Título
original: A Very English Scandal. Temporada:
1. Episodios: 3. Año: 2018. País:
Reino Unido. Género: Drama. Estreno: 29 junio 2018 (Amazon Prime)
Premio Emmy 2019 al Mejor
actor secundario en miniserie o telefilm (Ben Whishaw). Globo de Oro 2019 al Mejor actor secundario en
una serie, miniserie o película para TV (Ben Whishaw).
Dirección: Stephen Frears. Guión: Russell T. Davies, basado en el
libro de John Preston. Música: Murray
Gold. Fotografía: Danny Cohen. Producción: Dan Winch.
Reparto:
Hugh Grant (Jeremy Thorpe), Ben Whishaw (Norman Josiffe / Norman Scott),
Monica Dolan (Marion Thorpe), Alice Orr-Ewing (Caroline Allpass), Alex Jennings
(Peter Bessell), Jonathan Hyde (David Napley), Eve Myles (Gwen Parry-Jones), David
Bamber (Arthur Gore), Jason Watkins (Emlyn Hooson), Naomi Battrick (Diana
Stainton), Blake Harrison (Andrew Newton), Michelle Fox (Lyn), Adrian
Scarborough (George Carman), Patricia Hodge (Ursula Thorpe), Michele Dotrice (Edna
Friendship), Michael Culkin (Reggie Maudling), Susan Wooldridge (Fiona Gore), Anthony
O'Donnell (Leo Abse).
Sinopsis:
A finales de la década de
los 60, la homosexualidad acaba de ser despenalizada, y Jeremy Thorpe, el líder
del Partido Liberal, tiene un secreto que está desesperado por esconder.
Comentarios:
En uno de sus pocos
atisbos sinceros, que traslucen en el juego humorístico ácido y ennegrecido que
es 'A Very English Scandal', Jeremy Thorpe admite aún reticente lo inadmisible:
estaba verdaderamente enamorado. Su sociopatía y forma de renegar de su
sexualidad en la esfera pública ya poco importaban, y este reconocimiento es el
reflejo definitivo de un patetismo descarnado disfrazado de sorna y casi surrealismo
a lo José Luis Cuerda.
Pero antes de llegar a
esta intensidad dramática, veremos en 'A very english scandal' al mejor Hugh
Grant imaginable —que, como el vino, mejora con el paso del tiempo— encarnar a
un aguerrido político inglés, diestro en la oratoria y la ironía, y sus
desencuentros amorosos y sexuales con Norman Scott, papel que le ha valido a
Ben Wishaw el Globo de Oro como mejor actor de reparto.
La historia la escribe
Russel T. Davies, encargado del revival de 'Doctor Who' y creador de 'Queer As
Folk' o 'Cucumber', y la dirige Stephen Frears, realizador de 'The Queen' o
'Philomena’. La producción de la BBC está disponible en España a través de Amazon
Prime Video.
La serie está basada en
un evento real, conocido como el Thorpe
affair. Basándose en el libro homónimo del periodista y ensayista John
Preston, 'A very english scandal' narra uno de los eventos más llamativos de la
política inglesa de la segunda mitad del siglo XX. ¿Qué ocurrió? Que Jeremy
Thorpe, líder del partido liberal, intentó asesinar, sin éxito, a Norman Scott,
joven homosexual con el que tuvo una relación y que le amenazaba con desvelar
su romance.
La miniserie marca su
tono con velocidad, con tres puntales sobre los que sostienen sus tres
capítulos: la humanización de sus personajes, su concisión temporal y su fino
juego humorístico. El tratamiento del drama político está fuera del habitual
tono trágico y grandilocuente, pues ‘A very english scandal’ se declina hacia
el lado del absurdo, apoyándose en las mastodónticas actuaciones de su dúo
protagonista y al magnífico guión que firma Davies.
Convertir la historia del
escándalo en una historia de personajes es uno de los grandes aciertos de la
miniserie, tanto por el posible conocimiento público del hecho en sí como por
lo enriquecedor que resulta en lo narrativo el desarrollo de los eventos. Es
desde la construcción de personajes donde se remarca su multidimensionalidad,
tratando a los implicados con respeto y desde una óptica sensible y rica en
matices.
Jeremy Thorpe es un
sociópata ávido de poder, pero también un hombre incapaz de asumir su
sexualidad y los sentimientos que ésta le provoca, llegando hasta el patetismo
en momentos de desesperación. En la otra cara de la moneda está Norman Scott,
un gusano silvestre que, convertido en capullo (literalmente), es un irritable
ser con gran inestabilidad emocional. Abierta la crisálida, la mariposa que se
abre paso es brillante y orgullosa, pomposa y empoderada al cobrar voz.
El guión de Davies
construye y desarrolla al mismo tiempo a Thorpe y Scott, en un arco de
evolución que podríamos denominar secante, pues en el momento en el que ambas
líneas se cruzan, una asciende y otra se hunde. Al centrar la historia en
ambos, ‘A very english Scandal’ constriñe su temporalidad a una linealidad
discontinua, apoyada en secuencias elaboradas de gran ritmo que van directas al
grano.
La serie combina una
puesta en escena casi teatralizada, en la que los verdaderos protagonistas son
los intérpretes en situaciones inverosímiles, con una realización rítmica que
recrea con velocidad y precisión escenarios y contextos de los personajes. De esta
forma, Stephen Frears consigue compactar la historia y todas sus derivas en
algo más de tres horas, algo encomiable si tenemos en cuenta la cantidad de
información que hay en la producción.
A la concisión temporal
de 'A very english scandal' se le une un viaje de estilo continuo. Aunque
configurada como drama político, encontramos resonancias humorísticas de los
Monty Python -qué humor inglés que se precie no recuerda algo a los Python- y
una suerte de homenaje-parodia a la saga Ocean's, acercándose también a la
serie judicial en su último tramo.
Pero lo que nunca olvida
esta cínica producción es su pertinencia. Pues no hay tan solo política y
polémica sino, y casi en primera línea, homofobia. La repulsa y la denuncia
acompañan a la serie, que recrea un momento en el que la homosexualidad en Gran
Bretaña era tachada de indecencia e incluso penada con cárcel. Y quizá por eso
'A very english scandal' elige el humor como arma de combate: porque a los
opresores se les gana con la carcajada. (Antonio R. Jiménez)
Recomendada.
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