Cedric Gibbons
es uno de los directores artísticos más influyentes de la historia
del cine. Su nombre aparece en los títulos de crédito más de mil
películas, lo que le valió ser candidato al premio Oscar en 39
ocasiones, y recibir 11 estatuillas. Impuso su gusto por la
arquitectura del Racionalismo y el Art Déco en los decorados
cimematográficos, haciendo que estos estilos traspasaran las
pantallas y llegaran hasta los hogares de los espectadores.
Gibbons
nació en Dublín en 1893, pero muy pronto su familia emigró a Nueva
York, donde su padre abrió un estudio de arquitectura. Siguiendo la
tradición familiar (hijo y nieto de arquitectos) estudió arte y
arquitectura en la prestigiosa escuela Art Students League. Después
de graduarse, trabajó una temporada como dibujante en el estudio de
su padre, pero no duró mucho. Descontento con este trabajo, decidió
dejarlo y tomarse un año sabático para viajar por Europa.
En 1915, al regresar de Europa, entró en la industria del cine, contratado en los estudios Edison como asistente del muralista Hugo Ballin. Su primer encargo como director artístico lo realizó para The Unwritten Code (1919), el último filme producido por la compañía antes de cerrar. Pero no tardó en encontrar otro empleo. El productor Samuel Goldwyn lo fichó como director artístico de la Goldwyn Pictures Corporation (fundada en 1917). En 1924, cuando Goldwyn se fusionó con Louis B. Mayer para crear la Metro-Goldwyn-Mayer (MGM), Gibbons se incorporó a la nueva compañía como jefe del Departamento de Arte, cargo que ocuparía hasta su retirada en 1954.
En 1915, al regresar de Europa, entró en la industria del cine, contratado en los estudios Edison como asistente del muralista Hugo Ballin. Su primer encargo como director artístico lo realizó para The Unwritten Code (1919), el último filme producido por la compañía antes de cerrar. Pero no tardó en encontrar otro empleo. El productor Samuel Goldwyn lo fichó como director artístico de la Goldwyn Pictures Corporation (fundada en 1917). En 1924, cuando Goldwyn se fusionó con Louis B. Mayer para crear la Metro-Goldwyn-Mayer (MGM), Gibbons se incorporó a la nueva compañía como jefe del Departamento de Arte, cargo que ocuparía hasta su retirada en 1954.
La
Exposición Internacional de Artes Modernas y Decorativas, celebrada
en París en 1925, supuso para Gibbons el conocimiento de la obra
Robert Mallet-Stevans, arquitecto y diseñador francés, pionero en
integrar las premisas del Movimiento moderno en todas las artes:
arquitectura, escultura, pintura, decoración, diseño de mobiliario,
artes gráficas, etc. En los años de transición del cine mudo al
sonoro, Cedric Gibbons, queda convencido de que la estética del Art
Deco era la perfecta para el nuevo cine de Hollywood. Abandonó los
fondos pintados y revolucionó el concepto de escenografía,
introduciendo sofisticados espacios y modernos ambientes, con la
ayuda de luces y del dominio del blanco y negro. Algunas
de sus primeros trabajos para la MGM son ya buenos ejemplos del
“estilo Gibbons”, lo vemos en títulos como Vírgenes
modernas (1928), Jugar con fuego (1929), El beso (1929) o Gran Hotel (1932) donde usa elementos de la
arquitectura moderna para construir inéditos decorados
cinematográficos. En estos espacios, las estrellas protagonistas,
como Joan Crawford o Grata Garbo, maravillosamente vestidas,
brillaban como nunca. Cedric Gibbons había ideado el escenario
adecuado para el sueño de Hollywood.
La mujer ligera (1928) |
Jugar con fuego (1929) |
El beso (1929) |
Gran hotel (1932) |
Gibbons fue uno de los 36 miembros fundadores de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas en 1927, y se le atribuye el diseño de la mítica estatuilla de los premios Oscar, esbozada por él sobre la servilleta de papel de una cafetería. Pertenecía a la denominada “aristocracia de Hollywood”, un reducido círculo unido por estrechos vínculos; él era cuñado de Irene, la famosa diseñadora de vestuario, que estaba casada con su hermano Eliot Gibbons, escritor y guionista.
Creó los decorados de grandes musicales como “Melodías de Broadway” y “Un americano en París” |
Su estilo está presente en su residencia de Santa Mónica, que él mismo diseñó, y donde vivió con la famosa actriz mexicana Dolores del Río, su esposa entre 1930 y 1941. Esa casa se convirtió en el centro de la vida social del Hollywood de la época, por sus fiestas pasó toda la MGM, como queda testimoniado en muchas de las revistas dedicadas a mostrar como vivían las estrellas de cine (puedes ver más fotos de la casa aquí) .
Dolores del Río y Cedric Gibbons en su casa de Santa Mónica |
Durante
sus años en la Metro-Goldwyn-Mayer, firmó la dirección artística
de más de mil películas. Esta abultada cifra se debe a que los
departamentos de arte de los estudios funcionaban como verdaderos
estudios de arquitectura, con un numeroso equipo trabajando
simultáneamente en muchos proyectos a la vez. De manera que todos
los proyectos pasaban por el director, y su nombre era el único que
aparecía en los créditos. Parece que como jefe tenía un carácter
autoritario, por lo que se ganó fama de intransigente. Fue un hombre
respetado por su trabajo, pero también muy temido, por su enorme
poder dentro del estudio.
Departamento de arte de la MGM |
Consiguió once premios Oscar por
su trabajo en títulos como: El Puente de San Luis Rey
(1929), La Viuda Alegre (1934), Orgullo y Prejuicio (1940), De
Corazón a Corazón (1941), Luz que Agoniza (1944), El Despertar
(1946), Mujercitas (1949), Un Americano en París (1951), Cautivos
del mal (1952), Julio César (1953), y Marcado por el odio (1956).
Sin galardón quedó uno sus trabajos
más conocidos: toda la escenografía que ideó para El mago de Oz (1939).
Además, probó también suerte como realizador, dirigiendo junto a Jack
Conway Tarzán y su compañera (1934), protagonizada por Johnny
Weissmuller.
Gibbons
murió en 1960, cuatro años después de su jubilación. Con su
trabajo determinó no solo la estética de toda la época dorada de
Hollywood, sino que contribuyó a la difusión de una nueva estética
en decoración y arquitectura que sería adoptada por numerosos
hogares estadounidenses. Su muerte coincide con la crisis del
Hollywood clásico, y el ocaso de una manera de entender y hacer el cine.
Portada del libro “El estilo MGM. Cedric Gibbons y el arte de la edad de oro de Hollywood” |
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