mozart, o Beethoven y de compositores contemporáneos como Gorecki. Otra característica de su obra es el aprovechamiento, ya que
recicla ideas de una a otra composición, por lo que quizás podríamos hablar de
autoplagio, pero él lo define como una voluntad de trabajar ideas antiguas con
nuevas formas de expresarlas, en una entrevista dice “No hay nada por inventar. Yo no soy un buen músico desde cero, lo que
yo hago es reciclar ideas de otros compositores y de mi".
Y por supuesto su música es minimalista, caracterizada por
la utilización de una pulsación regular y por la repetición de motivos cortos
que evolucionan lentamente, y la reiteración de breves motivos que evolucionan
lentamente de una manera prácticamente imperceptible, dando en conjunto la
impresión de que las mismas notas se repiten una y otra vez ad infinitum
durante el tiempo que pueden llegar a durar las interpretaciones. Y es que si
algo le caracteriza es que es capaz de encontrar la infalible melodía que se
repetirá en casi todas las canciones que componen la música de sus filmes, y
que se convierte en elemento clave para el acompañamiento del metraje y que transmite
no sólo la esencia de cada escena en la que puede escucharse, sino que entona
un himno global que hace reconocible la película, por muchos años que hayan
pasado desde su estreno.
A estas alturas de su carrera sigue mirando hacia el futuro,
ampliando los límites de su arte con el mismo ímpetu y vitalidad creativa que cualquier
joven de generaciones más recientes.
Elena, magnífico trabajo, qué interesante! Y que importante es la música en el cine. Hay bandas sonoras que recuerdas más que las películas. Gracias.
ResponderEliminarBuen repaso a la obra de Michael Nyman, dentro y fuera del cine; hay películas que merece la pena ver simplemente por su música.
ResponderEliminarCompleto las B.S.O. de Michael Nyman con otras dos obras destacadas: Carrington (1995) y Wonderland (1999). Gracias.
Gracias por la aportación.
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