Singleton, angelino,
estudió Escritura Cinematográfica en la Universidad de California del Sur y
obtuvo varios galardones universitarios, como el Premio Jack Nicholson (1989) y
el Premio Robert Riskin (1990). Era un chaval con un gran guion bajo el brazo
en el momento en que Spike Lee también estaba comiéndose el cine independiente
y Columbia Pictures encontró en Singleton el perfecto director afroamericano:
agresivo en su cine pero con clarividencia para entender las posibilidades que
se le abrían en el sistema. Con su debut con “Los chicos del barrio”, realizado
a los 23 años, se convirtió en el primer realizador afroamericano y el cineasta
más joven -lo fue con 24 años- de la historia en ser candidato al Oscar a la mejor
dirección, y de paso también le fue al mejor guion. “Los chicos del barrio” se
basaba en sus propias experiencias en el barrio de South Central y Singleton
recordaba años después que fueron sus padres, al mantenerle alejado de la
calle, los que le salvaron de ser un delincuente más. "¿Sabe por qué me
critican en Estados Unidos y me acusan de hacer cine violento? Porque soy
negro. En mi país no les gusta que un negro haga algo bien", decía Singleton.
Se convirtió en una voz poderosa en su comunidad.
A ese arranque
excepcional le siguieron más películas sobre dramas urbanos en los barrios
negros: “Justicia poética” (1993), “Semillas de rencor” (1995) o “Baby Boy”
(2001), junto a denuncias sobre el racismo en Estados Unidos, como “Rosewood”
(1997) sobre un linchamiento ocurrido en 1923. Singleton demostró también
buenas manos para el blockbuster, como quedó claro en “Shaft: The Return”
(2000), en el que el mítico personaje resucitaba con el rostro de Samuel L.
Jackson, o “2 Fast 2 Furious: a todo gas 2” (2003).
Le gustaban los wésterns
-de ahí su característica toma de cámara que rodea a los protagonistas y su
película favorita, “El pistolero”, de Henry King- y se convirtió en padrino de
varios raperos que con él se convirtieron en actores: el mejor ejemplo es Ice
Cube, al que conoció cuando Singleton era becario en el programa de televisión “The
Arsenio Hall Show” y escribía “Los chicos del barrio”. Convenció a Cube de que
hiciera una prueba de cámara.
En 1995 aseguraba en una
entrevista: "En la industria del cine de Estados Unidos no hay dinero para
los negros; si no escribes, produces, y diriges tú mismo, no trabajas y si no
trabajas, no comes". O: "La superioridad negra en todos los campos de
Estados Unidos es apabullante. Los negros son los que marcan la pauta en el
deporte, la música, el lenguaje, la moda, el baile, y puedo seguir... Lo próximo
será el cine". Pero los estudios cerraron el grifo, y en 2014 Singleton
seguía luchando para que la generación posterior a la suya, como la de Jordan
Peele, pudiera desarrollar su arte con más libertad y presupuestos.
El nombre de Singleton
aparece detrás de distintos proyectos que han dirigido otros o directamente
malogrados. Amigo de Tupac Shakur, que actuó bajo sus órdenes, en 2013 parecía
que iba a filmar el biopic del rapero, asesinado en 1996, hasta que por
diferencias creativas con la empresa productora se salió del proyecto. Produjo
para Craig Brewer un drama sobre un proxeneta que deviene en rapero, “Hustle
& Flow” (2005). Fue un éxito, lo que no repitió con sus últimos esfuerzos
como director: “Cuatro hermanos” (2005) y “Sin salida” (2011), un trabajo
alimenticio. En la televisión encontró mejores proyectos, y con ellos estaba
cuando sufrió el derrame cerebral.
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