Título
original: Triangle of Sadness. Dirección: Ruben
Östlund. País: Suecia. Año: 2022. Duración: 147 min. Género:
Comedia dramática.
Guión: Ruben Östlund. Fotografía: Fredrik Wenzel. Música: Mikkel Maltha, Leslie Ming.
Montaje: Ruben Östlund, Mikel Cee
Karlsson. Sonido: Jonas Rudels, Jacob Ilgner. Dirección de Arte: Gabriel de Knoop, Daphne Koutra. Producción: Erik Hemmendorff, Philippe
Bober.
Palma de Oro en el Festival
de Cine de Cannes 2022. 3 nominaciones a los Premios Oscar 2022 (incluida Mejor
Película).
Fecha del estreno: 17 Febrero 2023 (España).
Reparto:
Harris Dickinson, Charlbi Dean, Zlatko
Buric, Dolly De Leon, Woody Harrelson, Vicki Berlin, Henrik Dorsin, Sunnyi
Melles, Jean-Christophe Folly, Iris Berben, Arvin Kananian, Amanda Walker,
Alicia Eriksson, Malte Gårdinger, Nana Manu, Hanna Oldenburg, Oliver Ford
Davies, Linda Anborg, Carolina Gynning, Camilla Läckberg, Mira Uszkureit,
Thobias Thorwid, Jiannis Moustos, Timoleon Gketsos, Ralph Schicha.
Sinopsis:
Tras la Semana de la
moda, Carl y Yaya, pareja de modelos e influencers, son invitados a un yate en
un crucero de lujo. Mientras que la tripulación brinda todas las atenciones
necesarias a los ricos invitados, el capitán se niega a salir de su cabina, a
pesar de la llegada inminente de la célebre cena de gala. Los eventos toman un
giro inesperado y el equilibrio de poder se invierte cuando se levanta una
tormenta que pone en peligro el confort de los pasajeros.
Comentarios:
El título Triangle of sadness (Triángulo de tristeza) hace referencia al ceño fruncido que los modelos e influencers siempre deben evitar. Ese gesto que, según los adictos al bótox, tanto afea la cara. Con ese título tan paródico como poético, el cineasta sueco Ruben Östlund, ganador en 2017 de la Palma de Oro por su caricatura del mundo del arte contemporáneo en The Square, presentó en Cannes 2002 su película y se alzó con la Palma de Oro. Una mordaz sátira sobre el culto al dinero y el naufragio del insostenible sistema de clases del mundo actual. Con sobrada inteligencia y gracia, Östlund se atreve a chapotear en todo tipo de charcos, incluidos los de las guerras culturales y de género.
Triangle of sadness arranca en un casting de modelos masculinos donde conoceremos a uno de los personajes principales del filme, Carl. Por un momento parece que nos adentramos en una versión nórdica de Zoolander, pero no. Estructurada en tres episodios, en el primero asistiremos a una pelea de Carl con su novia, Yaya, una guapa influencer. Una bronca tan prosaica como reveladora alrededor de quien paga la cuenta de una cena en un restaurante de lujo. La discusión es el perfecto preámbulo para toda la metralla que vendrá después cuando la pareja, ya en el segundo acto del filme, se embarca en un yate de lujo para pasar unas vacaciones pagadas gracias a su salvoconducto de guapos y famosos. La ligereza del tono y las imágenes, su ritmo colorista y veloz, se abren paso a una ácida mirada sobre un mundo grotesco, tan insostenible como patético.
Lo que ocurre dentro del microcosmos del yate de lujo es un desparrame total sobre el delirio en el que vivimos. A través de un coro de personajes tan absurdos como reales, Östlund compone un cuadro de una precisión surreal. La película está plagada de hallazgos, pero entre los más inolvidables figura el crescendo de la borrachera del capitán del barco, “un americano comunista” maravillosamente interpretado por el actor estadounidense Woody Harrelson, que culmina con un inolvidable mano a mano con uno de los viajeros, “un ruso capitalista”, entre citas de Marx, Lenin y Mark Twain: “Nunca discutas con un idiota, te hará bajar a su nivel y te vencerá por experiencia”, sentencia el capitán. (Elsa Fernández-Santos)
Recomendada.
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