Almería de cine es el título de un libro recientemente editado por el Centro de Estudios Andaluces que propone un original repaso por el cine rodado en esa provincia. Para sus autores, Iván y Said Zoido Salazar, constituye “un homenaje no sólo al séptimo arte, sino también y sobre todo, al paisaje almeriense y a los profesionales que hicieron posible el esplendor de aquellos años”.
La publicación contiene una selección de treinta y cinco películas, realizada en base a la calidad de las mismas, su reparto o la acogida del público. Comienza con Rey de reyes (1961), de Nicholas Ray y termina con una película de animación, El lince perdido (2008), de Raúl García y Manuel Sicilia. De cada una de ellas se proporciona la ficha técnica, la sinopsis y un comentario crítico. Además de esto, y ahí reside la singularidad del libro, se incluyen una serie de fotografías actuales de gran calidad, que recogen las localizaciones que sirvieron de escenario a las películas, indicando el paraje concreto, presentándolas junto a diálogos o pasajes del guión, o junto a fotogramas de la cinta. De esta forma el lector puede repasar la historia del cine en Almería de la mano de Peter O´Toole en Lawrence de Arabia, Clint Eastwood en La muerte tenía un precio, Charlton Heston en Marco Antonio y Cleopatra y Sean Connery en Nunca digas nunca jamás, por citar sólo algunas de las más conocidas. Como es el caso de esta escena de Indiana Jones y la última cruzada, rodada en la playa de Monsul:
Durante la década de los sesenta y setenta del pasado siglo Almería vivió una época dorada gracias a la belleza y particularidad de su territorio, que sirvió de inmenso plató a grandes producciones cinematográficas, generalmente norteamericanas y europeas. No obstante, como hemos visto en nuestro monográfico “Los viajes en el cine”, en muchos casos el protagonismo del paisaje almeriense era relativo, pues suplantaba a otros parajes, más lejanos y exóticos, como el legendario oeste americano o los desiertos de oriente medio.
Afortunadamente, la presencia de Almería en el cine continúa hasta nuestros días, ya con nombre propio, incluso en cintas de producción nacional, como es el caso de éstas, que -de una manera u otra- hemos estudiado este año en el Taller de cine: Deprisa, Deprisa (1981), de Carlos Saura; Las cartas de Alou (1990), de Montxo Armendáriz; El pájaro de la Felicidad (1993), de Pilar Miró; Bwana (1996), de Imanol Uribe; o la reciente La mitad de Oscar (2011), de Manuel Martín Cuenca.
Afortunadamente, la presencia de Almería en el cine continúa hasta nuestros días, ya con nombre propio, incluso en cintas de producción nacional, como es el caso de éstas, que -de una manera u otra- hemos estudiado este año en el Taller de cine: Deprisa, Deprisa (1981), de Carlos Saura; Las cartas de Alou (1990), de Montxo Armendáriz; El pájaro de la Felicidad (1993), de Pilar Miró; Bwana (1996), de Imanol Uribe; o la reciente La mitad de Oscar (2011), de Manuel Martín Cuenca.
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