Jerzy Skolimowski, nacido en Lódź (Polonia), el 5 de mayo de 1938, es un director de cine, guionista, dramaturgo, actor y pintor polaco.
La infancia de Jerzy Skolimowski se caracteriza por una serie de desgracias familiares que afectarán posteriormente a la amarga visión sobre la vida que posee este cineasta y que plasma casi siempre en sus películas. Su padre es asesinado en un campo de concentración nazi durante la Segunda Guerra Mundial, y otros allegados sufren en sus carnes los estragos de la contienda. Acabado el conflicto, Skolimowski comienza sus estudios de educación primaria, mientras se entrena para convertirse en boxeador. Con apenas veintiún años, ya ha publicado dos libros de poemas y una obra teatral, se ha licenciado en Etnografía por la Universidad de Varsovia, y trabaja en la radio como redactor deportivo. Sin embargo, el boxeo continúa siendo una vocación demasiado fuerte, y acaba pasándose al profesionalismo.
Jerzy Skolimowski
En un partido de fútbol coincide con el prestigioso cineasta polaco Andrzej Wajda, quien le sugiere que canalice sus energías hacia el cine. Se matricula así en la Escuela de Lodz, donde sorprende a todo el mundo rodando un largometraje, Marcas identificatorias: Ninguna (Rysopis, 1965), con el escaso material que le proporcionaron para hacer las prácticas de fin de curso. Skolimowski ensambló tres de sus cortometrajes estudiantiles en este film de tesis, en el que él mismo interpreta a un joven estudiante en la víspera de ser reclutado para el servicio militar. La película describe esas últimas horas de libertad, mientras se encuentra con amigos y sus amores pasados (Elzbieta Czyzewska, entonces mujer del director, interpreta a las tres mujeres de su joven vida).
Tal prodigio pudo llevarse a cabo al no efectuar repeticiones de ninguna toma, y el éxito le permitió saltar profesionalmente a la dirección sin necesidad de cumplir la normativa que obligaba a los diplomados a ejercer como ayudantes durante un tiempo. Además, se había labrado un gran prestigio como guionista al escribir junto a Roman Polanski la famosa El cuchillo en el agua, que dirigiría este último.
Sus primeras películas se caracterizan por largos planos secuencia, a la manera de cómo estaban rodando los realizadores franceses de la nouvelle vague. Alguna de ellas tiene tan sólo treinta planos, algo verdaderamente llamativo en el mundo del cine. Sin embargo, el verdadero motivo de esta forma de planificar se encontraba en que Skolimowski desconocía los mecanismos de montaje cinematográfico, por lo que, a medida que fue aprendiéndolos, empezó a rodar de distinta manera.
Su película ¡Arriba las manos! (Rece do góry) marca el punto culminante de una serie de encontronazos con la censura, por lo que decide exiliarse. Fija su residencia en Londres, aunque en realidad acaba haciendo cine en cualquier lugar donde pongan un mínimo de dinero a su disposición, sea Alemania, Francia, Italia, Estados Unidos o Inglaterra. Se erige así, muy a su pesar, en el paradigma de director cosmopolita capaz de adaptar igualmente a clásicos de la literatura inglesa (Robert Graves, en El grito), alemana (Sigfried Lenz, en El buque-faro), o rusa (Ivan Turgueniev, en El año de las lluvias torrenciales). Capaz de manejar grandes presupuestos, no siempre sus películas han tenido el éxito esperado: Las aventuras de Gerard o El salto del tigre. Pero alguno de sus filmes se han convertido en clásicos alabados por la crítica internacional, como fue el caso de Trabajo clandestino (Moonlighting, 1982), donde ganó el Premio al Mejor Guión en el Festival de Cannes.
De filmografía inclasificable, Skolimowski se muestra interesado en la comedia, el drama, el filme histórico, el género de suspense o la película de denuncia social. Tras el escaso eco que cosecharon 30 Door Key (Ferdydurke, 1991) se retiró momentáneamente a escribir poesía. Durante algo más de quince años abandonó la dirección cinematográfica y se retiró para dedicarse a la pintura, realizando exposiciones en Londres, París y Varsovia.
Sus últimas películas han sido: Cuatro noches con Anna (2008), Essential Killing (2010) y 11 minutos (2015). Las dos últimas películas fueron presentadas en la sección oficial del Festival de Cine Internacional de Venecia. El mismo Festival que le concedió en el 2016 el León Dorado a toda su trayectoria.
No hay comentarios:
Publicar un comentario