jueves, 29 de septiembre de 2022

Sin ti no puedo (Chus Gutiérrez, 2022)

 

Título original: Sin ti no puedo. Dirección: Chus Gutiérrez. País: España. Año: 2022. Duración: 89 min. Género: Drama, Thriller.

Guión: Frank Ariza, Alicia Luna. Música: María Vertiz. Fotografía: Javier Salmones. Montaje: Julia Juániz. Producción: Álvaro Ariza.

Fecha del estreno: 3 Junio 2022 (España).

 

Reparto: Mauricio Ochmann (David), Maite Perroni (Blanca), Alfonso Bassave (Alex), Pedro Casablanc (Ángel), Rubén Ochandiano (Rafa), Elena Irureta (Maite), Lucía de la Fuente (Blanca joven), Juan Vera (David joven), Jorge Motos (Rafa joven).

 

Sinopsis:

David es un empresario de éxito que tiene una vida acomodada junto a su novio Álex, un atractivo monitor de gimnasio. Álex siempre ha querido ser padre y a menudo se plantea qué camino seguir para lograrlo... ¿Adopción? ¿Vientre de alquiler? Aunque David no quiere ni oír hablar del tema. Todo sigue su curso hasta que irrumpe en sus vidas Blanca, la hermana de David con la que rompió toda relación tras un oscuro suceso del pasado. Ahora empieza una nueva etapa y decidida a recuperar la única familia que tiene: su hermano David. Y será capaz de hacer cualquier cosa para que su hermano vuelva a aceptarla en su vida.

 

Comentarios: 

Hay una máxima que para mí es básica en este tipo de propuestas que están buscando el suspense y sorprender al espectador, que no es ni más ni menos que ser coherentes consigo mismas. Que una vez nos entregan toda la información y colocan la última pieza del puzle que han ido construyendo, poco a poco y durante todo el metraje, esa pieza encaje correctamente en su lugar y no parezca que está metida a presión en un sitio donde no cabe.

En esta ocasión, lamento decir que creo que la cinta que nos ocupa no sólo no cumple ese requisito básico sino que, además, se las apaña para ser preocupantemente previsible desde el inicio. Hecho que podría parecer contradictorio pero que luego explicaré con más detalle.

La película trata sobre la vida de un joven llamado David que vive muy cómodamente (y lujosamente) con su pareja, Alex y cuyo pasado ya se nos muestra desde el inicio esconde una serie de enigmas e historias oscuras que se van a ir desgranando durante el metraje. Y se irán desvelando gracias a la irrupción en la vida de David de su hermana, Blanca, que aparece después de muchos años de distanciamiento por un suceso traumático. 

La premisa, a priori, es bastante interesante. Y debo decir que, desde la dirección (Chus Gutiérrez), hay un muy buen saber hacer para generar esa sensación de intriga y suspense que enganche al espectador desde el comienzo (la elección de la música y los planos que generan inquietud, cámara al hombro, etc.) llevándole a hacerse toda una serie de preguntas sobre qué pudo ocurrir realmente para que ambos hermanos estén tan distanciados y reñidos.

El problema es que, a pesar del buen hacer del director, el guion empieza a hacer aguas al pasar ese primer tercio introductorio para ir cayendo, poco a poco, en el terreno de lo surrealista e increíble. Como comentaba al inicio, van intentando rizar el rizo en busca de una sorpresa más, pero al trazarlo de forma tan exagerada, acaban apañándoselas para que no nos creamos los giros y, aparte, estos sean previsibles porque acabamos esperando esa vuelta de tuerca forzada de más.

El uso de los flashbacks me parece que está mal aprovechado y ejecutado. Hasta el punto de que parece que los personajes tengan todos algún tipo de amnesia (cosa que no ocurre, salvo uno de ellos que no tiene toda la información) y vayan recordando a medida que nosotros, como espectadores, vemos los hechos. Algo que podría ser efectivo en una película sobre estrés postraumático pero que no es el caso que nos atañe. Por otra parte, esa sensación de que recuerdan sobre la marcha acaba afectándote como espectador porque estás viendo que la forma de actuar de los personajes es poco coherente en muchísimos momentos con lo que se supone que deberían saber.

El reparto está muy bien en sus secundarios donde destacan Elena Irureta, Pedro Casablanc y Rubén Ochandiano. Pero las interpretaciones del trio principal formado por Maite Perroni, Mauricio Ochmann y Alfonso Bassave creo que no da el nivel requerido. Hay una clara descompensación o de talento o de implicación a favor de los primeros y es más evidente conforme pasan los minutos.

En definitiva, creo que nos encontramos ante una película que tenía buenas ideas en su concepción pero que no han sabido plasmarlas bien en un guion sólido y funcional. Y cuya dirección salva los muebles todo lo que puede en muchos tramos de la película pero que, al final, ya no puede solventar los problemas acumulados que tiene el guion. Pienso, eso sí, que si no sois de esos espectadores que analizan la coherencia de todos los giros (entre los que me encuentro yo) y simplemente queréis entreteneros sin darle más vueltas, sí que es posible que acabéis por disfrutar con esta película. Tiene un metraje muy medido (menos de noventa minutos) y un ritmo muy elevado donde todo el rato van ocurriendo cosas. (Quique Martín)

No Recomendada.




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