Músico
y compositor vienés especializado en tocar la cítara, que se hizo muy popular
en la década del cincuenta por su famosa música para la película El tercer
hombre (1949) de Carol Reed, convirtiéndose en una celebridad
internacional.
De
orígenes húngaros y checos, hijo de un trabajador del automóvil, mostró una
predisposición notable para la música desde temprana edad, y estaba fascinado
por el órgano, instrumento que le fue esquivo dada las malas circunstancias
financieras de su familia, así que se conformó por una vieja cítara que
encontró cuando tenía 12 años en el ático de la casa de su abuela. Se empeñó en
una educación prácticamente autodidacta del instrumento, aunque tomó algunas
clases para perfeccionarse hasta 1928. Nunca imaginó el destino que la vieja
cítara tendría en su vida.
Ya
de adolescente actuaba en las tabernas de Viena, denominadas “Heuriges” durante
las ominosas décadas que siguieron a la depresión económica subsiguiente a la
anexión nazi de Austria y a la guerra. Se casó en 1930 con Katharina Peger y a
los tres meses nació su única hija. Durante la Segunda Guerra Mundial, fue
alistado en el servicio antiaéreo de la Wehrmacht alemana y enviado al frente
ruso.
Karas
podría haber pasado toda su vida tocando la cítara de forma anónima en las
tabernas vienesas, en vez de erigirse en uno de los virtuosos más famosos del
mundo con ese instrumento.
Fue
en una visita a una de esas tabernas donde el director británico Carol Reed
escuchó tocar a Karas, justo cuando se hallaba preparando el thriller El
tercer hombre (The Third Man, 1949), protagonizado por Joseph Cotten y
Orson Welles y basado en la novela de Graham Greene. De inmediato lo contrató
para escribir la música de la película, y se lo llevó a Londres para que
trabajara en ello.
El
éxito fue instantáneo, y la música de Karas y su cadenciosa y nostálgica
melodía que se hizo famosa como “The Third Man Theme” o “The Harry Lime Theme”
conquistó el corazón del público. Esa melodía llevaba mucho tiempo en el
repertorio de Karas, pero no la había tocado en 15 años. “Cuando tocas en un
café, nadie se para a escuchar”, dijo Karas. “Esta melodía exige mucho de tus
dedos. Prefiero tocar ‘Wien, Wien’, el tipo de cosa que uno puede tocar toda la
noche mientras come salchichas al mismo tiempo”.
Karas
regresó a Viena después de realizar su trabajo para Reed, y se sorprendió al
recibir propuestas para actuar en conciertos en Inglaterra y Estados Unidos.
Realizó una gira en 1950 y grabó otros dos álbumes, ninguno de los cuales se
vendió bien. Siguió tocando y deleitando al público con actuaciones normalmente
basadas en valses vieneses y operetas de Strauss, Millöcker, Zeller, Kálmán,
Lehár y dejando siempre para el final el tema de El tercer hombre.
Pasó
el resto de su vida sin problemas económicos, en 1954 creó su propia Heurige
a la que concurrían estrellas como Orson Welles, Curd Jurgens y Gina
Lollobrigida. En 1962, Karas y su esposa compraron y regentearon una hermosa
casa de huéspedes en la estación de esquí de Kitzbuhel, en Austria, que
consiguió fama internacional, pues allí esquiaban estrellas de cine,
celebridades y la nobleza de todo el mundo, desde el duque y la duquesa de
Windsor hasta el renombrado antropólogo Victor Von Hagan y el medallista de oro
olímpico Tony Sailer.
Sin embargo, una buena parte del pueblo austriaco le tenía mucha envidia y resentimiento, pues la mayoría de la gente de Austria vivía en la pobreza en aquella época, y El tercer hombre no era una película que hablara sobre la gloria de la monarquía de los Habsburgo, sino que mostraba la desgracia de la posguerra de una Austria derrotada. Incluso la propia cítara era un instrumento despreciado allí.
Su
participación en la música de cine se limita a la película de Reed, pero Karas
también interpretó “The Third Man Theme” y alguna otra música de cítara para la
serie radiofónica sindicada de 1951-1952 The Adventures of Harry Lime,
una especie de precuela de The Third Man producida en Londres, con la
voz de Orson Welles interpretando nuevamente su papel de Harry Lime.
También
tuvo una breve incursión en la televisión, escribiendo la música para el
episodio “The Importance of Being Harry Lime” de la poco conocida serie
británica también llamada El tercer hombre (1959-1965), producida por la
BBC y protagonizada por Michael Rennie, corriendo a cargo de Ken Wilhoit la
composición de la música de los demás capítulos.
Amado
por muchos y despreciado por algunos, Karas vivió como una celebridad hasta el
final de sus días. “Cada vez que entraba en un restaurante en esos años, la
banda tocaba el “Tema del Tercer Hombre”, escribió Joseph McBride, el biógrafo
de Welles.
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