Un artículo de Francisco Javier Bernet.
Hace unos días que ha
fallecido la actriz sueca Bibi Andersson (1935 - 2019), aunque su nombre real
era Berit Elisabeth Andersson, fue conocida profesional y de forma mundial como
Bibi Andersson, y de forma esencial por sus colaboraciones estelares, dentro
del elenco habitual del maestro del cine Ingmar Bergman, incluso ha
desaparecido casi en el centenario del nacimiento del Director.
Puede que muchos de
nuestros cinéfilos más jóvenes no conozcan a la actriz, pues sus actuaciones
más exitosas con el maestro sueco, fueron en la década de los 50 y 60, pero
aquellas películas, se convirtieron en referente de cualquier espectador que se
preciara de ver y saber del buen cine.
Al margen de su obra
Bergmaniana, que nos obliga de forma gustosa el hacer esta reseña, a modo de
obituario, como actriz realizó cerca de 60 películas, incluso dando el salto al
mundo anglosajón, con films como “La carta del Kremlin” (1970) de John Houston,
incluso actriz y directora de teatro, y participando en películas para
televisión, aunque en sus inicios trabajó como actriz para publicidad.
Siempre hago un
comentario que pudiera parecer jocoso,
cuando en ocasiones hablo de alguna actriz o actor, y refiero del mismo, que si
en toda su carrera, ha realizado alguna película esencial para la historia del
cine, la misma la catapulta al olimpo de los dioses del celuloide. En cualquier
caso, y aunque esto suene a broma, ciertos interpretes han tenido carreras
cuando poco, anodinas, pero el haber participado en obras, que han captado el
interés de la crítica y público, les hace ser, cuando menos un tanto mejores.
Esta referencia anterior,
no es el caso de esta intérprete, porque si el centro de la importancia de su
carrera, por la edad de la misma, fueron las décadas de los 50, 60 y parte de
los 70, participó en papeles estelares en varias películas del maestro Bergman.
En esta entrada incluiré
tres de estas participaciones, en las cuales demostró su buen hacer así como la
importancia que el realizador sueco, le daba a los papeles femeninos en sus
films, alguno de los mismos, como en el caso de aquellos que interpretó
Andersson, pasaron a la historia del cine como esenciales y fundamentales.
Los que mencionaré en
este relato son:
“El séptimo sello”
(1957); en esta película participa interpretando una comediante, que con su
esposo e hijo, van por los pueblos interpretando algunas obras, lo cual dentro del contexto y tema de la
película, tiene un significado central, pues su actitud jocosa y tierna, cambia
el sentido a la vida, que están todos sufriendo por la enfermedad de la peste,
y son los únicos que logran escapar a la muerte.
También logra su
personaje entrelazar el valor esencial de la amistad entre su familia y el
caballero, que le permite, aunque sea de forma esporádica. alejarlo de la muerte y las preocupaciones,
llevándolo amorosamente hacia el camino de la vida.
Es un papel que si en un
primer visionado lo podríamos tildar de
secundario, analizándolo más, comprenderemos la importancia que tiene, en la
historia general de la película; pues ella misma es el símbolo de la
maternidad, de la risa, de lo futuro, en general de todo lo que parece a lo que
están avocados el resto de los personajes de la historia.
Bibi en "El séptimo sello" |
“Fresas salvajes” (1957); en esta película realiza un doble papel,
Sara, una autoestopista que recoge por el camino el profesor Borg en su coche,
y el de su prima Sara, que a modo de flashbacks, la recuerda como parte de su
infancia y juventud, así como de ese amor perdido, que nunca pudo tener.
El papel de Bibi en esta
película es tremendamente troncal, porque obliga al personaje del Profesor, a
revisitar su pasado, analizándolo y presionándolo a cambiar aspectos del
presente, aunque por su edad, pueda parecer que esto sería imposible.
De la misma forma el
personaje de la autoestopista alegre y dicharachera, dispuesta con sus dos
amigos / amantes, a recorrer Europa, le muestra todo lo contrario a lo que él
ha sido, la extroversión de esta Sara, frente a su hermetismo, la comunicación
frente a su aislamiento con respecto a los que más ha debido querer.
Por tanto la actriz actúa
con su personaje en la historia, como catalizador y espejo, a veces de forma
literal, de la vida de Borg, lo que lo catapulta a los infiernos, y también a
la calma; reconoce el cariño cuando ella misma se lo muestra, decide que puede
también demostrar amor y que puede ser recompensado, a pesar de su edad.
“Persona” (1966); en esta película interpreta
uno de los dos personajes centrales del mismo, el de la enfermera Alma; que
cuida de forma ocasional a una actriz que ha dejado de hablar, mostrándose en
un estado cercano a la catatonía (Liv Ullmann). Película compleja donde las
haya y presta a multitud de significados, los cuales no vienen al caso, la cual
obligó a la actriz a un importante esfuerzo expresivo.
Bibi en "Persona" |
Quizás de las películas
que realizó con Bergman, fuese en la que más estamos valorando la capacidad de
actuación de la misma, por los matices que debe mostrar y por los cambios
e inflexiones del personaje.
Es de las dos intérpretes,
la que muestra más transformaciones, la que sufre más ese proceso de
vampirización de la una en la otra, y la que más se desnuda, no en sentido
literal, pero si en el de las emociones y los secretos.
Supuso un reto y una meta
para la actriz sueca, que siguió realizando cine con el maestro, pero que con
las anteriores films, demostró su valía y su buen hacer.
Por todo lo anterior, que
no es más que un grano de arena, en la valía de la carrera de esta actriz,
consideramos que su pérdida, debe ser como la de una grande en el mundo del
cine, y por lo mismo, lo traemos al Blog de nuestra Asociación.
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