Las
hipnóticas notas de la sintonía principal y del Tema de Laura Palmer de Twin
Peaks le convirtieron en uno de los más reconocidos autores de bandas
sonoras para series de televisión. Badalamenti también compuso las bandas
sonoras de otras películas de Lynch, entre ellas Terciopelo Azul y Mulholland
Drive, y fue el autor del tema que acompañó a la entrada de la antorcha
olímpica en el estadio de Montjuic en los Juegos Olímpicos de Barcelona 92.
David
Lynch, que tiene la extravagancia de subir cada día a su canal de Youtube una
especie de parte meteorológico con el tiempo que hace en Los Ángeles, ha
señalado entre temperatura y temperatura: “Hoy no hay música”, en tono neutro y
sin más explicaciones.
La
simbiosis entre el músico y el cineasta tuvo algo de casual. Los productores de
Terciopelo azul (1986) contrataron a Badalamenti para que diese clases
de canto a la actriz Isabella Rosellini, que debía interpretar Blue Velvet,
la canción de Bobby Vinton que daba nombre a la película. El músico, que tenía
experiencia en enseñar a actores a cantar, logró que Rosellini diera enseguida
con el tono. Cuando Lynch escuchó la grabación, quedó encantado. Le pidió a
Badalamenti que escribiera una canción para la película, que interpretaría
Julee Cruise a propuesta del músico, y acabó entregándole la banda sonora
original. Hasta apareció en la gran pantalla como el pianista que acompaña a la
protagonista de la película en su actuación.
La
química entre Lynch y Badalamenti fue inmediata. Desde ese momento, Badalamenti
se convirtió en el músico de referencia para el cineasta de culto. Creó la
banda sonora de las diferentes temporadas de Twin Peaks (1989-1991) y de
las películas Corazón Salvaje (1990), Twin Peaks: fuego camina
conmigo (1992), Carretera perdida (1997), Una historia verdadera
(1999) y Mulholland Drive (2001).
Al
cineasta la bastaba con contarle la escena que tenía en la cabeza para que el
músico empezase a componer. “Lynch se sentaba al otro lado del plano y me
describía lo que quería para una secuencia. Yo improvisaba mientras él hablaba,
desarrollando melodías que encajaban con las imágenes que iba describiendo”,
contaba. A veces componían juntos: Lynch, las letras, y Badalamenti, la música.
En ocasiones el sonido llevaba a replantear la escena. Se retroalimentaban.
En
un vídeo explicaba con detalle cómo compuso el Tema de Laura Palmer para
Twin Peaks y lo resumía en una entrevista con la publicación Spirit
& Flesh: “Se sentó a mi lado ante el teclado y me dijo: ‘No he rodado
nada, pero es como si estuvieras en un bosque oscuro con un búho de fondo y una
nube sobre la luna y los sicomoros ondeando muy suavemente...’ Empecé a pulsar
las teclas del acorde inicial porque era el sonido de esa oscuridad. Dijo: ‘Una
hermosa chica angustiada sale del bosque, caminando hacia la cámara...’
Reproduje los sonidos que inspiró. ‘Y ella se acerca y llega a un clímax y...’
Continué con la música mientras él seguía con la historia. ‘Y a partir de esto,
la dejamos volver al bosque oscuro’. Las notas salieron solas. David se quedó
atónito, igual que yo. Se le erizó el vello de los brazos y tenía lágrimas en
los ojos: ‘Veo Twin Peaks. Lo tengo’. Le dije: ‘Iré a casa y trabajaré
en ello’. ‘¡¿Trabajar en ello?! No cambies ni una nota’. Y por supuesto nunca
lo hice”.
Con
la envolvente, serena y misteriosa música del tema original de Twin Peaks saltó
a la fama mundial y ganó un Grammy. Es una de las sintonías más reconocidas de
la televisión. Toda la banda sonora, a veces con la voz de Julee Cruise,
encajaba como un guante en el mágico y onírico ambiente de la serie.
Por
la fama adquirida entonces, le contrataron para componer la música del momento
más emocionante de la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos de Barcelona
92. La entrada del fuego olímpica en el estadio y el encendido de la gran
antorcha con una flecha lanzada por el arquero Antonio Rebollo.
Badalamenti
nació en Brooklyn (Nueva York) el 22 de marzo de 1937 en una familia
italoamericana, como delata su nombre. Su padre, originario de la ciudad
siciliana de Cinisi, en las afueras de Palermo, era propietario de una
pescadería. Comenzó a tomar clases de piano a los ocho años y, gracias a su
talento, empezó a trabajar como pianista en vacaciones siendo adolescente. Tras
el instituto, se matriculó en la Eastman School of Music de la Universidad de
Rochester, pero luego se trasladó a la Manhattan School of Music, donde se
licenció en 1958 y obtuvo un máster en 1959.
Empezó
como profesor de música en el colegio público Dyker Heights Junior High de
Brooklyn. Una composición que hizo para una representación navideña acabó
siendo televisada y le abrió paso como músico profesional. Compuso canciones
para artistas como Nina Simone y Nancy Wilson y empezó a componer bandas
sonoras de películas menores (Gordon’s War, de 1973 y Law and
Disorder, en 1974) y a dar clases de canto, hasta que su camino se cruzó
con el de David Lynch.
En
paralelo a su colaboración con el director, escribió las bandas sonoras de
otras películas como Pesadilla en Elm Street 3 (1987), Desnudo en
Nueva York (1993), La ciudad de los niños perdidos (1995), entre
otras. También compuso piezas sueltas para las bandas sonoras de muchas otras
películas.
Murió
en su casa de Lincoln Park (Nueva Jersey) a los 85 años de edad, según informaron
miembros de la familia. (Miguel Jiménez)
Os
dejamos con el tema principal que cubre los títulos de crédito iniciales de la
serie de televisión “Twin Peaks”. Algo completamente icónico.
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