El pasado 16 de septiembre falleció tras su lucha contra el cáncer el gran actor catalán Jordi Dauder. Nació en Badalona, hace 73 años.
Jordi Dauder empezó a comprometer con las luchas vecinales, con los grupos de renovación pedagógica para lograr mejores escuelas... Luego se enfrascó con movimientos antifascistas, con todas las causas que defendieran a las víctimas de tropelías. Él fue una de esas víctimas y tuvo que vivir un exilio europeo de tres lustros, gracias al cual dominaba además del catalán y castellano, el inglés, francés, italiano y portugués. También el compromiso estuvo desde el principio en la ética con la que defendió su oficio: la escena, el trabajo de actor. Desde sus comienzos en el Teatro Fronterizo, codo con codo con otro comprometido como es José Sanchis Sinisterra. Su integridad era tal que acudía a las asambleas del 15-M en silla de ruedas
Este verano además escribió sus memorias y también un monólogo junto con Irene Pardo. En su actividad de escritor (cofundador y colaborador de las revistas El Viejo Topo, Quimera y Coyoa-cán) destacó con sus cuentos, como poeta (recibió el Premio Marti Pol) y como novelista.
Su trabajo de sacerdote en la película Camino, de Javier Fesser, le proporcionó un Goya y el Premio de la Unión de Actores. Después aún intervino en siete películas, una se verá en el Festival de San Sebastián estos días: El Monje, de Dominik Moll. De monje también hacía en su última intervención en televisión en la serie Los misterios de Laura, mientras que en su última película, Volveremos, de Felip Sole, rodada este verano, su personaje estaba más cercano a él; interpretaba a uno de los militares republicanos que entraron en París con la columna del general Leclerc.
En unos días recibirá un homenaje que preparan sus compañeros en Barcelona, donde alcanzó una gran popularidad por su trabajo en numerosas series y su participación como protagonista en los 507 capítulos de Nissaga de poder (TV-3), entre los años 1996 y 1998, interpretando a un auténtico malo: Narcís Montsolís. También participó en otras series como Los hombres de Paco, ¿Hay alguien ahí?, Herederos, El comisario y Los jinetes del alba.
Su prestigio en teatro era incuestionable. Brilló en montajes de directores como Gerardo Vera (con él hizo el último trabajo en escena en Platonov, de Chéjov), Xavier Albertí, Carlota Subirós, Eduardo Vasco, Helena Pimenta, Amelia Ochandiano, Calixto Bieito, Núria Espert, Pierre Chabert y Sanchis Sinisterra, entre otros.
En cine trabajó bajo las órdenes de Andrucha Waddington, Dominique Maillet, Santiago San Martín, Michel Houellebecq, Ventura Pons, Federico Luppi, Patricia Ferreira, José Luis García Sánchez (también le dirigió en teatro), Eduardo Mignona, Ken Loach, Agustín Villaronga, Vicente Aranda, Pere Portabella y Jorge Grau.
Nosotros le recordamos hoy en una secuencia del cortometraje “Cuadrilátero”, emitido hace unos años en nuestro Taller de Cine. En este corto dirigido por José Carlos Ruiz, Jordi interpreta el personaje de un maduro profesor de música enamorado de su joven alumna (Ángeles Measo), a quien le resulta muy difícil expresar sus verdaderos sentimientos.
Con Jordi se nos fue uno de los grandes.
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