Tras la muerte de Rodolfo Valentino, Natasha Rambova, una de las estrellas femeninas que intentaban aprovechar la situación para cobrar mayor popularidad apareciendo como la desconsolada viuda, inició un ciclo de sesiones de espiritismocon el médium George B. Wehner.
Según Rambova, tal procedimiento le permitía entrar en contacto con el espíritu de Rodolfo, que le confiaba algunas informaciones ciertamente alentadoras para sus seguidores, a saber: que su puso muy contento cuando vio su propio funeral, porque veía a las masas luchar por ver su cadáver, popularidad de la que carecía antes de morirse.
Valentino también informó a la Rambova que tras morir había tenido la oportunidad de charlar animadamente con otros famosos espíritus cinematográficos, como Wallace Reid, Bárbara La Marr y Olive Thomas. También pudo entablar conversación con la estrella de la ópera Enrico Caruso y con otros amigos que habían fallecido antes que él.
El astro fallecido aseguró a la Rambova que aprovechando su nueva capacidad fantasmal había acudido a todos los estrenos de su última película, The son of the Sheik (El hijo del Caid), dirigida en 1926 por George Fitzmaurice, y había sacado incluso tiempo en su ajetreada vida de ultratumba para pasearse por la popular calle 47 de Broadway, New York, el mismo lugar por el que paseaba en su juventud cuando no tenía un duro y ejercía como bailarín para poder sobrevivir.
Rodolfo Valentino y Natasha Rambova |
A raíz de estas alucinaciones de la Rambova, se desató una auténtica campaña espiritista, según la cual, el fantasma de Rodolfo Valentino se aparecía con inusitada frecuencia en distintos lugares. La casa de Falcon Lair, que Valentino mandó construir para Natasha Rambova se convirtió en el epicentro de esta gira de apariciones. Los seguidores del actor, advertidos de las visitas del espíritu de Valentino a la mansión, empezaron a acudir a la misma generando serios problemas de seguridad. Algunos de ellos pagaron importantes sumas para pasar la noche en la habitación de Rodolfo Valentino.
Rodolfo Valentino y Natasha Rambova |
Otra de las leyendas sobre las apariciones del famoso fantasma afirma que el encargado de los establos de la casa de Rodolfo Valentino huyó despavorido tras ver el fantasma del ídolo del cine mudo acariciando a su caballo favorito al atardecer. El hombre apareció corriendo por la carretera en mitad de la noche afirmando que se había encontrado con el fantasma de Valentino cara a cara.
Además una mujer Seattle, amiga de los cuidadores de la mansión de Valentino, afirmaba haber oído pasos y puertas que se abrían y se cerraban dentro de la misma. La mujer estaba sola en la casa y sólo la acompañaban los dos perros gran danés del actor.
En fecha tan próxima como abril de 1989, las leyendas sobre el fantasma de Valentino continuaban circulando. Una joven aspirante a actriz aseguró que se había encontrado con el fantasma de Rodolfo Valentino mientras estaba tumbada en la cama. Sintió como alguien se sentaba en el borde de su cama, cuando intentaba dormirse en un viejo edificio de apartamentos que se conoce como Valentino Place, que según afirma la leyenda, es el mismo edificio en el que el astro del cine mudo gustaba de pasar ratos agradables con sus amigos y amigas.
Ante la aparición, el cuerpo que la actriz asumió era de un hombre, se estiró a su lado en la cama. Cuando la muchacha reunió valor para darse la vuelta… vio el rostro de Rodolfo Valentino apoyado en la almohada.
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