viernes, 11 de junio de 2021

Thelma y Louise: 30 años de una mítica road movie

El pasado mes de mayo de 2021 Susan Sarandon escribió en su twitter “No puedo creer que hayan pasado 30 años desde que Geena y yo tuvimos nuestra aventura épica. Muy agradecida de ser parte de eso... tendré que ir a Los Ángeles para celebrar con mi chica” A lo que Geena Davis respondió “Me volvería a tirar felizmente por un acantilado contigo querida”.




Tampoco yo puedo creer que acaban de cumplirse 30 años del estreno en EEUU de la película Thelma y Louise, en España tuvimos que esperar hasta noviembre de 1991 para poder verla en nuestros cines, ya que el impacto que me causo su visionado aún está presente y ahora de nuevo revisitada creo que no ha perdido ni un ápice de su fuerza, convertida en un clásico del cine, ocupando un lugar relevante dentro de la historia del cine americano por ser la primera que presento como protagonistas a una pareja de mujeres y el discurso feminista dentro de las convenciones del género road movie. 


A modo de introducción creo que el párrafo de Monica Zas Marcos en noviembre 2015 (eldiario.es) es claramente representativo “En noviembre de 1991, entre Terminator 2, Perdidos en el Oeste y otras criaturas del género predilecto en Hollywood, el blockbuster, se estrenaba una película de chicas. Según una ley no escrita en el nuevo continente, esa concepción había de ser despreciativa, trillada y débil adversaria frente al derroche de músculo y compadreo en la cartelera de aquellas navidades. Pero siete semanas más tarde, con 45 millones en taquilla y una polémica envenenada, Thelma y Louise arrojaban el escepticismo por un barranco a lomos de un Ford Thunderbird del 66. Los fajos de dólares parecían legitimar la irrupción del pintalabios rojo y la mujer independiente en una fórmula anquilosada del cine norteamericano, mientras que el reclamo para el público continuaba intacto. No se echaban de menos tiros, sexo ni palabrotas, como en toda buena atmósfera de acción femenina”. 




En primer lugar es una película de culto para el feminismo porque en ella dos mujeres interpretan papeles que habitualmente son interpretados por hombres, empleando la violencia para reafirmarse como mujeres dentro de una sociedad machista. Tambien lo es por como refleja la violencia de género, tanto en el sentido de la violación, como en la violencia intrafamiliar mostrando un marido agresivo y controlador o como en el acoso sexual representado en el camionero que, en tres ocasiones distintas, le dedica su repertorio más obsceno de gestos, señas y palabras a las protagonistas.

 


Además es una mítica road movie bien narrada, con todas las características propias del género, el relato progresa en paralelo al desplazamiento de los protagonistas en su coche, el paisaje y la naturaleza son un aspecto esencial y se extrae el máximo de llanuras y montañas, introduciéndonos en paisajes conocidos del western y el viaje que emprenden las protagonistas se convierte en el sucedáneo de su propia existencia, encapsulando en el trayecto el tiempo necesario para conseguir la libertad, para evolucionar y transformarse e incluso para concluir con su muerte.




El guion realizado por Callie Khouri ganó el Oscar, el Bafta y el globo de oro al mejor guion original, describiéndonos de forma eficaz los clics machistas existentes en nuestra sociedad y unos personajes varoniles muy bien estereotipados, a los que ridiculiza sin pudor. Tras el recorrido y la huida de esta pareja femenina convertidas en delincuentes para ganar su libertad y acechadas por la policía, nos encontramos con un espléndido final que se culmina con un simbólico salto al vacío mientras pisan fuerte el acelerador del Thunderbird descapotable que cabalga sin miedo a despeñarse por las colinas del Gran Cañón. Este final bastante discutido por la productora, ya que no es un final esperable de made in Hollywood, en palabras de Khouri “. "Siempre me pareció absurdo que la gente lo viera como un suicidio y Nunca pensé que estuvieran muertas. No era un final literal. Hicimos todo lo posible por no mostrar una muerte literal. No se ve el coche chocar, no se ve humo... En la imagen final ellas vuelan, directas a la memoria colectiva, siendo mujeres completamente libres y liberadas de cualquier grillete”.

 



Cuando la película se estrenó en 1991, desató una ola de controversia general, Geena Davis y Susan Sarandon aparecieron en la portada de la revista Time, bajo el título de portada “Por qué Thelma y Louise atacan los nervios”; y en ese artículo consideraban varios puntos ¿Fue, como sintieron algunos críticos, una película irreflexivamente violenta en la que dos mujeres cometían crímenes terribles en nombre del "empoderamiento"? ¿Estaban “actuando como hombres” bajo la cobertura del feminismo? ¿O fue de hecho misandria, injusta con los hombres, porque retrató a todos sus personajes masculinos como horribles? ¿Fueron modelos a seguir? ¿Fue una parábola feminista? ¿Fue ese final, uno de los pocos que realmente se ha ganado el adjetivo usado en exceso como “icónico”, perfecto o una excusa?


No quiero olvidarme de destacar una estupenda banda sonora en la que se mezcla el rock y el country con canciones como: Wild Night by Martha Reeves, Thunderbird by Peter Haycock, The Way You Do The Things You Do by The Temptations, The Ballad Of Lucy Jordan by Marianne Faithfull. 




Y por supuesto el papel de las dos protagonistas, que si bien no consiguieron el Oscar ese año, aunque ambas estaban nominadas, son los puntales del film. Geena Davis ha reconocido que esta película la convirtió en feminista y desde entonces apoya la Women's Sport Foundation, defiende leyes centradas en la igualdad de oportunidades deportivas y en prohibir la discriminación de género, y creó en 2007 el Instituto Geena Davis sobre género en los medios de comunicación, con objetivo de aumentar la presencia de personajes femeninos en los medios, aunque el impacto en la equidad de género que  se profetizaba tras el estreno de Thelma y Louise, se quedó en poco, en 1989 las mujeres representaban sólo el 29% de los protagonistas de las grandes producciones de Hollywood, esa cifra en 2020 fue exactamente la misma, según un informe del Centro de Estudios de Mujeres en TV y Cine de la Universidad de San Diego y que tras el movimiento de #MeToo en 2017en 2019 el porcentaje fue del 40%.


 

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