martes, 22 de junio de 2021

El artista anónimo (Klaus Härö, 2018)

 

Título original: Tuntematon mestari. Dirección: Klaus Härö. País: Finlandia. Año: 2018. Duración: 94 min. Género: Drama.  

Guión: Anna Heinämaa. Fotografía: Tuomo Hutri. Música: Matti Bye. Producción: Making Movies y Nordberg & Aho.

Estreno en Sevilla: 23 Octubre 2020

 

Reparto: Heikki Nousiainen (Olavi), Pirjo Lonka (Lea), Amos Brotherus (Otto), Stefan Sauk (Albert Johnson), Pertti Sveholm (Patu).

 

Sinopsis:

Olavi, un viejo comerciante de obras de arte, está a punto de retirarse. Ha sido un hombre que siempre ha antepuesto los negocios y sus intereses artísticos a cualquier otra ocupación, incluida la atención de su familia. En una subasta, una vieja pintura llama su atención. Olavi sospecha que el lienzo tiene un valor muy por encima del precio de partida, porque su autenticidad no ha sido confirmada. Los instintos comerciales de Olavi entran entonces en acción y decide hacerse con el cuadro para asegurar su futuro económico. Al mismo tiempo, la hija de Olavi, Lea, a quien no ha visto durante años, le pide que la ayude con su nieto adolescente Otto. Abuelo y nieto emprenderán una investigación sobre la autoría de la obra, que se confirma como una pieza de un conocido pintor. Pero la casa de subastas también ha realizado sus indagaciones y el enfrentamiento es inevitable. Un duelo que obligará también a Olavi a afrontar sus propios errores del pasado.

 

Comentarios:

Un drama de buenos sentimientos protagonizado por una obra de un pintor de aspiraciones populares. Tiene todo el sentido. El finlandés Klaus Härö ha compuesto en “El artista anónimo” una agradable película sobre el encuentro con el tesoro artístico que, pese a su contemporaneidad, a su nulo sentido de la aventura y a la ausencia del mar, tiene mucho de clásica historia de piratas, de viejo marino en busca de un último aliciente para su existencia en forma de legado. Y el centro de todo el relato es un cuadro: una versión desconocida y sin firma del Cristo, de Ilya Rapin, artista de la sociedad cooperativa de Los Itinerantes, compuesta en la década de 1870 por un grupo de 14 pintores rusos como respuesta al academicismo de las instituciones oficiales, con la consigna de llegar al gran público a través de continuos traslados de sus creaciones incluso a las provincias más remotas, alejándose así del elitismo de las grandes capitales.

La nobleza un tanto egoísta del anciano galerista en crisis queda confrontada con las filibusteras maneras de las jóvenes generaciones de mercachifles del arte, incapaces de entender la necesidad de haber vivido para poder pintar algo verdaderamente trascendente y conmovedor. Härö, conocido sobre todo por “La clase de esgrima” (2015), candidata a la mejor película de habla no inglesa en los Globos de Oro, aplica su estilo mayoritario, delicado, sin grandilocuencias pero también sin riesgos, centrándose en las ambivalencias de los personajes protagonistas con mucha ternura, y aplicando el brochazo arquetípico a los antagonistas: aquí, tanto el tasador, un mero villano sin escrúpulos ni defensa incluso en su forma de vestir y peinarse, como el millonario en albornoz aspirante a comprador.

Pero esas parecen ser las reglas del cine para mayorías, y “El artista anónimo”, pulcra aunque sin honduras, con el eje emocional de la humildad, su gran tema, ya ha cubierto su cuota para las (amplias) minorías con su temática alrededor de la pintura y la belleza y la calma interiores sugeridas por el arte. (Javier Ocaña)

Recomendada.



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