Título
original: La consagración de la primavera. Dirección: Fernando Franco. País: España. Año: 2022. Duración: 110
min. Género: Drama.
Guión: Fernando Franco, Bego
Aróstegui. Música: Maite
Arroitajauregi, Beatriz Vaca. Fotografía:
Santiago Racaj. Producción: Blizzard Films, Lazona
Producciones, Kowalski Films, Ferdydurke, Canal Sur Radio y Televisión, ICAA,
Movistar Plus+.
Goya 2022 al Mejor Actor
Revelación (Telmo Irureta).
Fecha del estreno: 30 Septiembre 2022 (España).
Reparto:
Valeria Sorolla (Laura), Telmo Irureta
(David), Emma Suárez (Isabel).
Sinopsis:
Laura acaba de llegar a Madrid para instalarse en un Colegio Mayor y estudiar la carrera de Químicas. Sola y casi sin dinero, intenta adaptarse a su vida universitaria mientras lidia con sus inseguridades. Una noche, por casualidad, conoce a David, un chico con parálisis cerebral que vive con su madre, Isabel. Laura inicia con ellos una relación de confianza mutua que le ayuda a superar sus complejos y afrontar una nueva etapa hacia la madurez. La consagración de la primavera es una historia sobre ese momento vital en el que todo es posible y sobre cómo el encuentro más inesperado nos puede cambiar la vida.
Comentarios:
Una estudiante de primero
de Químicas, residente en un colegio mayor de monjas, procedente de una familia
de clase media católica española, masturba a un joven con una parálisis
cerebral, a cambio de dinero y en su casa. Suena sórdido, provocador, malsano.
No lo es en absoluto. Es una de las secuencias climáticas de La consagración
de la primavera, tercera película de Fernando Franco tras las excelentes La
herida (2013) y Morir (2017).
La relación entre ambos
jóvenes, y también el acto en sí, están expuestos con delicadeza, mesura,
credibilidad, ternura y, por qué no, también emoción. Se ha llegado hasta ahí a
través de un guion en el que cada situación parte de una categórica cotidianidad
para acabar abordando un proceso natural, el de madurez de una chica tímida,
sola y perdida, de la forma más extraña y original, con una rigurosa puesta en
escena.
Jugando con el título,
como hace Franco en su historia, inspirado por el ballet clásico de Ígor
Stravinski, la adolescente consagra su proceso de desfloración (o pérdida de la
virginidad) del modo más valiente e insólito del cine reciente. Horrendos
jerséis marrones en la era de Tinder, Instagram y el MDMA. Torrijas, apuntes
prestados, “la bachata me deprime” y “mejor te la chupo”. Son los fascinantes
contrastes de una película en la que los noveles en cine Valèria Sorolla y
Telmo Irureta conmueven con sus trabajos interpretativos a tumba abierta. (Javier
Ocaña)
Recomendada.
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