martes, 6 de septiembre de 2022

Todo el mundo odia a Johan (Hallvar Witzø, 2022)

 

Título original: Alle hater Johan. Dirección: Hallvar Witzø. País: Noruega. Año: 2022. Duración: 93 min. Género: Comedia.

Guión: Erlend Loe. Música: Jørund Fluge Samuelsen. Fotografía: Karl Erik Brøndbo. Producción: Film in Norway, Nordisk Film Production AS.

Fecha del estreno: 18 Agosto 2022 (España).

 

Reparto: Pål Sverre Hagen (Johan Grande), Ingrid Bolsø Berdal (Solvor), Ine F. Jansen (Ella), Paul-Ottar Haga (Stor-Johan), John F. Brungot (Frode el cartero), Trond-Ove Skrødal (Tio Iver), Ingunn Beate Øyen (Tía Magnhild), Vee Vimolmal (Pey), Hermann Sabado (Martin Nguyen Grande).

 

Sinopsis:

Johan es un excéntrico e inadaptado habitante de una pequeña aldea noruega. Huérfano desde niño y aficionado a los explosivos, Johan intenta conquistar el corazón de su vecina Solvor, a quien voló por los aires accidentalmente de pequeños.

 

Comentarios:

No es fácil encontrarle el punto a una película tan noruega de director desconocido (en realidad, primerizo), con un personaje descatalogado y sin cliché a la vista y cuya peripecia vital, que es el argumento, transcurre en una especie de isla nórdica poblada de ejemplares humanos casi tan raros como él. La narración, en cambio, es fácil de encajar y recoge al protagonista, Johan, recién nacido, junto a sus padres, que detonan puentes durante la Segunda Guerra Mundial y le trasmiten su amor (¿?) por los explosivos, y lo acompaña a lo largo de décadas como si fuera una especie de Forrest Gump, pero sin cambios sociales, ideológicos, históricos o geográficos.

En el fondo del argumento anidan ideas sobre lo peculiar, lo diferente, la marginación, las raíces y las explosiones de todo tipo, desde las de mecha larga y controlada a las del carácter y más de mecha corta y poco control.

El director, Hallvar Witzo, propone un tono narrativo que tal vez se corresponda con la comedia, aunque la comicidad nórdica es un territorio aún por explorar y cartografiar, y en todo caso lo que sí consigue es absorber y diluir todos los líquidos dramáticos: la vida de Johan es, sin eufemismos, una mierda, pero no busca su historia la condolencia del espectador. Un buen tipo, un imán para la fatalidad, en absoluto odioso, que se maneja bien con las luces cortas y más frío que el picaporte de un iglú, y al cual interpreta con su par de metros de anatomía el actor Pal Sverre Hagen. Ya se decía al comienzo, no es fácil encontrarle el punto, pero intentarlo es divertido. (Oti Rodríguez Marchante)

Recomendada.




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