Título original: Ying. Dirección: Zhang Yimou. País: China. Año: 2018. Duración: 116
min. Género: Wuxia.
Zhao Xiaoding (Fotografía), Li Wei, Zhang Yimou (Guión), Lao Zai (Música), Ellen Eliasoph, Zhang Zhao, Pang Liwei, Liu Jun (Producción), Lian Jie, Zhang Zhao,
Edward Cheng (Producción ejecutiva),
Yang Jiang, Zhao Nan (Sonido).
Presentada en la Sección
Oficial del Festival de Venecia 2018 (fuera de concurso).
Estreno en Sevilla: 17 Mayo 2019.
Reparto:
Deng Chao (Jing Zhou /Zi
Yu), Sun Li (Xiao Ai), Zheng Kai, Wang Jingchun (Lu Yan), Hu Jun (Yang Cang),
Guan Xiaotong (Qing Ping), Lei Wu (Yang Ping).
Sinopsis:
El condado de Pei
(Peixian) está bajo la administración de un rey salvaje y peligroso (Zheng
Kai). El comandante militar de su ejército (Deng Chao), aunque ha demostrado su
valía en el campo de batalla, se ve forzado a emplear toda clase de sucias
estratagemas para poder sobrevivir a las traiciones que se suceden en la corte
del rey. Para ello ha creado una "sombra" (interpretada por el propio
Chao), un doble que es capaz de engañar al mismísimo rey y a sus enemigos
cuando la situación lo requiere. Cuando el rey y el comandante deciden asediar
la ciudad amurallada de Jing, comenzará un combate sin igual que sacudirá los
cimientos de la corte de Peixian.
Comentarios:
Zhang Yimou presentó en
Venecia, fuera de competición, una enérgica maravilla que, de golpe, nos
devolvió la versión más lírica, violenta y desenfada del director de 'La casa
de las dagas voladoras'.
El cineasta, que recibió
el premio “Glory to the Filmmaker a toda su carrera, se limitó, como tocaba en
la jornada, a exhibirse. Esta vez, sin embargo, en todo su esplendor.
'Ying' (Sombra) cuenta la
historia de un guerrero condenado a habitar, como enseña el título, en lo
oculto. Eso o algo mucho más grave. En realidad, Yimou juega a enredar las
historias de princesas, emperadores, traiciones y batallas en una especie de
misterio milenario dentro de un enigma envuelto en un acertijo. Y todo ello en
un extraño escenario donde no deja de llover ni un triste segundo de sus
segundos tristes. Llueve sí, pero por dentro. Es género 'wuxia' con la misma
claridad que poema épico, que no hípico.
De la mano de una
fotografía algo más que saturada a las puertas mismas de un blanco y negro
abisal, cada pelea es ofrecida como una danza sin tiempo. Y ahí que es
convocado el espectador a una suerte de ritual casi sagrado. Es cine fantástico
por visionario, por iluminado, por bello, por sencillamente irreal. Los que aún
recuerdan con entusiasmo (como se debe) la pelea sobre el bosque de bambú de
las dagas voladoras, ahora tendrán opción de ampliar el repertorio de milagros
marciales. Cómo no rendirse a la más surreal de las escenas protagonizada por
unos guerreros a lomos de, atentos, paraguas. Sí, paraguas.
Dicho lo cual, ¡gloria a
Zhang Yimou! (Luis Martínez)
Recomendada.
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