Título original: Boy Erased. Dirección: Joel Edgerton. País: USA. Año: 2018. Duración: 115
min. Género: Drama.
Jay Rabinowitz (Montaje), Eduard Grau (Fotografía), Joel Edgerton (Guión), Garrard Conley (Guión adaptado), Danny Bensi, Saunder
Jurriaans (Música), Kerry
Kohansky-Roberts, Steve Golin, Joel Edgerton (Producción), Kim Hodgert, Tony Lipp, Ann Ruark, Rebecca Yeldham,
Nash Edgerton (Producción ejecutiva),
Trish Summerville (Vestuario),
Carmen Cuba (Casting).
Dos nominaciones a los Globos
de Oro 2018: Mejor Actor de Drama (Lucas Hedge) y Mejor Canción.
Estreno en Sevilla: 05 Abril 2019.
Reparto:
Lucas Hedge (Jared
Eamons), Nicole Kidman (Nancy Eamons), Joel Edgerton (Victor Sykes), Russell
Crowe (Marshall Eamons), Flea (Brandon), Joe Alwyn (Henry), Xavier Dolan (Jon),
Troye Sivan (Gary), Theodro Pellerin (Xavier), Cherry Jones (Dra. Muldoon),
David Joseph Craig (Michael), Britton Sear (Cameron), Jesse Latourette (Sarah).
Sinopsis:
Jared Eamons es el hijo de
un pastor baptista de un pueblo de Estados Unidos, que a los 19 años les
confiesa a sus padres que es gay. Por temor a perder a su familia, amigos y su
fe, acepta ingresar en un programa de terapia de conversión para gays. En el
centro se enfrenta con el terapeuta jefe y decide seguir el camino que le
llevará a encontrar su propia voz y aceptarse tal como es.
Fotograma de "Identidad borrada" |
Comentarios:
En su segundo
largometraje, el cineasta Joel Edgerton aborda un espinoso drama familiar en el
que mezcla y agita tres ingredientes que al juntarse suelen resultar
explosivos, la homosexualidad, la terapéutica y la religión. La historia está
basada en el libro autobiográfico de Garrard Conlay, dedicado a sus padres con
agradecimiento a pesar de que lo obligaron a someterse a programas «educativos»
para reconducir sus tendencias sexuales.
Edgerton sitúa su cámara,
su punto de vista, en el mejor lugar posible, muy cerca del personaje del hijo,
pero sin alejarse ni cegar la perspectiva de los padres, y en especial la de la
madre, que interpreta Nicole Kidman con enorme contención y un repentino y
apasionado desenfreno. La descripción familiar es tan sutil como precisa, y se
le encomienda al personaje del padre, Russell Crowe, el remarcado de líneas que
contiene el dibujo, tan padre y patrón, tan predicador baptista y tan
presionado por su Biblia y «biblieros» como por su pulsión emocional hacia el
hijo.
Los frente a frente entre
los tres personajes son palpitantes, húmedos, estremecedores y transmiten toda
la fuerza y fragilidad de tres actores (Lucas Hedges interpreta al hijo) que
saben convertir cada gesto, cada instante, en la caligrafía de sus
sentimientos. Y todo este tapiz familiar delicado, tenue, Edgerton lo estruja
para que supure en el tratamiento del «tratamiento», su estancia en un
psiquiátrico regentado por un fulano visionario y ultraortodoxo que interpreta
el propio director, cosa que también hizo con el mismo perfil sórdido en su
anterior película, «El regalo».
Además de lo obvio, es
decir, de su denuncia a esos lugares inmundos que machacan y borran la
identidad, Edgerton habla en susurros de esas invasiones bárbaras de los padres
en el corazón (y demás órganos) de sus hijos, en ese sospechoso y habitual «si
lo hacemos por ti, tonto». (Oti Rodríguez Marchante)
Recomendada
(con reservas).
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