Título original: Glass. Dirección: M. Night Shyamalan. País: USA. Año: 2019. Duración: 129
min. Género: Thriller.
Luke Ciarrocchi, Renaldo
Kell (Montaje), Mike Guioulakis (Fotografía), M. Night Shyamalan (Guión), West Dylan Thordson (Música), M. Night Shyamalan, Jason
Blum, Ashwin Rajan, Marc Bienstock (Producción),
Steven Schneider (Producción ejecutiva).
Secuela de "El
protegido" y "Múltiple", de M. Night Shyamalan. Trilogía
Unbreakable.
Estreno en Sevilla: 18 Enero 2019.
Reparto:
Bruce Willis (David
Dunn), Samuel L. Jackson (Elijah Price / Mr. Glass), James McAvoy (Kevin
Wendell Crumb), Anya Taylor-Joy (Casey Cooke), Spencer Treat Clark (Joseph
Dunn), Charlayne Woodard, Sarah Paulson (Dr. Ellie Staple), Luke Kirby
(Pierce).
Sinopsis:
Glass (Cristal) nos
descubre a Dunn persiguiendo a La Bestia, la figura sobrehumana de Crumb, en
una serie de encuentros cada vez más intensos, mientras que la sombría
presencia de Price surge como un orquestador que esconde secretos cruciales de
ambos hombres.
Fotograma de "Glass (Cristal)" |
Comentarios:
No es imprescindible,
pero sí conveniente, haber visto las dos películas anteriores de Shyamalan con
las que esta se funde, «El protegido» y «Múltiple», porque en ellas está el
germen de los personajes que aquí florecen, el Cristal, el Protector y la
Horda, con los que el inquietante director trata de organizar su discurso sobre
la naturaleza del superhéroe y el universo del cómic.
Bruce Willis, el
protector, único superviviente de un accidente de tren; James McAvoy, poseedor
de múltiples personalidades, entre ellas La Bestia, y Samuel L. Jackson, con
huesos de mantequilla y un cerebro atiborrado de megabytes, coinciden en esta
película para redondear el discurso de Shyamalan, en el que extiende aquí el
dilema de si tienen realmente superpoderes o si no son más que unos chalados
que necesitan urgentemente atención psiquiátrica.
Como era previsible por
las dos anteriores, Shyamalan se introduce en el mismo corazón de los cómics de
superhéroes (lenguaje, claves y circunstancias) para alejarse lo más posible de
su habitual narrativa: la acción muy concentrada, los diálogos abundantes,
dispersos y con mucha pretensión psicológica, el desarrollo pausado, meticuloso
y poco previsible, con más reflexión que pasión, como si estuviera narrando en
la contraportada de Marvel… Es más fácil ponerle peros a esta película que una
simple etiqueta.
La historia camina poco,
incluso podría decirse que se pasa la mayor parte del tiempo sentada en las
salas de un hospital psiquiátrico, todo enclaustrado y enrevesado, pero tiene
los subidones de adrenalina que le inoculan sus retorcidos personajes, en
especial el que interpreta James McAvoy, y quien vieran «Múltiple» sabrá la
exigencia física y actoral que La Horda (todas sus personalidades) le obliga a
mantener en plano corto.
Puesto que no hay grandes
escenas de mutantes de diseño, Shyamalan busca la espectacularidad y la intriga
en detalles y guiños de cámara, en las sugerencias y en esa atmósfera tan suya
donde lo sobrenatural, lo extraordinario, parece sencillo, espontáneo. Miradas
sospechosas a cámara, contraluces siniestros, gestos, sillas de ruedas,
pasillos…, el modo de embutir terror, presagios, recelos mientras usted se lo
piensa. (Oti Rodríguez Marchante)
Recomendada (con reservas).
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