Hoy
no toca ver, sino leer a Alfred Hitchcock. Así que nos pararemos en la lectura
de una de las anécdotas más curiosas que él contaba sobre su infancia.
Lo
cierto es que él prefería no hablar de su infancia, pero siempre contaba algo
de cuando era pequeño y lo repetía hasta la saciedad:
“Cuando tenía sólo 6 años, hice algo que mi
padre consideró que merecía un castigo. Me envió a la comisaría de policía con
una nota. El agente de servicio la leyó y me encerró en una celda durante 5
minutos después de decirme: esto es lo que les pasa a los niños malos”.
Esta
anécdota es citada por Donald Spoto en el libro “Alfred Hitchcock: La cara
oculta del genio”. Sin embargo, el director francés François Truffaut
entrevistó a Hitchcock años antes para elaborar el libro “El cine según
Hitchcock”, y ya la anécdota era lo bastante conocida como para que ambos la
relataran a dúo.
Para
conocer esta anécdota y muchas más os recomendamos leer estos dos estupendos
libros sobre Alfred Hitchcock, porque al genial director británico no sólo hay
que verlo, sino que hay que leerlo y así descubriremos muchas más cosas de él.
En
relación a la anécdota antes mencionada, cuando Truffaut le preguntó a
Hitchcock a qué se debía el castigo, se limitó a decir que no tenía la menor
idea. Quizá hubiera olvidado ya si aquella encarcelación pertenecía al recuerdo
o a la fantasía, pero sin duda consideraba que la anécdota explicaba su
posterior interés por el delito y el castigo.
Además,
la insistencia con la que declaraba no saber qué “crimen” había cometido puede
relacionarse con un elemento recurrente en sus películas, los castigos injustos:
Richard Hannay en “Los 39 escalones” (1935) se ve inmerso en una pesadilla por
mostrar cierto interés sexual, Guy Haines en “Extraños en un tren” (1951) es
castigado por desear la muerte de su esposa, Many Balestero en “Falso culpable”
(1956) es perseguido por un sistema judicial kafkiano y, el ejemplo más
crucial, Marion Crane en “Psicosis” (1960) muere asesinada después de decidir
devolver el dinero que ha robado a su empresa en uno de los castigos más
injustos de la Historia del Cine.
Por
mucho que el genial director británico intentara que no se siguiera especulando
sobre la anécdota de la cárcel, sea cierta o no, muestra el sello personal e
inconfundible de su trabajo.
Para
cultivaros sobre el cine de Hitchcock, está claro que hay que leer sobre él.
François Truffaut y Alfred Hitchcock |
El libro de la entrevista de Truffaut a Hitchcock es interesantísimo. Por cierto, fantástico blog, enhorabuena.
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