Con el premio a la mejor
interpretación de Antonio Banderas como el Salvador Mallo de “Dolor y gloria”,
que le ha entregado el sábado 25 de mayo de 2019 el Festival de Cannes, el
malagueño obtiene el mayor de los galardones de su currículo. Tras recoger el
galardón, el actor agradeció el premio a Pedro Almodóvar, director de la
película —"todo el mundo sabe que el personaje es él"—, y aseguró:
"lo mejor está por venir".
Banderas engrosa una
lista de enormes intérpretes españoles que han sido premiados en el certamen
francés. Hace unos días Alain Delon, Palma de Oro de Honor, recordaba que un
español —no tenía claro quién— había ganado el año en que él concursaba con “El
otro señor Klein”. Era 1976 y el trofeo se lo llevó José Luis Gómez, por “Pascual
Duarte”, de Ricardo Franco, adaptación de la novela de Camilo José Cela.
Antonio Banderas en "Dolor y gloria" |
De los 12 premios
logrados por los españoles en la sección oficial de Cannes, cinco son de
interpretación. Gómez abrió un camino que posteriormente siguió, al año
siguiente Fernando Rey con “Elisa, vida mía”, de Carlos Saura, en la que
encarna a un hombre que vive retirado, casi oculto, en el campo hasta que
recibe la visita de su hija a la que no ve desde hace 20 años. En 1984,
Francisco Rabal y Alfredo Landa lo obtuvieron ex aequo por “Los santos
inocentes”, de Mario Camus. En el escenario, Rabal susurró el mítico “milana
bonita” que murmuraba su personaje.
Hubo que esperar hasta
2006, al premio compartido por el elenco femenino de “Volver”, de Almodóvar,
para que volviera a haber intérpretes españoles en el escenario del Palacio de
los Festivales: Penélope Cruz, Chus Lampreave, Blanca Portillo, Carmen Maura,
Lola Dueñas y Yohana Cobo compartieron el honor. Finalmente, Javier Bardem con “Biutiful”
(2010), del actual presidente del jurado Alejandro González Iñárritu, se
convirtió en el último actor español en lograr el premio de interpretación.
Antonio Banderas en "Dolor y gloria" |
Con
este premio, Banderas (Málaga, 58 años) suma un galardón que acompañarán a su
Goya de Honor y a sus cuatro candidaturas a los Globos de Oro, además de un
premio del público en los galardones del cine europeo. El actor contaba durante
el estreno de filme que había compuesto el personaje "de dentro a
afuera". "A pesar de los elementos físicos y de vestuario que impuso
Pedro y que a mí me extrañaron al inicio, como su pelo y su ropa. Una vez que
conformamos el exterior y el dolor de las enfermedades, nunca más pensé en
imitarle. Era más un estado de ánimo... y entender a Pedro", puntualizaba.
Tras un infarto, su principal batalla ha sido recuperar su prestigio como actor
de carácter, y, también, convertirse de nuevo en el adalid de Almodóvar. En
Cannes, durante la rueda de prensa, explicó: "No me importan Palmas ni
premios. Sé que el rodaje de Dolor y gloria son los meses más felices de mi
vida como actor. Y eso no me lo quita nadie”. Y se puso a tamborilear con los
dedos la mesa para parar a una posible lágrima.
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