Título original: Kimi no suizô wo tabetai.
Dirección: Shin'ichirô Ushijima. País: Japón. Año: 2018. Duración: 108
min. Género: Animación.
Mayuko Koike (Fotografía), Shinichiro Ushijima (Guión), Hiroko Sebu (Música), Shoji Hata (Sonido), Yukako Ogawa (Dirección Artística).
Estreno en Sevilla: 12 Abril 2019.
Sinopsis:
"Yo" es un
estudiante de secundaria que no siente ningún interés por los demás y se pasa
todo el tiempo solo leyendo libros. Un día, en una sala de espera de un
hospital se encuentra un libro titulado "Vivir con la muerte", que
resulta ser el diario secreto de Sakura Yamauchi, una chica popular de su
clase. En él relata que le han diagnosticado una enfermedad pancreática
terminal y que ha decidido no contárselo a nadie y exprimir al máximo el tiempo
que le queda de vida. A pesar de su desdén inicial, la actitud de la chica hace
que el corazón de "Yo" se va ablandando poco a poco. Estos son los
recuerdos primaverales de una chica que convive con una enfermedad terminal, un
chico que le guarda el secreto y una relación que todavía no tiene nombre.
Fotograma de "Quiero comerme tu páncreas" |
Comentarios:
Hace tiempo quedó
instalado en Occidente el prejuicio de que el sexo y la violencia eran las principales
materias primas que nutrían tanto el imaginario de la animación japonesa como
el del manga. En realidad, las poéticas de la transgresión y las de la
delicadeza han tenido siempre su espacio en el seno de una cultura popular
diversa, transversal y, sobre todo, intergeneracional. En el tipo de ficciones
que la animación japonesa ha exportado han prevalecido a veces unos tonos sobre
otros y, frente a ese dominio de lo ultraviolento a finales de los ochenta, el
romanticismo excéntrico de Makoto Shinkai parece hoy la unidad de medida
rectora en muchas decisiones de distribución. Lo que ocurre es que el modelo
Shinkai es tan delicado y evanescente que, a menudo, los trabajos realizados
bajo su inspiración se pueden quedar en lo llanamente afectado y cursi.
Un título como “Quiero
comerme tu páncreas” parece una broma cultural: suena a película de anime
extremo con canibalismo incluido, pero, en realidad, es una historia de amor
sostenida sobre un fenómeno de última generación que reformula, para el mercado
adolescente, el viejo tema romántico de la cierta glamurización de la
enfermedad incurable. El pasado y el presente de la distorsionada percepción
occidental del anime concentrados, en suma, en un solo título. La película
parte de una novela de Yoru Sumino, inicialmente serializada en la Red, que ya
había sido adaptada al manga en 2016 y al cine de imagen real en 2017.
Primer largometraje de
Shin’ichirô Ushijima, “Quiero comerme tu páncreas” relata la improbable
relación entre una adolescente con enfermedad terminal y el menos empático
compañero de clase que se pueda concebir. La elección no es caprichosa: ella
busca a un interlocutor que no se sienta afectado por la situación. No
obstante, queda claro que el dispositivo narrativo se pondrá al servicio de una
convencional dinámica de humanización del personaje masculino. La animación es
funcional y no especialmente imaginativa, mientras que el relato discurre por
terrenos exasperantemente redundantes. No basta con algunos elementos
decorativos –desenfoques, reflejos- para impostar un sentimiento que no se hace
forma. (Jordi Costa)
Recomendada (con reservas).
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