jueves, 5 de enero de 2023

Música de Cine: Angelo Badalamenti (1937-2022)

 


Las hipnóticas notas de la sintonía principal y del Tema de Laura Palmer de Twin Peaks le convirtieron en uno de los más reconocidos autores de bandas sonoras para series de televisión. Badalamenti también compuso las bandas sonoras de otras películas de Lynch, entre ellas Terciopelo Azul y Mulholland Drive, y fue el autor del tema que acompañó a la entrada de la antorcha olímpica en el estadio de Montjuic en los Juegos Olímpicos de Barcelona 92.

 

David Lynch, que tiene la extravagancia de subir cada día a su canal de Youtube una especie de parte meteorológico con el tiempo que hace en Los Ángeles, ha señalado entre temperatura y temperatura: “Hoy no hay música”, en tono neutro y sin más explicaciones.

 

La simbiosis entre el músico y el cineasta tuvo algo de casual. Los productores de Terciopelo azul (1986) contrataron a Badalamenti para que diese clases de canto a la actriz Isabella Rosellini, que debía interpretar Blue Velvet, la canción de Bobby Vinton que daba nombre a la película. El músico, que tenía experiencia en enseñar a actores a cantar, logró que Rosellini diera enseguida con el tono. Cuando Lynch escuchó la grabación, quedó encantado. Le pidió a Badalamenti que escribiera una canción para la película, que interpretaría Julee Cruise a propuesta del músico, y acabó entregándole la banda sonora original. Hasta apareció en la gran pantalla como el pianista que acompaña a la protagonista de la película en su actuación.

 

La química entre Lynch y Badalamenti fue inmediata. Desde ese momento, Badalamenti se convirtió en el músico de referencia para el cineasta de culto. Creó la banda sonora de las diferentes temporadas de Twin Peaks (1989-1991) y de las películas Corazón Salvaje (1990), Twin Peaks: fuego camina conmigo (1992), Carretera perdida (1997), Una historia verdadera (1999) y Mulholland Drive (2001).

 


Al cineasta la bastaba con contarle la escena que tenía en la cabeza para que el músico empezase a componer. “Lynch se sentaba al otro lado del plano y me describía lo que quería para una secuencia. Yo improvisaba mientras él hablaba, desarrollando melodías que encajaban con las imágenes que iba describiendo”, contaba. A veces componían juntos: Lynch, las letras, y Badalamenti, la música. En ocasiones el sonido llevaba a replantear la escena. Se retroalimentaban.

 

En un vídeo explicaba con detalle cómo compuso el Tema de Laura Palmer para Twin Peaks y lo resumía en una entrevista con la publicación Spirit & Flesh: “Se sentó a mi lado ante el teclado y me dijo: ‘No he rodado nada, pero es como si estuvieras en un bosque oscuro con un búho de fondo y una nube sobre la luna y los sicomoros ondeando muy suavemente...’ Empecé a pulsar las teclas del acorde inicial porque era el sonido de esa oscuridad. Dijo: ‘Una hermosa chica angustiada sale del bosque, caminando hacia la cámara...’ Reproduje los sonidos que inspiró. ‘Y ella se acerca y llega a un clímax y...’ Continué con la música mientras él seguía con la historia. ‘Y a partir de esto, la dejamos volver al bosque oscuro’. Las notas salieron solas. David se quedó atónito, igual que yo. Se le erizó el vello de los brazos y tenía lágrimas en los ojos: ‘Veo Twin Peaks. Lo tengo’. Le dije: ‘Iré a casa y trabajaré en ello’. ‘¡¿Trabajar en ello?! No cambies ni una nota’. Y por supuesto nunca lo hice”.

 

Con la envolvente, serena y misteriosa música del tema original de Twin Peaks saltó a la fama mundial y ganó un Grammy. Es una de las sintonías más reconocidas de la televisión. Toda la banda sonora, a veces con la voz de Julee Cruise, encajaba como un guante en el mágico y onírico ambiente de la serie.

 


Por la fama adquirida entonces, le contrataron para componer la música del momento más emocionante de la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos de Barcelona 92. La entrada del fuego olímpica en el estadio y el encendido de la gran antorcha con una flecha lanzada por el arquero Antonio Rebollo.

 

Badalamenti nació en Brooklyn (Nueva York) el 22 de marzo de 1937 en una familia italoamericana, como delata su nombre. Su padre, originario de la ciudad siciliana de Cinisi, en las afueras de Palermo, era propietario de una pescadería. Comenzó a tomar clases de piano a los ocho años y, gracias a su talento, empezó a trabajar como pianista en vacaciones siendo adolescente. Tras el instituto, se matriculó en la Eastman School of Music de la Universidad de Rochester, pero luego se trasladó a la Manhattan School of Music, donde se licenció en 1958 y obtuvo un máster en 1959.

 

Empezó como profesor de música en el colegio público Dyker Heights Junior High de Brooklyn. Una composición que hizo para una representación navideña acabó siendo televisada y le abrió paso como músico profesional. Compuso canciones para artistas como Nina Simone y Nancy Wilson y empezó a componer bandas sonoras de películas menores (Gordon’s War, de 1973 y Law and Disorder, en 1974) y a dar clases de canto, hasta que su camino se cruzó con el de David Lynch.

 

En paralelo a su colaboración con el director, escribió las bandas sonoras de otras películas como Pesadilla en Elm Street 3 (1987), Desnudo en Nueva York (1993), La ciudad de los niños perdidos (1995), entre otras. También compuso piezas sueltas para las bandas sonoras de muchas otras películas.

 

Murió en su casa de Lincoln Park (Nueva Jersey) a los 85 años de edad, según informaron miembros de la familia. (Miguel Jiménez)

 


Os dejamos con el tema principal que cubre los títulos de crédito iniciales de la serie de televisión “Twin Peaks”. Algo completamente icónico.




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