La historia de mi mujer (Ildikó Enyedi, 2021)

 

Título original: A feleségem története. Dirección: Ildikó Enyedi. País: Hungría. Año: 2021. Duración: 169 min. Género: Drama.  

Guión: Ildikó Enyedi (basado en una novela de Milán Füst). Fotografía: Marcell Rév. Música: Adam Balazs. Montaje: Károly Szalai. Producción: Mécs Mónika, Mesterházy Ernő, Muhi András, Maren Ade, Jonas Dornbach, Janine Jackowski, Flaminio Zadra.

Sección Oficial del Festival de Cannes 2021.

Fecha del estreno: 17 Diciembre 2021 (España)

 

Reparto: Léa Seydoux (Lizzy), Gijs Naber (Jakob Störr), Louis Garrel (Dedin), Jasmine Trinca (Viola), Josef Hader (Herr Lange), Udo Samel (investigador privado), Sergio Rubini (Kodor), Luna Wedler (Grete), Ulrich Matthes (Psiquiatra), Romane Bohringer, Simone Coppo, Beniamino Brogi, Árpád Antolik, Balázs Veres, Simon Kerrison, Ralph Berkin, Nayef Rashed, Sandor Funtek, Károly Hajduk, Vivien Rujder, Julia Droste.

 

Sinopsis:

Jacob es capitán de largas travesías. Un día, hace una apuesta con un amigo en una cafetería: se casará con la primera mujer que cruce la puerta. Es entonces cuando entra Lizzy...

 

Comentarios:

A la directora húngara Ildikó Enyedi le ha faltado un buen guionista de apoyo que le organizara esta historia que tan bien ha sabido poner en escena. Su excelente gusto para el encuadre, para la atmósfera y para el respirar académico se ve entorpecido por un trajín argumental que hace equilibrios entre lo pasional y lo caótico.

El arranque, al menos, es realmente singular: un capitán de navío (Gijs Naber) apuesta con un colega que se casará con la primera mujer que atraviese la puerta de la hostería donde están, y (cosas de película) la que entra no es la mujer barbuda de José de Ribera, sino Léa Seydoux entre las exclamaciones de su fogonazo físico y lo atractivo de su personaje, una mujer fatal algunas décadas antes de que la inventara el cine negro.

La historia se enrosca en esa relación, en el cruce de pasiones, en el hormigueo de los celos, en el manejo realmente turbio que hace ella de los sentimientos de él y en la presencia de un tercero zascandil y de contorno indigesto que interpreta (nadie mejor) Louis Garrel, excelente actor para provocarle unas bascas a cualquier espectador liberal y moralmente ordenado.

Con un poco de ese orden en lo narrativo, en el teclado del relato, la historia no hubiese necesitado irse a las casi tres horas que dura y se hubiera entendido (o soportado) mejor. También es cierto que por mucho que esté Seydoux en la pantalla, siempre será poco. (Oti Rodríguez Merchante)

Recomendada (con reservas).